Algo no menos que espectacular escogió Lady Gaga, popularmente conocida “madre monstruo”, para la toma de posesión del nuevo presidente estadounidense. Para la ocasión lució un vestido falda roja y blusa de mangas largas color negro enmarcado y decidió destacar un broche de una paloma de la paz dorada en el pecho.
La ceremonia cuenta con el mayor despliegue de seguridad de cualquier investidura presidencial en la historia del país, bajo la atenta mirada de hasta 25.000 militares de la Guardia Nacional, cinco veces más que los que hay en Irak y Afganistán. Lady Gaga, a quien el presidente electo llama “gran amiga”, ya había actuado en su último gran mitin, y cuando era vicepresidente de Barack Obama trabajaron juntos en una campaña contra el acoso sexual.
Previamente, publicó en su cuenta de Instagram reflexiones sobre lo que espera con la llegada del nuevo presidente. Gaga apuntó “Rezo para que mañana sea un día pacífico para todos los estadounidenses. Un día para amar no odiar. Un día para aceptar no para tener miedo. Un día para soñar que disfrutaremos nuestro futuro como país. Un sueño que no es violento, un sueño que provee seguridad para nuestras almas. Amor para todo el Capitolio”.
