Las conductoras de “Viva la Mañana”, Andrea Mariona y Luciana Sandoval, demostraron mucha confidencialidad entre sí al revelar que aman tomarse fotos y videos para las redes sociales.
Un hilarante momento en el que Sandoval dejó en evidencia a su amiga Mariona se encuentra en las historias de Instagram de ambas.
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“No están donde deben de estar, en qué están… ahhh tomándose fotos, ve, haciendo videos y allá adentro todo mundo preguntando ‘y dónde está Andrea, qué se hizo"”, dice Sandoval en el video, mientras su colega simplemente sonríe un poco apenada.
Antes de que la modelo se colara en la grabación de Mariona, su otra compañera de set Raquel Vargas también pasó por detrás mientras hacía un video.
Sin duda, estar a la vanguardia de lo que pasa en las redes sociales resulta interesante para muchas personas.
La profesora en psicología de la Universidad de Fairfield, Linda Henkel, sugiere que hoy en día tomarse muchas fotos, de manera consecutiva y para casi cualquier cosa, provoca que olvidemos detalles de los momentos que vivimos ya que estamos enfocados en sacar una buena imagen con la cámara.
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“Lo que creo que pasa es que tratamos la cámara como una especie de instrumento de memoria externa”, dice esta especialista en salud mental. También sostiene que la cámara es como una extensión de uno mismo que sirve para recordar cosas, el problema es que “no tenemos que seguir procesando ese objeto y no hacemos el tipo de cosas que nos ayudarían a recordarlo”, lamenta.
Curiosamente, con los años la función de la fotografía ha cambiado. Antes su finalidad era conmemorar momentos especiales, pero en la actualidad todo merece un flash o una grabación, desde el momento más absurdo, una broma o un funeral, hasta la graduación universitaria o el desplazamiento de animales.
Lo importante es que la fotografía también está formando la identidad de cada persona e intensifica los vínculos sociales, sobre todo cuando los videos y fotos se comparten en redes sociales, se asignan hashtags o se viralizan. Snapchat, por ejemplo, sirve para comunicar no para recordar, sugiere Henkel.