Ernesto González, conocido en el mundo radiofónico salvadoreño como Neto, platicó con El Diario de Hoy durante el sepelio de su hermano el "Gordo Max". La trayectoria de Max incluyó Radio Laser, Femenina, Vox y en sus últimos días, Vive FM.
Fue su buen trabajo en el dial lo que lo llevó a la pantalla nacional también, cuando en Canal 6, a mediados de los años 90, estrenaron un programa juvenil de concursos llamado Plop!, que presentaba junto a María Elisa Parker, los domingos por la mañana.
Luego de eso, el retiro de Daniel Rucks lo llevó a conducir Domingo Para Todos, en Canal 2, por más de una década. "Le dieron esa oportunidad con una gran duda, porque no sabía si le iba a quedar grande el zapato, pero salió adelante", relata Neto.
Esas dudas sobre el talento de Max no solamente eran externas, su propio hermano, quien era director de radios a inicios de los 90, dudaba que el "Gordo" pudiera desarrollarse como locutor por una razón: "era tartajo". Tras la insistencia, Neto lo dejó iniciar en Radio Laser, una estación con poca demanda de locución, en ese entonces.
Pero pronto, Max "empezó a hacer clic con la gente de Femenina, no con los de Laser. Yo, que era el director de ambas, decidí darle su oportunidad en la F, una vez se le había quitado lo tartajo", recuerda Neto.
Los mejores momentos de Max fueron en Radio Vox, en su turno matutino, donde su naturalidad conectó con sus oyentes. La televisión lo terminó de consolidar como una de las figuras públicas más reconocidas en el país. Durante sus últimos años de vida, tras enfrentar un proceso judicial, del cual fue absuelto, regresó al dial en Vive FM. Durante ese tiempo sus oyentes lo siguieron y su voz volvió a despertar a muchos salvadoreños, sin embargo, un acontecimiento familiar fue letal para el comunicador.
"El problema que tuvo "el Gordo" fue la muerte de mi madre, el gordo era soltero, no tenía hijos, con mi mamá se cuidaban ambos. Tras la muerte de mi mamá, hace un año y medio, se comenzó a degradar él también", explica Neto.
A pesar que su alegría en la radio nunca cambió, en su plano personal sí era otro hombre, según su hermano. "Él se sintió solo, ya no se cuidaba y nadie sabía que él tenía diabetes. Estaba en el límite, más de lo permitido y cayó al suelo, yo lo vi".
Para Neto, "el Gordo" debe ser recordado solo de una manera. "Nadie es perfecto, todos tenemos bajones. Todos somos sujetos a errores, fallas, cosas que nos alegran y que nos entristecen. Recordar a Max, lo mejor sería acordarse de las cosas buenas que él hizo, no de lo malo. Hasta el ladrón más mísero necesita también piedad. Yo lo voy a recordar como un hombre que quiso mucho a mi madre. A la gente, que lo recuerden en positivo, no en negativo", concluyó.