Poco a poco salen a la luz algunos detalles de las últimas voluntades del duque de Edimburgo, quien falleció el pasado viernes 9 de abril a los 99 años. Se sabe que su funeral no podrá ser de Estado y se realizará en la intimidad de la familia real y con algunos pincelazos de algunos protocolos monárquicos. Es así como se sabe que las honras fúnebres se desarrollarán el próximo 17 de abril a las 3:00 p.m.
Y en entre estos preparativos también sale a la luz un deseo que Philip Mountbatten quiso que su familia cumpliera y que en un principio fue una broma entre él y su esposa, la reina Isabel II. De acuerdo con la prensa internacional, el príncipe siempre sintió atracción por los automóviles de la marca Land Rover, y su pasión era tal que en reiteradas ocasiones le expresó a su esposa que él diseñaría su propio carro fúnebre y así lo hizo: "Solo méteme en la parte trasera de un Land Rover y llévame a Windsor", expresó un día Felipe a la monarca.
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El tabloide británico The Mirror indicó que algunos años antes de su muerte, el duque se reunió con ingenieros automotrices de esta compañía para crear el automóvil que llevaría su ataúd y recorrería los terrenos del Castillo de Windsor durante su funeral. Este detalle salió a la luz luego de que la reina firmara los acuerdos de su despedida, la que será televisada en más de 100 países.
Pero Felipe de Edimburgo tenía todo muy bien calculado, pues si el auto fallaba, también se modificó y adaptó otro de estos lujosos ejemplares. De acuerdo con un exempleado del castillo de Windsor, al príncipe "siempre le fascinó el diseño, así que era su propia forma de tomar el control de la situación. El "coche fúnebre" estará flanqueado por portadores del féretro extraídos de las relaciones especiales del duque con los militares".
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Además, The Mirror especificó que el auto fue entregado al príncipe en 2016 y está pintado en verde bronce profundo y construido sobre un chasis galvanizado y con cuerpo trasero construido a mano. La planificación de estos autos especiales fue denominada como Operación Forth Bridge, el nombre en clave dado después de la muerte de Felipe de Edimburgo.
En muchísimas ocasiones, este miembro de la casa real fue visto en uno de estos automóviles, incluso, la última vez que manejó fue en un modelo de ellos, sin embargo estuvo involucrado en un grave accidente del que, sorprendentemente, salió ileso. Las partes de este auto fueron subastadas pues "contenían restos de ADN del duque", según detalló el Abc.es en 2019.