Hoy hace 90 años nació James Byron Dean, mejor conocido en Hollywood como James Dean. Pero además de conquistar la cima del éxito con solo tres películas —”Al este del Edén” (1954), “Rebelde sin causa” (1955) y “Giant” (1955)—, se hizo famoso por la forma trágica en que murió 24 años después de llegar al mundo.
Sí, este talentoso actor perdió la vida en un accidente vial el 30 de septiembre de 1955, conduciendo su nuevo Porsche 550 Spyder, al que apodó “pequeño bastardo”, junto a su mecánico Rolf Wuetherich, con quien participaban en una carrera en Salinas, California.
Según nota de la agencia EFE, la tragedia ocurrió después de terminar su última película: la colosal “Giant” (George Stevens, 1956), historia sobre la familia de terratenientes Benedict, con Rock Hudson en el papel de Jordan Benedict y Elizabeth Taylor encarnando a la diferente y atractiva señora Leslie, mujer de Jordan y amor platónico de Jett, un empleado de la familia interpretado por Dean.
Mientras corría en la carretera, un policía paró al deportivo plateado, multando a sus ocupantes por ir a 65 millas por hora en una zona de 55 millas por hora. Desgraciadamente, solo dos horas después, Dean y su mecánico fueron embestidos en el cruce de Highway 46 y Highway 41, a unas 80 millas de Bakersfield, por un sedán Ford Tudor.
Como consecuencia del accidente, Dean se rompió el cuello y sufrió graves lesiones internas que le hicieron llegar muerto al hospital. El mecánico, en cambio, salió con vida.
El 8 de octubre de 1955, el actor era enterrado en Fairmount (Indiana), ante más de tres mil personas. Dos días después se produjo el estreno en Nueva York de “Giant”.
No obstante, desde aquel fatídico día, surgieron mitos y leyendas en torno del fallecimiento del astro de “Rebelde sin causa”.
Tal vez las más conocidas son las relacionadas con el auto en el que corría Dean y el asesinato de los dos coprotagonistas del actor en la mítica “Rebelde sin causa”: Natalie Wood y Sal Mineo.
Sí, muchos creen que la máquina de Porshe en la que se mató el estadounidense estaba maldita, pero también se ha llegado a afirmar que sobre el filme del director Nicholas Ray pendía una maldición. Al parecer, ese triángulo conformado por Dean, Wood y Mineo en la película no lo disolvió ni la muerte.
El misterio continúa latente y en el marco del nacimiento de Dean, recordaremos los detalles de esos dos asesinatos que se suman al aparatoso accidente en el que perdió la vida el famoso actor californiano.
NATALIE WOOD
La actriz estadounidense de raíces rusas nacida en San Francisco, California, el 20 de julio de 1938, murió a los 43 años en extrañas circunstancias mientras disfrutaba de su fin de semana de Acción de Gracias abordo del yate Splendor. A la fecha, algunos creen que todo fue un trágico accidente, para otros existen fuerte señales de que fue un homicidio. La artista, estando casada con el actor Robert Wagner, falleció ahogada frente a la isla de Santa Catalina, California, el 29 de noviembre de 1981.
Aparentemente, se cayó de la embarcación durante una noche lluviosa y su cuerpo fue encontrado flotando por la mañana. Los testigos del hecho ofrecieron testimonios contradictorios que generaron una duda razonable, y con el tiempo las autoridades la modificaron de muerte accidental a posible homicidio.
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En 2011, la autora Marti Rully publicó un libro en el que detallaba las declaraciones de un testigo que involucraba directamente a Wagner en la muerte de su esposa. El caso fue reabierto y en 2018 su muerte fue calificada como sospechosa.
Hay que destacar que en abril del año pasado, una de las hijas de Wood, Natasha Gregson Wagner, lanzó “More Than Love”, libro en el que afirma que para ella su madre se ahogó de forma accidental y su padrastro Robert Wagner es inocente. El misterio en torno de su deceso aún persiste.
SAL MINEO
Nació en el condado de Bronx, Nueva York, el 10 de enero de 1939. Tuvo una infancia difícil; tachado como niño problema terminó militando en las pandillas neoyorquinas. Fue su madre, Josephine Alvisi, quien lo alejó de ese mundo a través de las artes y la actuación.
Tras brillar en Broadway saltó a la gran pantalla a mediados del siglo XX con pequeños papeles, hasta que en 1955 protagonizó “Rebelde sin causa” junto a James Dean. Él interpretó a John “Plato” Crawford, tal vez el papel que lo catapultó a la cima del éxito.
Sin embargo, se convirtió en el eterno actor de reparto, como le ocurrió al inolvidable Philip Seymour Hoffman o al consagrado Paul Giamatti.
El también cantante murió a los 37 años cuando regresaba a su casa, la noche del 12 de febrero de 1976, en West Hollywood, California, apuñalado por un ladrón. Aunque la investigación se extendió en el tiempo, el homicidio finalmente fue esclarecido tras la captura de Lionel Ray Williams, un repartidor de pizzas con amplio historial delictivo, que aseguró ignorar que su víctima era el célebre actor gay de raíces sicilianas.