En tiempos donde solo existía la parrilla de televisión local o por cable, las opciones eran limitadas y ceñidas a lo que ofrecían los canales, punto. Por ello, en la década de los noventa las series eran una apuesta fuerte para las productoras y cadenas pues así se mantenían vigentes entre la audiencia durante años. Fue así como despuntaron historias de acción como "Kung Fu", "Walker, ranger de Texas", "Comisario Rex", "Xina, princesa guerrera" e incluso "Baywatch". Y entre ellas también destacó "Renegado".
Con una melena castaña y envidiable, una motocicleta, una escopeta y toda la pose de un hombre rebelde, el actor Lorenzo Lamas conquistó a toda una generación en el papel de Reno Raines, un policía acusado injustamente del asesinato de su esposa y que logra escapar de la cárcel, convierte así en un cazador de recompensas. Fueron cinco años de aventuras con este personaje que se coló entre los "héroes" más queridos de la pantalla chica.
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Por varios años, el guionista y productor Stephen J. Canell logró que la narrativa de este expolicía, que persigue a los "malos" y busca a un testigo que pudiera limpiar su nombre, mantuviera enganchada no solo a los televidentes de Estados Unidos, también del resto de América Latina. Sin embargo, como todo tiene un fin, "Renegado" también culminó tras 110 episodios. Y en cuanto salió de la TV, en 1997, el reconocimiento de Lamas (Santa Mónica, California, enero 1958) empezó a descender rápidamente.
Sus siguientes trabajos fueron películas que terminaron en cualquier estantería, sin pena ni gloria. Pasaron algunas décadas y su nombre figuró en filmes con artillería pesada para su publicidad pero con raquíticas taquillas, como "Mega Shark vs. Giant Octopus" o "Sharknado 3". Y frente a esos fracasos, Lamas consideró hacer un reality show de su vida, al mejor estilo de las Kardashians, pero "Leave It to Lamas" tampoco funcionó y solo duró cuatro episodios.
Sus atropelladas relaciones amorosas eran suficiente razón para creer que podía llamar la atención de la gran audiencia con un programa de telerealidad. Sí, Lamas ha tenido tumultuosos romances. Se casó con Victoria Hilbert, Michele Smith y Kathleen Kinmont, tras estos divorcios rehizo su vida con la chica Playboy Shauna Sand, con quién procreó tres hijas, sin embargo un nuevo fracaso se sumaba a su historial. Sand se vinculó sentimentalmente con un hijo de Lamas, fruto de uno de sus antiguos matrimonios.
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Pero en 2011 concretó una nueva relación y llegó al altar con Shawna Craig. Y por si sus relaciones no fueran suficientes complejas, un nuevo embrollo llegaría con esta: Craig "sirvió de vientre subrogado de una de las hijas de Lamas, dando luz así a su propio nieto", según el portal Fotogramas.es. Esta vida marital también tampoco llegó a buen puerto y se disolvió en 2017.
En medio de estos baches sentimentales y profesionales, Lamas decidió desempolvar su licencia de piloto y retomó esta profesión al sumarse a trabajar a en HeliNY, una empresa de vuelos turísticos neoyorkinos en los que, sin duda alguna, este "renegado" es el guía más solicitado.
A pesar de haber sido relegado por la gran industria, Lamas sigue muy activo en redes sociales, donde comparte sus vivencias con su extensa familia, su pasión por las motos, su trabajo surcando los cielos y, por supuesto, sobre aquellos años dorados donde era uno de los policías más sexis de la TV. Con sus más de 45,000 seguidores entre Twitter e Instagram, este artista sigue recibiendo muestra de cariño de aquella generación que creció con historias que se consumían una vez por semana, sin atracones, y con una cadena sin fin de anuncios.
