La musicalización de una producción cinematográfica es el “vínculo emocional con la historia”, de acuerdo con el músico y compositor salvadoreño Mauricio Trabanino. De esa conexión es de la que él se encargó en el cortometraje de ciencia ficción “Speak Only Good of the Dead”, el que recientemente fue galardonado como Mejor corto por la National Academy of Television Arts and Sciences de Estados Unidos.
No es la primera vez que Trabanino crea una pieza musical para un proyecto audiovisual, fue precisamente su colaboración en el filme sobre migración “Perception” la que le abrió las puertas para participar en “Speak Only Good of the Dead”. El productor Samuel Romero había escuchado su trabajo y lo invitó a participar de este drama de ciencia ficción. Pronto, Trabanino estaba dentro.
TE PUEDE INTERESAR: Joven músico triunfa en certamen internacional y gana pasantía en Polonia
El también médico cirujano supo que musicalizaría la historia de un matemático que descubre que una maquina militar es consciente. Y tras enseñarle sobre amor y poesía decide apoyarse en este aparato para conquistar el corazón de una hermosa mujer.
“Cada director tiene una cierta idea sobre qué es lo que quisiera musicalmente para su producción y recae sobre nosotros los compositores entender su visión y adaptarnos a las guías estéticas que ellos nos ponen (…) Es un trabajo que inicia desde el momento que recibimos el guion hasta que entregamos la música terminada lista para ser insertada a la producción”, explicó Trabanino.
Con la historia en mano y los requisitos de una pieza compuesta un 90 % por cuerdas y el resto con piano, Trabanino comenzó su viaje de introspección para crear las partituras que mejor encajaran con esa historia de amor. Los filmes de la década de 1950 fueron su punto de partida para crear un score “auténtico de la época”.
Durante un tiempo, el compositor recibía escenas y cortes del equipo de producción que se encontraba en Miami, las que sirvieron para marcar el camino de una musicalización oscura creada a partir de instrumentos digitales que Trabanino ejecutó desde su piano eléctrico y real.
“La banda sonora debía transmitir la oscuridad y temor de una probable guerra nuclear, un romance naciente, y la tragedia de un amor imposible. La combinación de todos estos elementos junto a los lineamientos instrumentales de los directores me llevó a crear temas en su mayoría nostálgicos u oscuros. Incluso el tema romántico principal tiene esta sensación”, reveló el compositor.
Y es así como la banda sonora imprimió sensaciones que hicieron resaltar momentos de tragedia y amor, y cuajó tan bien esta sinergia que ello dio paso a ser premiados por la reconocida organización estadounidense National Academy of Television Arts and Sciences.
El nombre de Trabanino acompaña los créditos de un equipo de diez personas, encabezadas por el director Arminio Stephano Rivero; y aunque el premio no quede en sus manos, este salvadoreño reconoció que los cineastas y productores se aseguran de compartirlo y agradecen el papel crucial que juega cada uno de los involucrados.
TAMBIÉN LEE: Seis canciones de amor usadas en exitosas películas
Para Trabananino, “solo el hecho ser parte de este trabajo ganador es suficiente razón para estar agradecidos (…) esto afirma la calidad de nuestro trabajo exponiéndolo a un mayor público y potencialmente trayendo consigo nuevas oportunidades. Es motivación para seguir formando y creciendo profesionalmente”.
El músico, quien vive actualmente en Costa Rica, se ha embarcado en un nuevo proyecto donde musicalizará el largometraje estadounidense “Imago”, que está bajo la dirección del hondureño Andrés Irias. Pero Trabanino también tiene la visión de crear música que tenga vida propia más allá de la película: “Es algo que a mí me gustaría sentarme a escuchar”.