La ex primera dama estadounidense Michelle Obama dijo que reza para que haya "perdón" en el seno de la familia real británica tras la explosiva entrevista en la que Meghan Markle y el príncipe Harry acusaron de racismo y hostigamiento psicológico a algunos miembros de la monarquía.
"Esa es mi esperanza. Cuando pienso en todo lo que están pasando, pienso en la importancia de la familia y rezo para que haya perdón, para que haya claridad de pensamiento, amor y para que logren resolverlo a tiempo", dijo el lunes por la noche a la cadena estadounidense NBC, en alusión a la reciente entrevista de los duques de Sussex.
"Lo más importante es la familia", subrayó Michelle Obama, quien desveló que no se sorprendió por las acusaciones de racismo que la duquesa de Sussex vertió contra la familia real.
En la polémica entrevista de dos horas con la presentadora de la televisión estadounidense Oprah Winfrey, Meghan aseguró que ciertos miembros de la familia real británica- que no fueron ni la reina ni su esposo Felipe- expresaron dudas sobre el color de piel que tendría su primer hijo con el príncipe Harry.
Esta fue la acusación más dañina para la monarquía, en un país sacudido con fuerza por el movimiento Black Lives Matter.
Asimismo, Markle reveló que durante su primer embarazo tuvo pensamientos suicidas y afirmó que la Casa Real se negó a ayudarla.
La controversial conversación de Meghan, de 39 años, y el príncipe Harry, de 36, a Winfrey fue difundida en Estados Unidos el 7 de marzo, desde entonces se agudizó una de las peores crisis vividas por la institución monárquica británica.
Dos días después de la difusión de la entrevista, la reina Isabel II reaccionó en un breve comunicado del palacio de Buckingham, donde se pronunciaba con un tono conciliador y se comprometía a tratar el tema "en privado".
"Toda la familia se entristece al conocer lo difícil que han sido los últimos años para Enrique y Meghan", afirmó, añadió que se tomaba "muy en serio" las acusaciones de racismo vertidas por la exactriz estadounidense.