Susana Serrano se estaba desanimando a enviar su propuesta fílmica al primer Festival de Cortometrajes grabados con móvil, impulsado por la Escuela de Cine y Arte Audiovisual de El Salvador (Escine). La demanda de trabajos universitarios no le permitía continuar con su idea, pero una llamada días antes del cierre de la convocatoria le hizo retomar el trabajo con más ánimo.
Envió su corto. Y esperó —al igual que los más de 200 participantes— a que en la noche del pasado 17 de mayo Escine anunciara a los ganadores a través de redes sociales.
Serrano tuvo problemas con la conexión de Internet, pues en su cantón San José Potrillos, en el municipio Nombre de Jesús, Chalatenango, este servicio es irregular. Cuando logró enlazarse estaban por anunciar al primer lugar del jurado del certamen. Se había perdido el resto de los nombramientos.
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Ella solo escuchó: “Por ser un creativo tributo a quienes en este momento se sacrifican por nosotros, por ser un trabajo sin artificios, ingenioso, potente, emotivo y conmovedor, el premio ganador se lo lleva el cortometraje ‘Phosphôros’”.
Era su audiovisual. “Al principio no me lo creía. Me quedé muy impresionada, en silencio. Tenía un cúmulo de emociones al saber que era la ganadora (…) cumplir con las expectativas del jurado me parecía inalcanzable”, relató Serrano sobre el reconocimiento que había recibido tras varias noches de desvelos.
“Phosphôros” es un corto en stop motion, que expone el trabajo de una enfermera al cuidado de pacientes con COVID-19. Ellos se recuperan, pero ella adquiere el virus y fallece. Los personajes, elaborados con fósforos, están inspirados en la hermana y madre de Serrano, la primera es enfermera y la segunda trabaja en la red sanitaria.
Junto a esta producción se sumaron más de 200 propuestas audiovisuales. Todas originales, todas con variados horizontes y perspectivas sobre la pandemia, requisito narrativo del certamen. Y es así como “Fantasmas” logró la segunda posición del festival.
Sus creadores, Diego Escobar y Natalia Varela, imaginaron a su hija recordando el confinamiento a través de bonitas remembranzas grabadas durante ese período. Así que el guion contó con la voz en off de esta pequeña convertida en adulta, evocando ese pasado, junto a imágenes de juegos, abrazos, tardes en el jardín y fiestas de cumpleaños.
Este trabajo “elegantemente ejecutado”, como lo describió el cineasta André Guttfreund, nació con la idea de “evitar que los recuerdos se conviertan en fantasmas del pasado”. Para Escobar, la cuarentena puede generar malos ratos, “pero los niños tienen una perspectiva diferente de lo que sucede, eso no significa que todos los niños estén bien, pero la imaginación de cómo ellos viven las cosas, puede ayudarlos a forjar su carácter”.
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Con esta inédita iniciativa, Escobar cree que se “democratizó” el cine, pues los organizadores pusieron al alcance de todos herramientas (móviles) que ayudaron a crear, fácilmente, una historia.
Y con un teléfonocelular también fue creado “El 19no sello”, una producción encabezada por Juan Cáceres que mezcló el humor y la crítica social, con técnica en blanco y negro. En él, la muerte visita a los residentes de una torre de apartamentos, pero no con todos logrará su objetivo.
Hoy a partir de las 2:00 p.m., los tres primeros lugares del festival, Diego Figueroa, fundador de Escine, y Heinz Kobernik, director de cine y jurado del certamen, entablarán un conversatorio con El Diario de Hoy a través de plataformas digitales, para conocer las experiencias en este exitoso concurso.