Cuando Heath Ledger fue encontrado muerto en su apartamento de Manhattan el 22 de enero de 2008, su relación con la actriz Michelle Williams había terminado unos meses antes. No estaban juntos, pero un estrecho vínculo los seguía uniendo: su hija Matilda.
La prensa puso todos los reflectores sobre esta silenciosa actriz tras la muerte del actor australiano, pues ella había sido la última relación "seria y formal" con la que Ledger había convivido. Una situación que fue particularmente aniquilidora para esta rubia chica que, a pesar de la fama y el éxito que arrastraba, blindaba su vida personal.
De lo que había pasado o lo que sentía Williams se sabía nada. Los tabloides buscaban a toda costa fuentes cercanas para saber cómo la eterna rubia sobrellevaba este duelo, claro, a pesar de todo habían vivido tres años juntos y tenían un retoño en común. Pero esta estrella decidió alejarse aún más y, por algunos años su nombre no apareció en los créditos de ningúna película taquillera.
Te podría interesar: El día que Jennifer Aniston rompió a llorar en medio de una entrevista al enterarse que Brad Pitt sería papá
Michelle Williams estaba fuera del círculo élite de Hollywood. Su ánimo no le permitía nada más y se volcó a trabajar en producciones de autores independientes, quienes encontraron en ella un talento intenso y extremadamente brillante. "Hasta 'Blue Valentine' pasó meses sin recuperar las ganas y motivación para actuar", detalló el rotativo español El País sobre el camino oscuro que atravesaba la estrella que ganó fama por la serie "Dawson's Creek".
"Yo no sabía si podría con todo. Una se consuela diciendo que todo es un proceso de profundización. Pero es muy duro. Después del primer año, el dolor es menos intenso, es menos inmediato. Y el pensamiento mágico se aleja. Y eso es un modo de ver las cosas totalmente nuevo (...) Cada vez que realmente lo extraño y me pregunto adónde ha ido, sólo tengo que mirarla (a Matilda)", reconoció Williams años después en una íntima entrevista concedida a la revista Vogue.
Pasaron alrededor de tres años para que la estrella de 41 años volviera al ruedo. Su indiscutible talento la llevó, una vez más, a la cima. Siempre discreta pero arrasando, como lo ha hecho con la nueva entrega de "Venom" a mediados de noviembre pasado.
Lee: La historia del hijo con discapacidad de Collin Farrell que le cambió la vida
Se dijo que la muerte de Ledger se debió a una intoxicación por los efectos combinados de diazepan y doxilamina, recetados para tratar insominio, ansiedad y depresión. Pero el cineasta Terry Gilliam, quien había fichado al actor para una nueva cinta, declaró que el artista se miraba demasiado decaído.
"Mi impresión fue que no tenían nada en común. No encajaban. Mantuvieron dos vidas separadas (...) Él Intentaba ser decente y elegante, darle todo lo que quería (Michelle Williams): la casa, todo lo que fuera. Pero una vez que empezó a perderse, fue muy rápido. Estaba abrumado porque ella no le dejaba ver a su hija", afirmó Gilliam en una oportunidad.
