A veces solo unos minutos basta para dar un consejo que le cambie la vida o la perspectiva a alguien. Pero no todos saben expresar esas palabras en el momento adecuado y que tengan el impacto que esperan pues dar un consejo es todo un arte.
Para los comunicadores salvadoreños, que tienen cientos y cientos de seguidores en las redes sociales, se les hace bien colaborar para edificar una sociedad mejor a través de sus opiniones en determinados temas, si no lo hacen en cosas específicas, a lo mejor algún follower puede estar pasando un mal momento y necesite apoyo.
Florencia Landaverde, por ejemplo, aprovechó su reciente post para recordar unas sabias palabras, una frase muy popular, pero que nunca pierde vigencia.
“No todo lo que brilla es oro ????!!! Por eso #Pensalo2Veces no caigan en engaños en redes sociales, noticias falsas, propuestas laborales o de estudios tentadoras”, escribió la TV Host y finalizó con la palabra “buxos”.
Muchos amigos virtuales estuvieron de acuerdo con su punto de vista, lo importante es que el mensaje no haya caído “en saco roto” y que a alguien le sirva para no caer en trampas.
El sitio web relacionado al comportamiento humano “El Definido” sostiene que una de las características que poseen las personas que saben dar consejos es que cuidan la manera para expresarlo.
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“Para que un consejo sea bien recibido debe ser agradable”, sostiene el medio sin olvidar guardar respeto por las otras personas y haberse ganado la confianza de los demás para expresarse con honestidad, de lo contrario no podrá tener un efecto positivo.
El psicólogo Alberto Peña sostiene que hay más formas de expresar un consejo e influir en la otra persona, por ejemplo, si has pasado una situación problemática similar a la de tu interlocutor estás en condiciones de hablarle. Tendrás un tanto más de sabiduría, experiencia y autoridad para decirle tu opinión.
Otra técnica es que en lugar de aconsejar de una vez lanza unas preguntas para que el individuo trate de hallar las respuestas por si mismo. Le ayudarás a pensar y a encontrar la sabiduría en su interior.
Para no lucir como arrogantes vale confesarse como equivocados, como seres imperfectos. Si inicias diciendo “puede que esté errando, pero creo que…” o “a lo mejor me equivoque, pero desde mi punto de vista…”, eso ayudará a abrir a tu amigo a otras posibilidades.
Y finalmente, también puedes brindar un consejo a través de una historia o metáfora hablándole de una situación como en la que encuentra y desvelando la solución.