La historia de El Salvador y los premios Óscar no es nada fructífera. El mayor referente de este nexo es el cineasta André Guttfreund, quien en 1977 se convirtió en el primer salvadoreño (y centroamericano) en obtener una estatuilla dorada, gracias a su cortometraje “In The Region of Ice”. Una historia alejada alejada del contexto del país.
Ahora, una nueva esperanza se vislumbra para la biografía de la cinematografía salvadoreña luego de conocerse que el cortometraje documental “Imperdonable” fue calificado para competir en los premios de la Academia, y con ello podría aspirar a una nominación.
“Estamos empezando la carrera. La meta es llegar a estar nominados, falta bastante camino por recorrer. Ahora la película está calificada para competir en los Óscar y está inscrita en los Óscar, ahora tenemos que esperar hasta febrero para que ellos anuncien a los cinco finalistas. Competiríamos en la categoría de Mejor cortometraje documental”, explicó Marlén Viñayo, directora, coguionista y coproductora de esta producción que ha tenido muy buena aceptación a nivel internacional.
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“Imperdonable” es, justamente, una narrativa basada en lo inaceptable de la homosexualidad dentro de las pandillas. Viñayo comentó que este corto, nacido de la alianza entre el periódico digital El Faro y la casa productora La jaula Abierta, surgió precisamente de una visita que el periodista Carlos Martínez hizo al Centro Penal San Francisco Gotera, en Morazán.
Ahí, Martínez conoció a unos jóvenes retirados de estos grupos delictivos, quienes descubrieron una atracción mutua que se transformó en amor. Algo impensable e imperdonable para alguien que un día perteneció a una pandilla.
Martínez, también coguionista, no dudó en telefonear a Viñayo y contarle sobre esta potente historia.
“Todos sabemos que la pandilla es una estructura criminal profundamente machista y homofóbica y que con la sola sospecha de que uno de sus miembros pueda ser gay, los matan; entonces haber encontrado a este grupo de personas era sorprendente, y me pareció que allí había una historia que tenía que ser contada, que era algo que no se conocía, que podía aportar una nueva perspectiva”, expresó la cineasta.
Así que tomaron sus cámaras y se trasladaron hasta esas pequeñísimas celdas para registrar el testimonio de Giovanni. Fueron 12 días de rodaje en condiciones difíciles para rodar y cinco meses de edición.
Tras la culminación del cortometraje, el equipo comenzó a introducir “Imperdonable” en festivales internacionales, como el Hot Docs, de Canadá; el Festival Internacional de Cine Documental de Ámsterdam (IDFA), Holanda; el Telluride Film Festival y el Denver Film Festival en Estados Unidos y más.
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Fue así como este corto se robó la atención del director Barry Jenkins, ganador de un Óscar por su cinta “Moonlight” (2016), quien no dudó en comentar a través de su cuenta de Twitter lo grandioso que es este cortometraje salvadoreño.
“Para mí, el filme del año (…) Los humanos son seres complejos. Este filme es como el núcleo de una estrella de neutrones”, comentó Jenkins, dando así mayor exposición a “Imperdonable”.
Y justamente más resonancia es la que busca este equipo de documentalistas y periodistas, para así llamar la atención de los críticos de la academia, quienes tienen un voto decisivo para las cintas calificadas.
“Estoy muy emocionada, no te puedo decir que es un sueño porque ni siquiera soñé con esto. Estoy muy feliz de que esta película esté llegando tan lejos. Y muy contenta de que esta historia salvadoreña esté trascendiendo nuestras fronteras y que haya gente poniendo un ojo en El Salvador”, afirmó Viñayo.