Empresario salvadoreño en EE.UU. alza la voz para dignificar a los migrantes con un documental

Laz Ayala, propietario de la empresa constructora KDA Homes en Oregón, relata su historia de migrante en el filme “Illegal”, que pretende visibilizar a los más excluidos en la actualidad.

Por Rosemarié Mixco

2020-02-02 9:45:11

El empresario de la construcción estadounidense Laz Ayala, de 52 años, está convencido de que en un sistema legal justo, la migración ordenada inyecta una gran cantidad de capital al desarrollo de cualquier país.

Él es testimonio vivo de ello. Y para divulgarlo, escribió un libro que narra su viaje como ilegal a Estados Unidos, el cual a su vez inspiró la producción del documental “Illegal” con el objetivo de visibilizar a las personas luchadoras obligadas a migrar en busca de oportunidades dignas.

“Mi misión es humanizar el tema. Crear conciencia, dar voz al inmigrante, movilizar al público norteamericano para así promover una legislación justa, razonable y de beneficio para el trabajador inmigrante y las empresas que los emplean”, expresó el salvadoreño originario de San Vicente, a quien el conflicto armado empujó a migrar en 1981.

Tenía 14 años, y ya era huérfano de madre —la vio morir cuando él tenía 8—. El viaje más duro de su vida lo realizó junto a su padre y uno de sus cuatro hermanos. “Yo fui uno del millón y medio de salvadoreños que huyó del conflicto armado entre 1980 y 1992, cuando El Salvador perdió una cuarta parte de su población. Como la mayoría de inmigrantes, yo también entré a Estados Unidos sin documentos”, recordó el ahora propietario de KDA Homes en Ashland, Oregón.

Ayala durante el rodaje de “Illegal” en El Salvador. Visitó varios lugares del territorio con su equipo de producción. Foto EDH / Cortesía Illegal The Project

LA COLMENA
Al compatriota lo recuerdan en su cantón, al nororiente del departamento vicentino, como uno de los espabilados pequeños que apoyaban en la colmena de la localidad.

Es que desde pequeño se dejó cautivar por las abejas y la producción de miel. Incluso, junto a uno de sus primos logró capturar un enjambre y establecer su propia colmena. Lamentablemente, un año después tuvo que abandonarlas para migrar al norte.

“Yo vengo de la peor pobreza que existe en El Salvador. Vengo de padres campesinos, de un pueblo pobre, donde nos criamos en un pequeño rancho elaborado con vara, lodo, piedras y techo de zacate. No había luz eléctrica, usábamos candil, y acarreábamos agua de pozos donde de niños nos entreteníamos jugando pelota, chibolas, trompo o palometas que nosotros mismos hacíamos, y cazando garrobos”, rememoró el también activista.

Casi cuatro décadas después, Ayala no solo está al frente de una constructora enfocada en el desarrollo de viviendas ecológicas al sur de Oregón, y de la iniciativa Illegal The Project (Facebbok: illegaltheproject) que busca despertar las consciencias norteamericanas a favor de un programa digno de “trabajadores huéspedes”, sino que también trabaja en su propia colmena. “Un dulce hobby para mí”, manifiesta.

El empresario salvadoreño residente en Oregón y el director del filme “Illegal” Nicholas Alexander. Foto EDH / Cortesía Illegal The Project

Hace solo cuatro años, Ayala decidió sumarse a los esfuerzos promigrantes en Estados Unidos, hablando públicamente de su vida. “Fui invitado a presentar mi historia de inmigrante indocumentado en el Medford Rogue Rotary Club, en Medford, Oregón, al cual pertenezco”, apuntó. Su intervención fue bien recibida y a esta invitación le siguieron más, incluso en escuelas y universidades. Esto lo motivó a escribir el libro sobre su historia.

Fue así como conoció al director del filme “Illegal”, Nicholas Alexander, quien se dedicaba a grabar eventos. “Lo contraté para que grabara una de mis presentaciones (…) surgió la idea de producir un documental, pero yo estaba comprometido a terminar el libro”, subrayó.

Pero al entender que la proyección que la película generaría sería muy valiosa, decidió invertir en la producción.

El documental, que recientemente fue proyectado en el Museo de la Palabra y la Imagen (Mupi) en El Salvador, está basado en el libro homónimo de ocho capítulos que aún no se ha lanzado. El inmigrante salvadoreño espera presentarlo a mediados de 2020.

50 ESTRENOS
El filme sobre el viaje de migrante ilegal de Laz Ayala solo se ha visto públicamente en su pueblo natal y en el Mupi. La producción espera proyectarlo en la gran nación del norte y el resto del mundo a través de festivales cinematográficos.

Póster del documental sobre la historia de inmigrante de Laz Ayala. Foto EDH / Cortesía Illegal The Project

“La película fue concluida hace tres meses. Hemos tenido varias presentaciones privadas, pero no públicas. Y la hemos enviado a 180 festivales de cine en Estados Unidos”, detalló el compatriota.

A la fecha han recibido 20 respuestas, de las cuales solo 8 han sido afirmativas.

Entre los festivales en los que ya se confirmó la proyección están el Winter Film Awards Festival de Nueva York —en donde se realizará el estreno mundial de “Illegal”—, el Ashland Independent Film Festival en Oregón, el Red Dirt Independent Film Festival de Oklahoma, el Guarifona Independent Film Festival de Los Ángeles, California, el One Universe Film Festival en Palos Verdes, California, el Utah Independent Film Festival y Las Vegas Film Festival.

Ayala afirma que la meta es participar en unos 50 festivales este año y a través de estos llamar la atención de plataformas como Netflix, que se se interesen en comprar los derechos de distribución. “También estamos enviando la película a festivales de cine en el extranjero incluyendo Canadá, México, Francia Alemania, España e Italia, donde esperamos participar a finales del año en 2021”, añadió.

Durante su visita a El Salvador el inmigrante trató de apoyarse en las entidades culturales gubernamentales para poder proyectar la cinta en diferentes comunidades a nivel nacional. Pero solo el Mupi respondió a su llamado. “Es una historia fascinante”, exclamó el director del museo, Carlos Henríquez Consalvi. El filme se presentó en dicho recinto el pasado 25 de enero.

El inmigrante salvadoreño propietario de una constructora en Oregón durante su visita al Centro Histórico de San Salvador. Foto EDH / Cortesía Illegal The Project

UNA PETICIÓN
Además de divulgar su historia por medio de la película y el libro, el compatriota ha hecho una petición pública a los senadores Ron Wyden y Jeff Merkley, y al congresista Greg Walden, a través de su iniciativa Illegal The Project.

“El Congreso debería desarrollar un programa mejorado y ampliado de ‘trabajadores huéspedes’ para satisfacer la demanda laboral de la agricultura, la hostelería, la construcción y otras industrias que dependen de la mano de obra inmigrante. Al mismo tiempo, debe aprobar una legislación que exija la aplicación de un sistema E-Verify renovado, que los empleadores puedan usar para garantizar el empleo legal de sus trabajadores”.

Y es que para Ayala, hay dos factores del fenómeno migratorio que suelen no abordarse en los discursos: la necesidad de mano de obra inmigrante y la nula legislación que obliga a los empleadores a ofrecer contratos dignos a estas personas.

El resultado: la agudización de la migración y la explotación de mano de obra inmigrante. Para Illegal The Project la solución es crear un sistema de leyes justo que beneficie a migrantes que desean trabajar y a los empleadores.