Lardé y Larín, el iluminador de la historia salvadoreña

El pasado 31 de diciembre se cumplió el primer centenario natal de este intelectual salvadoreño, cuyo legado aún requiere protección por parte de las autoridades culturales del país y la región.

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Jorge Lardé y Larín. / Foto Por EDH-Archivo

Por Carlos Cañas Dinarte

2021-01-08 10:33:06

Jorge Lardé y Larín nació en el barrio San Lorenzo (Santa Ana), el 31 de diciembre de 1920. Fue hijo del matrimonio habido entre el científico franco- salvadoreño Jorge Lardé Arthés (1891-1928) y la docente Benigna Larín Cea (1897-1991).

Estudió el bachillerato en Ciencias y Letras en el Instituto Nacional Francisco Menéndez y cursó tres años en la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador, los cuales mezcló con otras materias de su interés personal.

En 1937, el periodista Napoleón Viera Altamirano decidió incluir en El Diario de Hoy el artículo primigenio de su carrera periodística de divulgación histórica. Con el título de Acíhuat: la mujer de las aguas apareció una leyenda, inmersa en las páginas del 11 de mayo de 1937. El 10 de septiembre de ese mismo año, comenzó a firmar como Jorge Lardé y Larín, con el cual opacó para siempre al Jorge Lardé h. y al Larderín, con el que firmó otros escritos.

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Entre 1937 y 1993, en La tribuna, Tribuna libre, La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy y otros medios impresos del país dio a conocer artículos sobre temas de historia, literatura, pintura, geología, lingüística, toponimia, arqueología, biografía y turismo de El Salvador y Centroamérica. Se dedicó al magisterio desde 1941 hasta 1991, en la Escuela Normal Superior y los colegios privados García Flamenco, Bautista, Salvadoreño Alemán, Nuevo Liceo Centroamericano y en la Facultad de Economía de la Universidad de El Salvador.

El escritor y docente Jorge Lardé y Larín. Fotos EDH / Archivo

Como ciudadano, entre 1949 y 1961 militó en las filas políticas del Partido Acción Renovadora (PAR), del capítulo salvadoreño del Partido Unionista Centroamericano (PUCA) y del Partido Revolucionario de Unificación Democrática (PRUD).

En 1956, junto con la cardióloga Dra. María Isabel Rodríguez, la profesora Antonia Portillo de Galindo y los escritores Luis Gallegos Valdés y Mario Hernández Aguirre fueron electos diputados de la Asamblea Legislativa.

Con sus respectivos aportes a la historiografía nacional, Lardé y Larín y Rodolfo Barón Castro fueron los iniciadores de la nueva etapa de la investigación histórica salvadoreña.

Desempeñó varios cargos en la administración pública, como la dirección del Museo Nacional “David J. Guzmán” (1949-1956), la subsecretaría del Ministerio de Cultura (ahora Educación, 1956-1960) y encargado temporal de ese despacho, en tiempos del presidente y teniente coronel José María Lemus.

En el Ministerio de Relaciones Exteriores, ocupó el puesto de asesor histórico en la Dirección General de Límites (1978-1992), misma posición burocrática a la que luego pasó al Departamento de Historia Militar del Ministerio de Defensa, en la que permaneció hasta el día de su muerte.

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Su profusa labor intelectual y magisterial mereció múltiples reconocimientos, como el Premio Nacional de Cultura, en la rama de Ciencias (noviembre de 1982), el Laurel de Oro Ancalmo (1991), el Premio de Cultura “Antonia Portillo de Galindo” (1992) y los nombramientos como doctor honoris causa en Humanidades (Universidad Dr. José Matías Delgado, 1996) e Hijo meritísimo de El Salvador (Asamblea Legislativa de El Salvador, decreto legislativo 791, 2 de diciembre de 1999).

Formó su hogar con María Lilia González (hija del químico y escritor Dr. Rafael González Sol y de Laura González de González, última hija del positivista Dr. Darío González), con quien gestó a su único hijo, el ingeniero químico Jorge Gerardo Lardé González, actual custodio de su archivo personal.

Miembro de diversas instituciones cívicas y culturales del país y del extranjero, se destacó como miembro de número de la Academia Salvadoreña de la Historia (1952), de la que fue director perpetuo (1983) y emérito (2000).

Treinta y dos obras le fueron publicadas en vida, entre las que se encuentran Isidro Menéndez (1958), Orígenes de San Miguel de la Frontera (1974), Orígenes de la Fuerza Armada de El Salvador (1977) y Orígenes de Casa Presidencial (1990). Son fundamentales sus libros El Salvador. Historia de sus pueblos, villas y ciudades (1957, reeditado en 2000, con un apéndice de actualización) y los tres tomos de su Toponimia autóctona de El Salvador (1975-1977).

Izq.: Dibujo de Jorge Lardé y Larín. Los tres tomos de este libro constituyen uno de los más grandes aportes de Lardé y Larín al conocimiento histórico nacional (der.).

Varias de sus últimos libros fueron recopilaciones que hizo de los artículos que aparecieron en su sección De vulgarización, en El Diario de Hoy desde el 18 de abril de 1964: El Salvador: inundaciones e incendios, erupciones y terremotos (1978, reeditado en 2000), El Salvador: descubrimiento, conquista y colonización (1983, reeditado en 2000) y El general Joaquín Eufrasio Guzmán (Costa Rica, 2014).

Falleció en la mañana del martes 8 de mayo de 2001, en el Hospital Médico Quirúrgico del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS). Fue sepultado al día siguiente, en la Sección de los Hombres Ilustres del cementerio capitalino.