Mucho misterio rodea la vida de la cantante mexicana Pilar Montenegro, quien nuevamente está en boca de todos por su relación con su colega Xavier Ortiz, quien se suicidó esta semana tras presuntamente rendirse ante sus problemas financieros.
¿Qué tiene que ver con la desgracia de su amigo? La vincula la tragedia, la cual persigue a varios de los integrantes del grupo Garibaldi, que a finales de los años 80 e inicios de los 90 se convirtió en uno de los más populares a nivel latinoamericano.
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Pilar ha desaparecido casi por completo del radar del público, la prensa rosa siempre acredita esta ausencia a la enfermedad que se le detectó hace algunos años: Ataxia.
Dicho padecimiento, según la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU., se manifiesta en el “repentino movimiento muscular descoordinado, debido a una enfermedad o lesión al cerebelo. Esta es el área del cerebro que controla el movimiento muscular”.
Desde hace algunos años se especula sobre su enfermedad, aún así se recuerda su éxito.
De acuerdo a los profesionales, la Ataxia se refleja en la pérdida de la coordinación muscular, principalmente en las manos y en las piernas.
Tras estar inmersa en una apretada agenda, repentinamente, aproximadamente en el 2013, Pilar Montenegro desapareció de la vista de sus seguidores y también de sus colegas.
Nadie sabía del hecho, hasta que se divulgó el padecimiento. La mayoría desconoce su actual estado de salud, una de las formas en las que mantiene contacto con sus fans es a través de su Instagram @pilarmontenegromx.
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En esta red social suele compartir fotos más que todo del recuerdo y una que otra actual, donde aparentemente se le ve bien.
La prensa rosa mexicana va aún más lejos y asegura que Pilar no aparece en público debido al avance de su enfermedad. Pero en septiembre del año pasado su paciencia se terminó, por lo que usó las redes para desahogarse.
“Para todos aquellos que se preguntan si realmente me retiré del medio, por una enfermedad que me dejó en silla de ruedas, déjenme decirles que no es verdad. Bendito Dios estoy más sana que nunca, lástima para algunos que quisieran verme mal (…) ¿Estuve enferma? Sí, pero jamás fue algo grave”, escribió en esa ocasión.
A los días regresó a su perfil para enviar un mensaje a sus detractores: “Hoy cuando me levanto digo ‘soy una mujer fuerte’, ningún cabr… puede venir a decirme lo contrario, soy fuerte por lo que he luchado, he sufrido y sobre todo he conseguido”, manifestó.
“No soy egocéntrica, pero el tiempo, las experiencias y la vida me han enseñado que lo soy, me han derrumbando amigos, familiares, doctores y enfermedades, pero como una fregona los he derrumbado a todos”, agregó.
De acuerdo al sitio de Infobae, medio que retomó las declaraciones del diseñador de vestuario de Garibaldi, Jerónimo García, para el periódico Basta!, se aseguró que “lo de la silla de ruedas es porque padece una enfermedad degenerativa, su papá de eso murió y posiblemente lo haya heredado”.
García aseveró que “usa la silla para no cargar todo su peso, sus pies no le responden muy bien, tiene que sostenerse con algo. Me dijo que no quería saber nada del medio artístico porque ya estaba harta”.
Durante el transcurso de 2020 se le ha visto muy poco, y ante el acoso y los rumores de los tabloides amarillistas desmintió nuevamente la comentada situación.
“No crean en las revistas amarillistas que solo hablan por vender, soy una mujer llena de paz, tranquilidad y en salud todo muy bien gracias a Dios”, escribió en enero de este año, junto a una vieja foto.
Sus últimas publicaciones en redes sociales se refieren a su cumpleaños número 48, el cual logró finalmente celebrar como quiso a inicios de agosto pasado. Todo apunta a que la artista solo desea estar fuera de la vista pública.
