El toque de presentadores extranjeros en la TV y radio nacional

El Salvador abrió las puertas al talento de estos comunicadores foráneos que cautivaron a la audiencia local. ¿Cómo llegaron a trabajar en los medios?

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elsalvador.com

Por Diana Orantes / Sara Castro

2018-08-18 9:59:11

Llegaron a El Salvador sin imaginar que algún día estarían frente a las cámaras de televisión. Unos se afincaron a temprana edad; otras cuando sus planes de establecer una familia se formalizaron. Sin importar cuántos años han vivido en esta pequeña y calurosa tierra, todos se sienten parte de ella y dicen amarla como si fuera su propia patria.

La audiencia nacional reconoce sus rostros y voces, porque el dial y los canales nacionales abrieron sus puertas para recibir el carisma y profesionalismo que les caracteriza. Programas de entretenimiento juvenil y familiar sobre espectáculos y gastronomía han sido las plataformas que lanzaron a estos presentadores y locutores.

Conoce las historias de cómo llegaron a los medios de comunicación de El Salvador.

Raquel Vargas:

Por mi trabajo como modelo costarricense, trabajé en toda Centroamérica. Mis amigas siempre me preguntaban por qué no entraba a Trato hecho, porque ellas laboraban ahí. Y es que nunca me vi trabajando en la televisión. Pero para un enero, cuando el trabajo estaba muy flojo, probé y envié mis fotografías. Me llamaron e hice un casting, y pronto me dijeron que había quedado entre las modelos. Después me llamaron para estar en “Minuto 2014”, que solo duró un mes. Pero pronto me presentaron el proyecto “A todo o nada”, que en realidad lo pensé más de dos meses, porque era una franquicia que la manejan de una manera muy extrovertida y diferente en Argentina. Y aunque no lo crean soy una mujer muy penosa. Habían juegos que eran en traje de baño, así que pensé en exponerme de alguna forma. Lo pensé mucho. Al final tomé la decisión porque me dijeron que se tropicalizarían la franquicia y ahora estoy completamente feliz de trabajar en “A todo o nada”, somos un equipo que nos llevamos súper bien. El hecho de que no lo sintás como trabajo hace la diferencia de trabajar en otros proyectos.

Me he quedado asombrada por el cariño de la gente. Hay muchas mujeres que se acercan y  me dicen que se sienten orgullosas de mi, y para eso es una palabra con muchísimo significado porque me hacen sentir salvadoreña, aceptada y valorada. Son comentarios que me encanta leer y recibir. Soy una persona que sigo con los pies en la tierra.

Ana Paola Sifuentes:

Llegué a vivir a El Salvador luego de casarme, en 2013. Mi esposo (Jonathan Zacapa) es salvadoreño y nos conocimos en Guadalajara (Jalisco), en México, de donde soy. Mi primera experiencia en televisión fue cuando estaba en mis veintes. Entré a trabajar al canal E! , luego de que mi participación en el certamen Nuestra Belleza México llamara la atención de algunos productores. Conduje el programa “E! Special Fashion Travel” por un tiempo y luego me ofrecieron trabajar para la versión latinoamericana de ese show, así que tenía que trasladarme a Miami. Las cláusulas del contrato especificaban que yo tenía que comprometerme con mi tiempo, para ese momento yo ya estaba comprometida. Lo pensé mucho, lo platiqué con mi familia y tomé la decisión de mi vida: si casarme con el hombre de mi vida y formar mi familia o dedicarme a la televisión a un nivel más grande. De la decisión que tomé no me arrepiento, así que formé mi familia.

Una de las primeras amigas que hice aquí en El Salvador (y a quien aprecio muchísimo) me comentó de un proyecto donde necesitaban una presentadora. Ella me dijo que si podía proponer mi nombre, yo le dije que no había ningún problema y recibí la llamada de Eduardo Hutt, productor de “Viva la mañana” y “Grandiosas”. Platicamos del nuevo proyecto. En ese momento estaba embarazada de mi segundo hijo, y el programa todavía no saldría, así que me dijo que podían esperar a que tuviera a mi hija. Y así fue.

Al estar en televisión me dio muchos nervios por ser extranjera, no sabía cómo sería el recibimiento de la audiencia, pero me llevé una gran sorpresa. Amo mucho a este país porque me ha dado lo que más amo: mi familia, y tengo un gran equipo de trabajo y una especial compañera, que es Andrea Mariona. Si volviera el tiempo atrás, repetiría la misma historia.

Luiza Manga: 

En la época de la guerra, mi papá salió del país y decidió estudiar la universidad en el extranjero. De todos sus hermanos, él fue el único que decidió irse a Brasil, conoció a mi mamá y entonces nací yo, en Olinda, Recife en el estado de Pernambuco. Vinimos a El Salvador cuando tenía dos años. Mis abuelos necesitaban ayuda en los negocios que tenían acá. Ellos tenían fincas, una ferretería y un supercito en la ciudad. Así que tomaron las riendas del supermercado. Las oportunidades laborales eran más seguras aquí y la decisión fue quedarse.

