Kimberly es tímida pero cuando está frente a un público haciendo lo que más le gusta: magia, se le olvida esa emoción y envuelve a los espectadores con cada acto que realiza.
Kimberly Menéndez relató que de pequeña le llamaba la atención cómo los magos realizaban sus actos; pero no se imaginaba que años después estaría en dicho mundo, convirtiéndose en la actualidad, y con apenas 16 años, en la única mujer salvadoreña que realiza magia.
Hace dos años asistió a una presentación que realizó el mago, también originario de Ahuachapán, Mario Sierra, y desde entonces le nació el deseo de aprender lo que comúnmente se le conoce como trucos.
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“Me sorprendió ver cómo el mago lograba hacer que las personas se olvidaran de todo y pasaran un rato feliz. Como captaba la atención del público y hacía que todos estuvieran pendientes de lo que iba a suceder”, recordó sobre dicha experiencia.
Las puertas para aprender magia se abrieron cuando se enteró que la fundación Magos Sin Fronteras, que es una organización estadounidense, iba a implementar un proyecto en su natal Ahuachapán para jóvenes que quisieran ingresar a dicha área.
Kimberly se inscribió y para su sorpresa fue seleccionada, junto a otros jóvenes, para adquirir conocimientos de magia de forma gratuita.
Aseguró que lo que más le gusta de dicho arte es “ver a la gente que tal vez está pasando por un momento triste en su vida y nosotros con hacerle algún juego de magia, cambia esa persona, verla sonreír es bonito”.
Lo más difícil en todo el proceso de aprendizaje ha sido el miedo a fallar y los nervios al momento de presentar algún espectáculo; pero como toda una profesional, ha sabido salir adelante y dar su mejor esfuerzo en cada presentación.
Su hermano menor ha sido el que ha vivido de cerca el aprendizaje de Kimberly ya que cada vez que aprende un nuevo acto, se lo enseña a él para practicarlo. No descarta que en un futuro él también aprenda magia.
“A veces cuesta porque en la escuela dejan mucho trabajo; pero trato de salir antes con lo de la escuela y ya el tiempo que me queda, lo uso para practicar. Nunca en mi vida me imaginé que iba a aprender magia”, relató la joven, quien estudia segundo año de bachillerato en la opción de atención en primaria en salud, en el Instituto Alejandro de Humbold.
Una de las metas a corto plazo es crecer más en el mundo de la magia y viajar a algún país para realizar presentaciones. Académicamente prevé estudiar enfermería o medicina.
Ser la única mujer que se dedica a la magia en el país conlleva mucha responsabilidad y quisiera que más personas de su género ingresaran a dicha área.
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“Por una parte es bonito hacer un cambio en el país; pero también sería bonito que hubiera más mujeres en este arte”, puntualizó.
El representante de Magos Sin Fronteras, Mario Sierra, indicó que a Kimberly le han visto “un gran interés por la magia; ella ha tenido bastante avance porque realmente a una mujer es bien difícil que le interese la magia. Piensan que es complicado estar manejando las barajas, estar enfrente de tantas personas y a Kimberly se le ha visto bastante el interés de superarse a través de la magia”.
Desde que el programa inició, en el 2019, la joven siempre fue la única mujer que estuvo en el grupo.
Durante la pandemia recibieron clases de forma virtual, incluso, con magos reconocidos a nivel mundial.
En los próximos días serán reanudadas las clases presenciales. En el grupo hay otros tres jóvenes de diferentes comunidades de Ahuachapán, quienes también han mostrado su interés por continuar aprendiendo magia.
Sierra señaló que en el programa requieren de apoyo de profesionales para que también enseñen a los jóvenes sobre expresión temporal, teatro y emprendimiento, entre otras áreas.