Las redes sociales reflejan todo lo que cada persona desee compartir, desde sus gustos, pasatiempos y personalidad. Cualquier detalle queda inmortalizado en las publicaciones.
Algunos no tienen nada que perder expresando sus puntos de vista o más bien les importa poco el “qué dirán” de los demás. Ingrid Caprice es de estas personas y por eso habla “sin pelos en la lengua” y opina cuando le provoca hacerlo. El resultado son en realidad comentarios de admiración y respeto, y es que ella se ha forjado una imagen y personalidad dura, bohemia, segura pero a la vez muy sensible.
En su reciente publicación de Instagram, que llamó la atención al posar en bikini, dejó un contundente mensaje en el que abordó varios asuntos como la verdadera amistad y su aspecto físico. “Yo, mi luz, mi sombra, mi oscuridad. Ahora prefiero mil veces la soledad a lo que antes llamaba estar con ‘amigos o conocidos’ momentos llenos de ‘apariencias o vacíos’ con gente que estaba más jodida que yo. Ahh, pero eso sí, haciéndome quedar mal a mí. Ahora mi competencia soy yo, volviendo a estar como me gusta, hablando de mi templo. Motivación o exhibicionismo, tómelo como Ud. desee, expreso lo que siento generalmente. Que tengan feliz sábado, yo estoy llena de felicidad y cumpliéndome a mí misma”, enfatizó.
Las opiniones de los seguidores no tardaron en llegar. El post acumuló más de cuatro mil corazones y mensajes como “Es lo mejor que puedes hacer, vive tú, solo tú, deja que los ‘amigos’ sigan con sus apariencias, mientras tú, sigues viviendo tu realidad” o “Que buenas palabras y tiene mucha razón y a veces es mejor estar solo que rodeados de personas que no suman”.
En otra oportunidad instó a las mujeres que la siguen en Instagram a hacer una comunidad más solidaria, honesta, constructiva y empoderada para ayudarse mutuamente a salir adelante y dejar los chismes, rivalidades enfermizas, críticas o ataques innecesarios.
Su manera de aconsejar a vivir la vida resulta atractivo para las personas. Mensajes claros y simples los animan a estar bien a pesar de cualquier situación, por eso, en otra antigua publicación menciona lo siguiente: “El 2020 nos enseñó que con poco podemos ser felices y que las necesidades que no son básicas las creamos nosotros por llenar vacíos . Valoren todo, desde poder apreciar un amanecer y un atardecer. porque son regalos del de allá arriba”.