Carlos Villagrán, famoso por interpretar a Kiko en la serie televisiva “El chavo del 8”, le ofreció una entrevista a la cadena América TV, de Argentina, donde se refirió a uno de los momentos más inquietantes de su vida. Durante la conversación, el actor mexicano reveló que una ocasión, en una de las giras de su circo por Colombia, secuaces del narcotraficante Pablo Escobar lo contactaron para hacerle una propuesta. Los emisarios del máximo líder del Cártel de Medellín le pidieron que amenizara la fiesta de cumpleaños de la hija de su patrón. El comediante afirmó que la propuesta incluía una considerable cantidad de dinero.
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Villagrán aseveró que en esa ocasión se encontraba en un hotel de Bogotá, cuando le llamaron de la recepción para decirle que tres personas querían hablar con él. Según el actor, él recibió con amabilidad a los hombres, pues pensaba que eran periodistas, “Subieron, nos presentamos, traían un portafolio en la mano, lo abrieron y sacaron un chequera, me la pusieron en una mesita de centro, la abrieron. Me dijeron: ‘Mañana es el cumpleaños de la hija de nuestro patrón, él quiere que usted actúe, ponga la cifra que quiera, hasta un millón de dólares”, expresó “Kiko”, sin detallar el año de lo sucedido.
Según el comediante cuando los sujetos le revelaron la identidad y supo de sus intenciones, él sintió un escalofrío en todo el cuerpo.
Además, dijo que para eludir la propuesta les expresó que su contrato laboral le impedía hacer presentaciones ajenas a las que lo habían llevado a ese país. La excusa dio buenos resultados, ya que lo hombres no le siguieron insistiendo.
“Se me heló el cuerpo, no esperaba una cosa así. Se me ocurrió decirles que yo traía una cláusula en la que decía que yo podía hacer nada más a lo que vine, me lo respetaron, cerraron las chequeras, cerraron el portafolios, se despidieron muy bien de mí y se fueron. Yo supongo que era gente de Pablo Escobar”, reveló el actor.
Villagran aseguró que tras el encuentro con esos individuos, tuvo mucho miedo. Aseguró que para evitar cualquier atentado en su contra los choferes lo llevaban por diferentes caminos desde el hotel hasta el circo con la intención de despistar a los hombres del capo de la droga en caso de estarlo siguiendo.
“Más o menos al tercer día les digo ‘ya me voy porque tengo un miedo tremendo, me van a balear por haberme negado y prefiero regresar, regresaré en otra oportunidad’”, dijo.
En la entrevista “Kiko” reveló que después de vivir ese angustioso episodio regresó a Colombia en varias ocasiones y que en esas visitas no tuvo ningún inconveniente.