Foto redes sociales
“Nosotros hemos venido trabajando anteriormente basándonos en las tendencias de las redes sociales y pues ahora que está pasando lo de José José y debido a todas las situaciones, decidimos hacer la piñata de Sarita”, explicó.
Sin embargo, dijo que “la piñata no es una manera de burlarse o atacar a las personas”, sino que es una forma de representar algo que es “parte de la cultura del mexicano”, aunque en ocasiones parezca más una intensa telenovela.
Asimismo, contó que para crear la piñata tomaron “las imágenes de la primera entrevista que dio” la joven cantante.
La piñata, de poco más de un metro de altura y construida a partir de papeles de periódico, muestra a la joven de 24 años con un diseño naif característico de estas tradicionales piñatas que en México suelen amenizar las festividades.
Pelo negro a la altura de los hombros, pendientes, y un llamativo traje negro con flores en el pecho son los elementos más destacados de esta curiosa creación.
“Esta era la vestimenta que traía entonces (en la citada entrevista), pues ahí tratamos de hacer los detalles lo más parecidos posible”, apuntó.
Sin querer entrar en la polémica, la creadora de la piñata de Sarita dio su punto de vista del problema entre los herederos del Príncipe de la Canción asegurando que los conflictos familiares se resuelven internamente.
“Creo que es algo muy familiar, es algo muy cercano y yo creo que ellos son los que lo tienen que arreglar”, dijo.
Los días sucesivos a la muerte del cantante, de 71 años, fueron toda una telenovela por el circo mediático en México y en Estados Unidos debido a la disputa entre los hijos que el cantante tuvo con la actriz mexicana Anel Noreña y Sara Sosa por ver dónde acabarían sus restos.
Finalmente, la mitad de las cenizas se quedaron en Miami junto a la viuda del cantante, la cubana Sara Salazar, y la hija de ambos, Sarita Sosa Salazar, que está radicada en Homestead (al sur de Miami) y cuidó de José José el último año y medio de su vida.
La otra mitad finalmente llegó el pasado miércoles a México, donde se le brindó un multitudinario homenaje en el Palacio de Bellas Artes, una misa en la Basílica de Guadalupe y un paseo por el Parque de la China de la colonia (barrio) Clavería, donde vivió el cantante su infancia.
Luego de eso, las cenizas del artista fueron enterradas en el Panteón Francés de la capital.
Los hechos generaron todo un debate sobre la identidad de José José, reclamado por los mexicanos como una suerte de patrimonio nacional aunque este viviese en Estados Unidos los últimos años de su vida.
Sobre esto, la artesana comentó que quizá Sara Sosa “no sabe realmente lo que es José José para los mexicanos”.
“¿Quién no ha cantado sus canciones? ¿Quién al final de terminar una fiesta, o estando en desamor, o muy enamorado, no conoce una canción de José José? Yo creo que es por eso que el pueblo mexicano se identificó con la pieza (en referencia a la piñata)”, concluyó Sánchez.