Una familia de artesanos en el municipio de Suchitoto, Cuscatlán, dedica su vida a la elaboración de hermosos y delicados accesorios de jacinto acuático desde hace una década; esta planta que nace en el lago Suchitlán se ha convertido en una fuente de ingresos para las personas de esa región.
Convertir la fibra de ninfa en hermosas artesanías, le ha valido a Juan Carlos Chávez y a su familia para resaltar como innovadores artesanos que buscan ofrecer a los turistas productos fabricados con materiales extraídos de la naturaleza.
Sus propuestas son reconocidas por el nombre de su emprendimiento, “Artesanías Ciudad Vieja”. Ellos destacan en esa zona del país por ser los únicos que trabajan materiales a base del Eichhornia Crassipes, nombre científico que se le da al jacinto de agua o ninfa.
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La planta es originaria de América del Sur y fue introducida en el Embalse del Cerrón Grande, actualmente lago Suchitlán, para que sirviera como un filtro natural.
Sin embargo, con el tiempo su rápida propagación ha hecho que se considere una planta invasora, porque afecta a la flora y la fauna del lago, al limitar el crecimiento de plantas subacuáticas de fondo que oxigenan el agua.
Ante esa situación, en 2010 Juan Carlos y su familia tuvieron la oportunidad de recibir de parte de FOMILENIO talleres enfocados en buscar la manera de transformar la planta invasora en algo productivo y de beneficio para el municipio.
Fue por medio de estos, las habilidosas manos de Chávez encontraron la técnica para mejorar la calidad de su trabajo y crear nuevos productos como sombreros, carteras, monederos, bisutería y sandalias a base de fibra de ninfa, en un cien por ciento.
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Sus creaciones han sido motivos de elogios para quienes visitan el local ubicado en la plaza central de Suchitoto, en donde su esposa Aracely Rivera los comercializa, mientras él, su hermana Mercedes González y su madre Gloribel González los trabajan en casa.
“El trabajo lo repartimos entre todos. Mi mamá es especialista en el croché, mis hijas se encargan de abrir las pencas de la ninfa, mientras que mi hermana se dedica a los tejidos y bisutería, y yo a todo los productos que llevan trabajo con máquinas y herramientas”, detalló Juan Carlos.
“El proceso requiere compromiso y paciencia”, agregó, al destacar que elaborar estos productos lleva mucho tiempo. Primero, van a extraer la planta al lago durante el invierno, ya que es la época en que más se reproduce. Luego, la almacenan en su casa, pero antes de eso, tienen que someterla a un proceso de desinfección y secado, que tarda más o menos de 1 a 3 semanas. Solo así estará lista para trabajarla.
Para su hermana Mercedes, más que un trabajo lo considera “una terapia familiar, que trae consigo un beneficio económico”. Hasta el momento, son al menos 85 productos los que han patentado con la ninfa, misma que combinan con semillas de pacún, pito, flor de fuego, conacaste, café y ojo de venado, entre otros materiales.
Según Gloribel, una cartera de mano es confeccionada con al menos 25 “pencas” de ninfa y su elaboración puede tardar mediodía. Y todos los accesorios pasan por el barnizado a base de agua para que las piezas sean de calidad y perduren con el tiempo.
Su innovación los ha llevado a impartir talleres fuera del municipio a personas interesadas en trabajar con la famosa planta y aprovechar para incentivar sobre la importancia de usar los recursos naturales que armonizan con el medio ambiente.
Por eso, para los artesanos el próximo paso será hacer sofás, sillas y otros muebles con toques rústicos y creativos a base de la popular ninfa acuática.
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