La serie que trata sobre cómo un grupo de personas entra a un juego peligroso para conseguir hacerse con un premio en efectivo ha triunfado en todo el mundo. Pero tanto ha sido el impacto de esta serie que incluso niños menores de 10 años la han visto.
El contenido violento de la serie es algo que los maestros en España han visto con preocupación debido a que los niños comienzan a imitar las actitudes y pruebas que aparecen en la serie, revela una nota de Infobae.
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Esta situación la resumió una maestra que publicó un hilo en Twitter donde hace referencia a los comportamientos de los niños tras ver la serie.
Llevo unos días que estoy en shock. La serie "El juego del calamar" está petándolo muy fuerte entre los niños de colegio. Abro HILO ?
— Piruleta de menta (@Piruletadementa) October 8, 2021
“Llevo unos días que estoy en shock. La serie El juego del calamar está petándolo muy fuerte entre los niños de colegio”, tuiteó una maestra al escribir un hilo que se hizo viral.
En el hilo de Twitter se resume como niños de entre 8 a 9 años han tenido acceso a la serie debido a que ellos la vieron por su cuenta en sus smartphones o la vieron con sus padres.
Los maestros se dieron cuenta que sus alumnos habían visto la serie al verlos jugar un juego infantil español llamado Un, dos, tres, pollito inglés, pero al acercarse se dieron cuenta que era la versión Luz roja, luz verde de la serie El Juego del Calamar. Donde si se movían los niños realizaban disparos simulados y quienes perdían se caían al suelo simulando estar muertos.
La maestra se cuestiona la conducta de los padres que permiten que sus hijos pequeños vean la serie, mencionando que normaliza la violencia.
“El problema no es la serie sino quién la ve”, aseguró al diario El Mundo Mario Gutiérrez, presidente nacional de Educación del sindicato de funcionarios CSIF.
Los maestros ven similitudes en los comportamientos con casos en el pasado sobre niños imitando actitudes vistas en películas como Superman al intentar volar.
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Según los maestros lo que se trata de evitar es que niños tengan acceso sin supervisión a contenidos que podrían causar cambios en las actitudes sociales de los mismos.
Eso es justamente sobre lo que intentó concientizar la maestra en Twitter, que indignada con lo que está viendo en las aulas le lanzó un consejo a los padres y a las madres: “Haced y cumplid con vuestra parte. Que esto se va al carajo”.