La polémica y maraña en torno al video íntimo que se filtró del actor Gabriel Soto no terminan. Se busca un culpable, se hacen señalamientos peligrosos y todo parece indicar que también se abrió una investigación para conocer quién vulneró la vida personal de este galán de telenovelas. Y ahora un nuevo nombre sale a luz en un nuevo capítulo de este embrollo triple X.
Medios mexicanos han puesto en las notas de espectáculos el nombre de Rosalba Ortiz, madre de Geraldine Bazán y exsuegra de Soto. Ello surgió a raíz de una columna hecha por el periodista Alex Kaffie, del periodico El Heraldo, quien afirmó que dentro de poco tiempo, Ortiz sería llamada a comparecer en tribunales pues “podría estar involucrada en la filtración del video íntimo”. Tras declarar con mucha propiedad sobre el asunto, la producción del programa “Un nuevo día” consultó a Ortiz sobre esta hipótesis.
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Adamari López, conductora de la revista matutina, fue la encargada de dar a conocer la información y explicó que la madre de Bazán negó rotundamente su implicación en este mediático escándalo y fue ella misma quien dio algunas pistas sobre el posible autor de colar el audiovisual a Internet. “Que Gabriel averigüe si la persona a quien él ha despedido recientemente tiene que ver con la filtración del video”, expresó López sobre las palabras textuales de Ortiz.
El programa “Un nuevo día” consultó a Rosalba Ortiz sobre su implicación en la publicación del clip de Gabriel Soto.
La progenitora de la afamada artista también aseguró que nunca vio el video y que “no tiene nada qué hablar de ese tema que es tan grotesco y es toda una vergüenza”. Con ello contestó a los controversiales señalamientos del periodista Kaffie; y aunque ellos ya comenzaron a llenar los titulares de la prensa rosa mexicana, su hija no se ha pronunciado en su defensa.
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Es muy posible que la identidad de la persona que estuvo detrás de que este candente clip salga a la luz, pues Soto se amparará en la Ley Olimpia, que “busca sancionar a las personas que hacen públicos contenidos audiovisuales en los que se vulnere la identidad sexual de una persona, como es considerado cuando se da a conocer los videos en la intimidad que salen sin permiso de los participantes”. Por el momento este nuevo capítulo quedan con algunos puntos suspensivos.
Bazán y Soto siguen sus vidas muy separadas y con una interacción escueta y necesariamente, únicamente por el bienestar de sus hijas, según fuentes allegadas a la expareja.
