El toque extranjero de la TV nacional

El Salvador abrió las puertas al talento de estos comunicadores foráneos, que cautivaron a la audiencia local. ¿Cómo llegaron a trabajar en los medios?

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por Diana Orantes / Sara Castro

2018-08-19 9:59:46

Llegaron a El Salvador sin imaginar que algún día estarían frente a las cámaras de televisión. Unos se afincaron a temprana edad; otras cuando sus planes de establecer una familia se formalizaron. Sin importar cuántos años han vivido en esta pequeña y calurosa tierra, todos se sienten parte de ella y dicen amarla como si fuera su propia patria.

La audiencia nacional reconoce sus rostros y voces, porque el dial y los canales nacionales abrieron sus puertas para recibir el carisma y profesionalismo que les caracteriza. Programas de entretenimiento juvenil y familiar sobre espectáculos y gastronomía han sido las plataformas que lanzaron a estos presentadores y locutores.

Conoce las historias de cómo llegaron a los medios de comunicación de El Salvador.

Llegué a El Salvador en 2011 por estar casada con un salvadoreño. En mi etapa de noviazgo trabajaba en Guatemala, en la franquicia de “Viva la mañana”. Pero dejé de estar en los medios y me dediqué a mi familia. Cuando a mi esposo lo trasladaron a El Salvador decidí retomar mi profesión y le escribí al vicepresidente de operaciones de TCS para reunirme con él. Pronto me correspondió para platicar de un proyecto. Y comencé a hacer prácticas, pero nunca me imaginé que trabajaría en vivo. Esperé y pronto una conductora renunció y entré a “Grandiosas”.

Por mi trabajo como modelo costarricense trabajé en toda Centroamérica. Mis amigas siempre me preguntaban por qué no entraba a “Trato hecho”. Y es que nunca me vi trabajando en TV. Pero para un enero, cuando el trabajo estaba muy flojo, probé y envié mis fotografías. Me llamaron e hice un casting, y pronto me dijeron que había quedado. Después me llamaron para estar en “Minuto 2014”, que solo fue un mes. Luego me presentaron el proyecto “A todo o nada”, que en realidad lo pensé más de dos meses por su formato extrovertido. Al final tomé la decisión porque me dijeron que la franquicia se tropicalizaría.

 

Nací en la calle Espruncera 34, en Madrid, España; pero tengo nacionalidad salvadoreña. Viví muchos años en El Salvador, pero alternando mis estudios en EE. UU., Nicaragua, España y Costa Rica. Siempre me relacioné de diferentes formas con los medios, ya sea modelando, haciendo producciones y escribiendo libros de gastronomía para editoriales internacionales hasta que decidí ser la creadora y productora de mis propios programas: “Olga!” y “Olga Plus!”.

 

En la época de la guerra, mi papá se fue a estudiar al extranjero y decidió irse a Brasil. Ahí conoció a mi mamá. Yo nací en Olinda, Recife, en Pernambuco. Vinimos a El Salvador cuando tenía 2 años. Mis abuelos necesitaban ayuda en los negocios que tenían y como las oportunidades laborales eran más seguras aquí, se quedaron. Cuando estaba por entrar a la universidad le conté a mi papá que quería estudiar comunicaciones y se decepcionó. Tampoco me impuso otra carrera. No me arrepiento.

El motivo de mi llegada al país es la nacionalidad de mi mamá. Ella es de Chalatenango y tras varios años de vivir en México, mis padres decidieron establecerse aquí. El cambio cultural fue muy fuerte. Ser mexicano en El Salvador no es sencillo. Al principio tuve que lidiar con muchos comentarios e insultos en el colegio, por el simple hecho de hablar diferente. Trabajé ocho años en Radio Cool, cinco en Canal 33 y desde hace un año llevo las riendas de la producción del departamento digital en Telecorporación Salvadoreña (TCS) y la plataforma VLIXERS.COM.

Llegué a vivir a El Salvador luego de casarme, en 2013. Mi esposo es salvadoreño y nos conocimos en Guadalajara (Jalisco), en México, de donde soy. Cuando estaba en mis veintes entré a trabajar al canal E! para conducir el programa “E! Special Fashion Travel”. Yo ya estaba comprometida cuando me ofrecieron trabajar para la versión latinoamericana de ese show, pero tomé la decisión de dedicarme a mi familia. Una de las primeras amigas que hice aquí me comentó de un proyecto donde necesitaban una presentadora. Ella me propuso y me llamaron. En pocos meses ya era presentadora de “En vivo con Ana Pao y Andrea”.