El príncipe Harry habló finalmente con su padre y su hermano después de que él y su esposa Meghan Markle hicieron acusaciones de racismo en la familia real británica durante una explosiva entrevista televisiva con la presentadora estadounidense Oprah Winfrey, confirmó una fuente allegada a los duques de Sussex.
Gayle King, una presentadora de televisión estadounidense amiga de Winfrey y de la pareja, dijo el martes que Harry había tenido contacto con su hermano Guillermo y con su progenitor, el príncipe Carlos.
"Los llamé (a Harry y Meghan) de hecho para ver cómo se sentían, y es cierto que Harry ha hablado con su hermano y también con su padre", declaró King a la cadena CBS.
"Lo que me dijeron fue que esas conversaciones no fueron productivas, pero se alegran de al menos haber iniciado una conversación", prosiguió.
King manifestó que la pareja estaba "frustrada" porque el presunto racismo en la monarquía había dominado la agenda de noticias desde que se transmitió la entrevista el 7 de marzo.
"Todo lo que querían desde el principio era que la realeza interviniera y le dijera a la prensa que parara con las historias injustas, inexactas y falsas que definitivamente tienen un sesgo racial", afirmó King.
Agregó que Harry y Meghan querían "sanación" en la familia, pero que Markle tenía "documentos para respaldar todo" lo que había dicho en la entrevista con Winfrey.
La pareja, que renunció a sus obligaciones con la Corona británica el año pasado y ahora vive en California hizo impactantes revelaciones a la estrella de la TV estadounidense Oprah Winfrey al explicar su salida de la vida activa en la realeza.
El príncipe Harry, de 36 años, dijo sentirse "realmente decepcionado" por su padre, el príncipe Carlos, quien había dejado de atender sus llamadas telefónicas por un tiempo, y señaló que le habían "cortado" el apoyo financiero. También señaló un distanciamiento con su hermano mayor, el príncipe Guillermo.
Indicó que tanto Carlos, el heredero de la reina Isabel II, como Guillermo, estaban "atrapados" por las convenciones de la monarquía. "No pueden irse. Y tengo una gran compasión por eso", afirmó Enrique.
Meghan reveló, además, que ciertos miembros de la familia real británica- que no fueron ni la reina ni su esposo Felipe- expresaron dudas sobre el color de piel que tendría su primer hijo con el príncipe Harry.
Meghan, una exactriz de 39 años, le dijo también a Oprah Winfrey que estaba "ingenuamente" no preparada para la vida como miembro de la realeza y que había contemplado el suicidio mientras estaba embarazada de Archie.
Las declaraciones de la estadounidense y del nieto de la reina Isabel II sacudieron a la monarquía británica, pues aunque la familia real ha manifestado que investigara las acusaciones de racismo, los señalamientos la han sumido en su mayor crisis desde la muerte de la madre de Guillermo y Harry, la princesa Diana, en 1997.
Sin embargo, en el Reino Unido cayó la popularidad de los duques de Sussex, que esperan su segundo hijo, una niña, para este verano boreal.