No solo los hijos han sido motivo de disputa entre los actores Brad Pitt y Angelina Jolie, las propiedades y cosas materiales también se pelean en un proceso judicial muy dilatado y donde están en juego millones de dólares. Y aunque estas estrellas de Hollywood han tratado de mantener sus peleas muy blindadas algunos detalles se han logrado filtrar, como la venta que intentó hacer Jolie sobre uno de sus inmuebles más emblemáticos.
De acuerdo con documentos obtenidos por el portal Page Six, la intérprete de Maléfica intentó vender su participación del 50 % del castillo francés, una espectacular residencia conocida como Chateau Miraval y que formó parte importante en la vida de estos famosos pues fue ahí donde contrajeron matrimonio y donde la familia compartía días de descanso.
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La intención de venta, presentada en Luxemburgo, ha sorprendido porque su exmarido no fue la primera opción de compra como copropietario de la finca de 500 hectáreas, propiciando que alguien más tenga acceso y pueda ser dueño de ella.
A través de la demanda se conoció que los artistas tenían sus acciones en “compañías de responsabilidad limitada separadas”, por lo que Miraval legalmente pertenece a una empresa llamada Quimicum, pero en ella Pitt tiene el 60 % de participación por medio de su empresa Mondo Bongo y Jolie tenía el 40 % con Nouvel. “Tres años antes de que se separaran, en 2016, Pitt transfirió el 10 % de la propiedad de Mondo Bongo a Joli’es Nouvel, lo que los convirtió en accionistas a partes iguales”, detalló el portal español Abc.es.
Y en medio de estos papeleos legales, títulos o bonos, el exmatrimonio acordó pedirse permiso en caso de que decidieran vender sus partes, sin embargo Jolie lo hizo a escondidas y sin oportunidad de que el actor pudiera pujar por dicha parte y obtener el total de la propiedad, ahora valorada en más de $164 millones.
Dentro de este castillo, de 35 habitaciones, hay propiedades que datan del siglo XVII e incluso posee un estudio de grabación donde Pink Floyd grabó varias canciones de su disco “The Wall”, además posee 30 hectáreas de viñedos que la expareja utilizó para producir un vino rosado que llevaba en la etiqueta sus nombres, pero que dejó de producir tras su separación.