Reconocido por su firme relación con Angelique Boyer, el pasado de Sebastián Rulli ha quedado bastante enterrado para la gran audiencia, o eso podría creerse.
Claro, el galán de telenovelas ha sabido encantar a través de las redes sociales con su saludable estilo de vida y con su relación de ensueño junto a la actriz de origen francés. Así, el ayer ya no se asoma más.
Con estampas de paradisíacos lugares, su increíble cuerpo luciéndose en un yate o en un atardecer, las rutinas de ejercicios, las graciosas y originales poses junto a Boyer, los bailes, deportes extremos y los mensajes lleno de amor hacia su pareja se omite que este actor argentino tiene un hijo de 10 años, fruto de su relación con la también actriz argentina Cecilia Galliano.
Y fue precisamente ella quien removió el pasado y evocó algunos sentimientos poco positivos en torno a quien un día fuera su esposo. Galliano y Rulli mantuvieron un matrimonio de cinco años y finalizó con una prolongada y dura batalla legal por su único hijo, Sebastián. Y en esta etapa, la prensa rosa posó su mirada en ellos, siendo su separación una de las más mediáticas de 2011.
Sí, el refrán “lo pasado, pasado” puede aplicar acá, pero Galliano tiene una razón de peso para revelar por qué aún no ha perdonado por completo al padre de su hijo. Sus fuertes declaraciones surgieron en una entrevista con la conductora María Patricia Castañeda.
Para esta argentina nacionalizada mexicana, la verdadera razón por la que se sintió muy lastimada no radica en el daño que le causó a ella el adiós, ni siquiera por la distancia que se establecería con su único hijo en común.
De acuerdo con Galliano, el resentimiento y dolor que sintió hacia el galán fue por haber salido de la vida de su hija Valentina, a quien Rulli adoptó con el corazón, sin ningún previo aviso. Rulli simplemente desapareció. Según la actriz de “La taxista”, su hija fue considerada por el propio argentino como una hija más.
“Son temas que me cuesta entender y perdonar. Cuando me separé de Sebastián me dolió más por Valentina que por Santiago, porque Vale tenía 10 años y su papá había sido Sebastián y de pronto se lo sacaron y nunca más la vio, ni explicó ni habló”, confesó la artista.
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La estrella de televisión continuó explicando que le costó ver que su hija se enfrentara, en silencio, a una situación tan triste, sobre todo, en los juzgados, donde debió estar presente en un juzgado y ser testigo de una pelea de bienes.
Galliano dejó ver que las heridas de esa relación aún duelen, a pesar de los nueve años que han pasado. “Yo siempre fui una mujer fiel, leal, trabajadora, una muy buena mamá y eso sí me lo aplaudo… creo que hice un buen trabajo como mujer en 10 años de estar con él.
No me lo merecía porque nosotros crecimos juntos, todo lo que trabajamos lo hicimos juntos, venimos de abajo los dos”, mencionó entre lágrimas la actriz.