Para ingresar a la Universidad realicé un examen de aptitudes, recuerdo que me salió algo como de química y farmacia. Pero yo quería estudiar comunicaciones y cuando se lo dije a mi papá se decepcionó. Tampoco me impuso otra carrera, así que no me arrepiento de haber estudiado eso. Ahora me que he quedado con ganas de estudiar psicología.

Jorge “Mex” Alvarado:

El motivo de nuestro arribo a El Salvador es, justamente, la nacionalidad de mi mamá. Ella es de Chalatenango y tras varios años de vivir en México, mis padres decidieron establecerse aquí. Siempre fuimos una familia muy unida pero el cambio cultural fue muy fuerte. Ser mexicano en El Salvador no es sencillo. Yo continué con mis estudios aquí y al principio tuve que lidiar con muchos comentarios e insultos en el colegio donde estudié, por el simple hecho de hablar diferente, sin embargo siempre he sido una persona muy sociable y me considero un ser empático, así que terminé haciéndome amigo de todos.

Trabajé ocho años en Radio Cool Fm, cinco en Canal 33, en el programa “Aló” y desde hace uno llevo las riendas de la producción del departamento digital en Telecorporación Salvadoreña y la plataforma VLIXERS.COM. Cuando no eres guapo ni musculoso debes proponer cosas diferentes. Pensé que no estaba mal presentar a los usuarios, oyentes y televidentes un prototipo de persona con el que se pudieran identificar y que al igual que ello tenía una opinión que valía la pena ser escuchada.

Olga Miranda: 

Nací en la calle Espruncera 34, Madrid, España, sin embargo tengo nacionalidad salvadoreña. Mi padre, Ruy César Miranda Lupone, de padre salvadoreño y de madre italiana, se fue a estudiar abogacía a la Universidad de Salamanca en España, y ahí conoció a mi madre, Gloria González de Miranda, nacida en Estados Unidos pero de padres españoles. Se casaron en Tanger, África, y se fueron a vivir a Madrid. Entonces nacimos mi hermana Fiorella y yo. Hemos vivido en El Salvador por muchos años, pero alternando mis estudios en Estados Unidos, Nicaragua. España y Costa Rica.

Mi padre fue embajador de El Salvador, en Nicaragua y Canadá. Luego, fui esposa de un embajador salvadoreño en gran Bretaña. En la mayoría de países que he mencionado viví de mi adolescencia.

Me he relacionado de diferentes formas con los medios de comunicación, ya sea modelando, impartiendo cursos de etiqueta, haciendo producciones completas de todo tipo de eventos, escribiendo libros de gastronomía para editoriales internacionales como EVEREST. Actualmente soy conductora y productora de “Olga!” y “Olga Plus!”, programas de carácter internacional.

Estefanía Uribe:

Llegué a El Salvador en 2011 por estar casada con un salvadoreño (mi esposo se llama Ricardo Jiménez Pacas). Mientras yo trabajaba en Guatemala, en la franquicia de “Viva la mañana”, conocí a mi ahora esposo. Pero al casarme dejé de estar en los medios y me dediqué a mi familia. Debido al trabajo de mi marido tuvimos que mudarnos a Costa Rica y luego volvieron a trasladar a mi esposo a El Salvador. Fue ahí que platicamos y le comenté mi decisión de retomar mi profesión. Recuerdo que le escribí al vicepresidente de operaciones de TCS para reunirme con él, pues ya había tenido la oportunidad de conocerlo. Yo no pensé nunca en trabajar “en vivo”, pues yo ofrecí mi experiencia como productora, o de repente en ventas, relaciones públicas. Pero decidieron hacerme un casting para la versión salvadoreña de Viva la Mañana. Estaba súper nerviosa, pero todo salió muy bien y la gente fue muy linda. Me dijeron que para ese momento no había espacio y me dijeron que esperara. Comencé a cubrir a las presentadoras que salían de vacaciones o por maternidad. Cuando una presentadora sale por maternidad, me llamaron para entrar a “Viva la mañana”.

En diciembre de 2012 ya trabajaba en “Viva la Mañana”, y ahí pasé casi cinco años. Luego estuve en “Número Uno Kids” y para entrar hice un casting con Martha Barahona. Y ese fue un proyecto donde también aprendí mucho, por ser un reality show. Todo es enriquecimiento. Siempre soñé con estar y trabajar en mi país pero uno no sabe los caminos que Dios le va abriendo en la vida. Yo amo El Salvador. Me disfruté mucho mi experiencia en “Viva la mañana”, si yo no hubiera renunciado quizá estuviera ahí; pero uno también tiene que emprender caminos. En la televisión me encanta la producción y si tuviera la oportunidad de trabajar en esa área pues lo haría. Me gusta meter la cuchara y en los programas que estuve siempre producía mis segmentos.

Recuerdo los primeros comentarios en redes sociales y cuestionaban por qué una colombiana. Pero la gente siempre va a comentar y uno tiene que ser consciente de que no siempre puede caerle bien a todos. Nunca me faltaron el respeto y siempre fui bien recibida.