Ante las cámaras y en cualquier evento que asiste, Meghan Markle siempre luce impecable. Peinados y maquillaje sobrios y atuendos exclusivos de diseñador le dan ese aspecto elegante.
Cualquiera pensaría que en ella no hay ningún defecto físico del cual ella se pueda avergonzar. Pero no es así. Desde que era actriz, Meghn se ha esmerado por ocultar en todo momento un detalle en sus pies que le ha incomodado mucho.
Según un camarógrafo que trabajó para la duquesa de Sussex y que habló con el medio británico Daily Mail, ella siempre pedía que no le grabaran sus pies, ya que tenía una cicatriz, causada por una cirugía para corregir una deformidad muy común, mejor conocida como juanetes.
Ese “defecto físico” quedó al descubierto en 2018, durante su visita a Nueva Zelanda, durante la bienvenida maorí que le brindaron. Y es que el protocolo del evento le exigió quitarse los zapatos. Aunque la duquesa intentó ocultar disimuladamente sus pies, los fotógrafos y camarógrafos se dieron gusto enfocando ese peculiar detalle.
El camarógrafo que entrevistó Daily Mail también aseguró que, uno de sus compañeros le contó sobre una experiencia en particular, que tuvo con Meghan cuando aún ella era actriz.
“Uno de los miembros de mi equipo es un tipo amable y al final quedó traumatizado porque ella era muy estricta. Él me contó que un momento comenzó a tomarle los pies, solo para tener un poco de material complementario, no recuerdo si se lo habían dicho por adelantado, pero entiendo que ella odia sus pies. Cuando hizo eso, todos lo miraron como: ‘¿Qué demonios estás haciendo?’ y dijo: ‘Has terminado por hoy’”, añadió y poco después de ese incómodo momento Meghan conoció al príncipe Harry.
