Lucía Figueroa es Odette, el cisne blanco
Edad: 24 años.
Años de trayectoria profesional: cinco.
Formación: Fundación Ballet de El Salvador y en Royal Academy of Dance.
PREGUNTAS
¿Cuántas veces has actuado en “El lago de los cisnes”? Esta es la tercera vez.
Personaje favorito de esta obra: el cisne negro.
Personaje que más te ha gustado interpretar en el ballet: Carmen y Julieta.
¿Quién es tu bailarina favorita? Diana Vishneva.
El escenario de tus sueños: es este, el Teatro Nacional de San Salvador, es muy especial y mágico.
Reconocimiento más destacado: en abril de este año fui la bailarina principal en la obra “Tango Woman Ballet”, en España.
¿Bailarías ballet sin música clásica? Me gusta experimentar, guardaría la línea clásica con casi cualquier género, podría intentarlo con el pop.
¿Cuántas horas dedicas a tu rutina de entrenamiento? Entre seis y ocho diarias, incluye clases de ballet, ensayos para funciones futuras y hago pilates, además practico otros tipos de baile.
Si no fueras bailarina, ¿a qué te dedicarías? Probablemente al diseño de interiores.
¿Qué otros estudios tienes? Me gradué en administración de empresas y sé inglés.
Marta Castellón es Odile, el cisne negro
Edad: 40 años.
Años de trayectoria: unos 15 ó 20.
Formación: Escuela Nacional de Danza de Nicaragua, Escuela Nacional de Danza Morena Celarié y estudios en Ecuador, México, Suiza y Estados Unidos.
PREGUNTAS
¿Cuántas veces has actuado en el “Lago de los cisnes”? Un montón… En México lo bailamos un mes completo e interpreté al cisne negro. Pero esta vez Alcira me ha ayudado a entender mejor a mi personaje.
Personaje favorito de esta obra: Odile.
El personaje que más te ha gustado interpretar: Julieta.
El escenario de tus sueños: siempre fue el Teatro Nacional de San Salvador.
Reconocimiento más destacado: he tenido la posibilidad de quedar en las audiciones. Fui primera bailarina en el Ballet Nacional de Ecuador, eso ha sido un gran mérito, y además pertenecí a la compañía Nacional de Danza de México, por casi 15 años.
¿Con quién te gustaría bailar en el escenario? con mi esposo, es bailarín, o con cualquier compañero.
¿Bailarías ballet sin música clásica? Sí, es posible. Hice una pieza de tango en puntas e intentaría otros como el pop, menos el reguetón.
¿Cuántas horas dedicas a tu rutina de entrenamiento? De cuatro a cinco horas, pero a veces es más dependiendo del día y las circunstancias, hago crossfit, recibo clases de ballet y realizo ensayos diarios.
Si no fueras bailarina, ¿a qué te dedicarías? Sería diseñadora ambiental, es más comencé la carrera en la universidad.
¿Qué desearías que tuvieran los escenarios salvadoreños de los escenarios extranjeros
donde has actuado? en el caso del Teatro Nacional, de infraestructura no tiene nada que envidiar.
William Herrera Gutiérrez es el Príncipe Sigfrido
Edad: 27 años.
Años de trayectoria: nueve.
Formación: Escuela Nacional de Ballet de Nicaragua, el Gran Ballet de Quetzaltnahuatl en Nicaragua.
PREGUNTAS
¿Cuántas veces has actuado en el Lago de los cisnes? Es mi primera vez, gracias a la Compañía Ballet de El Salvador.
Reconocimiento más destacado: obtuve papeles principales y he representado a mi país en el extranjero. Participé en concursos y giras internacionales. Soy primer bailarín de la Compañía Ballet de El Salvador y de la Compañía Ballet de Nicaragua.
El personaje que más te ha gustado interpretar: Solor, de “La bayadera”, aunque tengo muchos roles que me han gustado.
¿Quién es tu referente en el ballet? Mi padre que es bailarín, además fue mi principal maestro.
¿Qué diferencia encuentras entre el ballet de Nicaragua y el de El Salvador? Aquí hay un referente femenino de una calidad magnífica, y en Nicaragua nos falta. Quisiéramos que el ballet de allá aspirara a tener la fuerza del elenco salvadoreño.
¿Cómo ha sido trabajar con Alcira Alonso?
He madurado mucho bajo la dirección de ella, es una maestra genial y trabajó con mi padre hace muchos años.
¿Cuántas horas dedicas a tu rutina de entrenamiento? Creo que al rededor de seis a siete horas. Eso incluye mis clases, luego los ensayos. No voy al gimnasio, pero cuido lo que como y hago una ronda de ejercicios.
Si no fueras bailarín ¿a qué te dedicarías? Probablemente sería antropólogo.
El mayor sacrificio que has hecho por tu carrera: mis padres me apoyan, ya que son bailarines, aun así he sacrificado tiempo en familia.