Lo creas o no, se han lanzado muchas películas, documentales y cortos nuevos desde que la pandemia de coronavirus cerró los cines, y muchas de estas producciones son extremadamente buenas.
Han llegado por servicio de streaming, televisión por cable, a pedido, autocine e incluso Instagram. Pero las cintas han seguido llegando.
En este artículo se han retomado 10 audiovisuales que fueron seleccionados como los mejores por los escritores de cine de la agencia AP Jake Coyle y Lindsey Bahr.
Todos están enfocados en historias humanas, reales o ficticias, que han llegado al corazón de la audiencia. Y según Coyle y Bahr son dramas que si no fuera por la aparición del COVID-19 habrían sido nominados a prestigiosos premios, entre ellos los codiciados Óscar.
Conoce más sobre estas interesantes producciones:
“New York New York”
Spike Lee recién estrenó en Netflix una ambiciosa película de veteranos de la guerra de Vietnam llamada “Da 5 Bloods”, pero ya ha hecho posiblemente la cinta más indeleble de la pandemia. El corto captura simple y directamente el confinamiento en la ciudad natal de Lee. Un homenaje estimulante a N. Y. cuando más lo necesitaba.
“Driveways”
Una peculiar amistad surge entre un niño de 8 años y un veterano retirado. La exquisita película de Andrew Ahn se ha sentido bendecidamente nutritiva en esta temporada.
La historia puede ser sentimental, pero el toque de Ahn es verdadero, y las actuaciones de los protagonistas son tiernamente humanas. El hermoso tiro final es dolorosamente dulce.
“Never Rarely Sometimes Always”
Este drama tranquilo, agudo y profundamente sentido trata sobre una adolescente de la zona rural de Pensilvania (EE. UU.) que debe viajar a Nueva York para abortar. Este es el tipo de película que se adentra en tu ser y se queda contigo hasta mucho tiempo después.
“The Half of It”
El filme sigue a una estudiante china-estadounidense, Ellie, que ayuda de mala gana en un desafío romántico. Esta es una joya que no recibió ni la mitad de atención que habría tenido si el Festival de Cine de Tribeca no hubiera sido cancelado debido a la pandemia.
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“The Vast of Night”
El sorprendente debut como director de Andrew Patterson es un thriller de ciencia ficción de bajo presupuesto ambientado en un pequeño pueblo en la década de 1950 en Nuevo México. Con sonido y sombras, convoca una visión plenamente realizada de la paranoia de mediados de siglo con un toque cinematográfico más contemporáneo.
“How to Build a Girl”
Basada en la novela semiautobiográfica de Caitlin Moran. La cinta es el lado opuesto fantasioso, empoderador y divertido de “Never Rarely Sometimes Always”, en la que una chica de una ciudad oprimida del Reino Unido inventa una personalidad más grande que la vida para entrar en el mundo de la escritura musical dominado por los hombres.
“Crip Camp: A Disability Revolution”
La lucha por la equidad de las personas con discapacidad es la parte central de este filme. Para una cinta que cuenta una historia vital y poco contada, también es extraordinariamente amorosa, festiva y enérgica. En “Crip Camp” vemos un movimiento social alimentado por la pasión de individuos notables.
“The Trip to Greece”
Hay cierta melancolía en esta cinta, en parte porque podría ser la última vez que Steve Coogan y Rob Brydon sacan sus versiones semificticias de sí mismos para dar un giro impregnado de un pintoresco lugar. También es un hermoso recordatorio de todo lo que nos estamos perdiendo.
“Bad Education”
Este drama de crimen suburbano de la vida real, que se estrenó en el pasado Festival Internacional de Cine de Toronto, bien podría haber estado destinado a los Óscar. En cambio, fue directo a HBO y probablemente a los Emmy, en caso de que sucedan. En la película de Cory Finley, un distrito escolar de Long Island se ve envuelto en un escándalo de malversación de fondos que tiene a sus superintendentes luchando por sus trabajos.
“Shirley”
Inspirada en la solitaria autora Shirley Jackson y ambientada en una ciudad universitaria de Vermont de los años 50, pero también enfocada en el reino gótico de una de las historias de Jackson. La cuarta película de Decker fue producida por Martin Scorsese.