Un equipo teatral sudamericano puso en escena en el Teatro de la Luna en Washington este miércoles 24 de marzo, con transmisión en vivo en Facebook, la pieza “Romero, la voz de los sin voz”, un monólogo escrito e interpretado por el peruano Carlos Solís y dirigido por el reconocido director de teatro latino en Washington DC, Mario Marcel, de origen argentino con apoyo en la producción por Nucky Walder, nacida en Paraguay.
El director Marcel reconoce que la conexión con un personaje como Óscar Arnulfo Romero, no tiene parangón durante la segunda mitad del siglo XX al presente, siendo una figura emblemática en su dimensión humana y pastoral, que transita fácilmente por la identidad latinoamericana con un mensaje fuerte que diluye las fronteras establecidas para repartir territorios en el continente.
Así al llegar a sus manos hace unos meses el texto escrito por Carlos Solís, mudado a la región de Washington desde Nueva Jersey, comenta que hablaron a fondo de los ajustes para adecuarlo a la escena teatral y estructurar un monólogo sostenido de 45 minutos de duración donde solo interactúan dos personajes duales interpretados por Solís.
No oculta que para este montaje echó mano de algunos recursos de investigación que necesitó para una obra sobre Romero, “El martirio del pastor”, del dramaturgo costarricense Samuel Rovinski, que montó con un numeroso elenco en el mismo Teatro de la Luna en Washington en la temporada de 1994.
También, lo conecta con la región porque en la efervescente década de 1970 Mario Marcel trabajaba con compañías itinerantes con paradas en El Salvador y otros países de Centroamérica, residía en Guatemala. Para entonces la región ya había entrado en una vorágine donde la voz de Romero, ponía nombre en El Salvador a los flagrantes violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas militares y el estado, y era cuestión de tiempo para que explotara un conflicto bélico, cuya mecha prendió –por azares del momento- el mismo asesinato del obispo el 24 de marzo de 1980,analiza Marcel.
Así el texto de Carlos Solís se centra en la dualidad de un Romero y el antagónico designado por paga para cegarle la vida, “En América Latina los militares que han violado derechos humanos han sido católicos por tradición yen el caso de Romero no es la excepción como lo refleja este texto de Cali”, comenta el director.
Carlos Solís reconoce que al conocer la figura de Romero quedó atrapado por el magnetismo de un personaje sin comparación en el continente en el que ve una profunda conexión con la realidad peruana. Monseñor Óscar Arnulfo Romero ascendió a los altares de la fe católica en 2018, luego de muchos años de riguroso proceso de investigación y causa de canonización por parte del Vaticano.
Esta obra que conmemora el 41 aniversario del asesinato del obispo y pastor salvadoreño ha sido auspiciada en su realización por la Casa de la Cultura de El Salvador en Washington, pero al existir todavía restricciones para hacer un
evento con público en la capital estadounidense, por las normativas de prevención de la pandemia, se desarrolló una transmisión pregrabada en video vía facebook en las páginas de la organización y del Teatro de la Luna en horario
5:00 p.m. hora de El Salvador, 7:00 p.m. Washington y luego un foro para conversar con los realizadores.
La directora de la Casa de la Cultura de El Salvador en Washington, Jeannette Noltenius, comenta que para conmemorar el aniversario de San Romero de las Américas se han presentado otras actividades en días anteriores, como una charla con Mario Bencastro, escritor salvadoreño radicado en Estados Unidos y autor entre muchos títulos de “Disparo en la Catedral”; también esta institución cultural en Washington DC realizó un corto con una compilación de Romero en obras artísticas a nivel internacional en disciplinas como pintura, escultura,
música, teatro, cine y literatura.
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