¿Conoces el origen de algunas supersticiones y rituales de fin de año en El Salvador?

Los rituales que la población salvadoreña práctica para fin de año no están ligados al concepto religioso de la Navidad. Algunas tradiciones que la población salvadoreña practica tienen su origen en la Colonia y las cortas de café.

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El estreno está ligado a la historia de las cortas de café, que se volvían una fiesta. Compradores en góndolas de ropa usada en una de las calles del centro. Foto EDH/ Francisco Rubio

Por Nancy Hernández

2020-12-25 9:04:48

La pandemia causada por el COVID-19 llega con un mensaje especial: “Quédate en casa”. Sin duda alguna en 2020 las celebraciones de fin de año son diferentes a las de años anteriores: muchos encuentros fueron digitales, las fiestas están vetadas y los protocolos de desinfección deben de estar al pie del cañón. Pero no todo es malo, el contexto empuja a la población salvadoreña a compartir y disfrutar en familia, incluso este contexto pandémico podría llevar a instaurar nuevas tradiciones y formas de celebrar.

En el país, la Navidad y las festividades de fin de año se celebran desde hace mucho tiempo, pero cada una con perspectivas diferentes. La primera fue concebida como un festejo religioso y la segunda está etiquetada como una fiesta pagana. Sin embargo, para el historiador Israel Cortez, ambas son herencia de culturas foráneas.

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“Hay una diferencia en lo que se hace el 24 y 25 con las celebraciones de fin de año. En fin de año hay toda una superstición y entramado de costumbres, llama la atención porque la superstición no tiene que ver con la religión. Las fiestas de fin de año no tienen que ver con lo sagrado”, dijo.

Cortez explicó que los salvadoreños suelen practicar acciones que están ligadas a la superstición e incertidumbre del futuro y estas involucran el número 12 como la tradición de las 12 naranjas y comer 12 uvas a la medianoche del 31 de diciembre. También se acostumbra usar determinados colores de ropa interior como augurio del nuevo año.

Foto/BBC

Aseguró que muchas de las creencias pueden estar vinculadas a la magia negra o blanca, puesto que al dejar de ser una celebración sagrada da paso a otros tipos de creencias.

“Todas estas creencias están relacionadas a la incertidumbre del futuro y la necesidad de querer saber qué pasará el próximo año”, dijo.

LOS RITUALES MÁS COMUNES DE FIN DE AÑO SON:

Las 12 uvas de la buena suerte: Comer doce uvas trae buena suerte. Esa es la creencia popular. Una uva por cada mes del año. Y con cada uva debes pedir un deseo para cada uno de los 12 meses de este 2016 que viene.

Las maletas: Uno de los más tradicionales y conocidos es salir de la casa y darte una vuelta a la manzana, al pasaje o al jardín con tu maleta de la mano para tener un año cargado de viajes.

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Dinero en las manos justo a las 12 de la medianoche: Algunas personas colocan un billete o moneda en el calzado, pero también puede recibir el año con un billete o moneda en la mano izquierda.

Utiliza ropa interior amarilla para la suerte y roja para el amor: Un clásico es la ropa interior amarilla si quieres que el próximo año esté lleno de dinero y alegrías, pero también puedes usar uno color rojo si lo que realmente te interesa es atraer el amor.

CELEBRACIONES NAVIDEÑAS EN EL SALVADOR

En El Salvador, se desconoce la fecha exacta en que se empezó a celebrar la Navidad y las tradiciones que la rodean, además, con el tiempo se han transformado y adoptado nuevas costumbres, pero estas siempre han tenido la influencia de la religión católica.

“La manera en la cual celebramos la Navidad actualmente es bien diferente a como se celebraba en otros tiempos. Si hablamos propiamente de la religión y la Navidad, tenemos que ubicarnos en el plano de la religión católica, puesto que en el mundo de habla hispana el dominio era de la corona española, la religión que dominaba. Hay registros coloniales que desde el siglo XVI se celebra desde México hasta la Patagonia, se celebra la natividad de Jesús, básicamente estamos hablando del periodo colonial y de una tradición muy antigua”, manifestó Cortez.

Explicó que en la instauración de estas tradiciones se pueden identificar diferentes momentos o épocas de la iglesia católica, porque desde el plano religioso todo es concebido desde las perspectivas de solemnidad, celebraciones y conmemoraciones y en el caso de la natividad de Jesús siempre se ha concebido como una celebración desde el siglo XVI.

La iluminación de la ciudad es parte de esa costumbre de celebrar a lo grande la Navidad y fin de año. Foto EDH/ Jonatan Funes

Un ejemplo de ello y el primer registro que se tiene es que en 1768 en San Salvador colonial había 11 cofradías en honor al Niño Dios, pero esto denota que en el periodo colonial no tenía mucha relevancia porque el número de cofradías para otras devociones católicas o momentos era aún más alto.

“Esto quiere decir que la natividad de Jesús no tenía mucha relevancia en el periodo colonial, pero sí era importante porque desde el 8 de diciembre que es el día de la Virgen de Concepción hasta el 25 de diciembre las cofradías del Niño Dios estaban muy activas hasta el día de su fiesta”.

Para el historiador, este registro es importante porque permite comprender que en el periodo colonial ya había celebraciones en las provincias del antiguo San Salvador.

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Ahora bien, las tradiciones de usar ropa nueva, dar regalos, comer pavo o chompipollos son productos de la trasculturización que se ha dado por los procesos migratorios, según Cortéz.

Aún se desconoce la fecha exacta en que se colocó el primer nacimiento en El Salvador. Pero muchas familias tienen la tradición de decorar de manera especial sus nacimientos. Foto EDH

Cortéz considera que la forma de celebrar ahora la Navidad y fin de año está bastante influenciada por la televisión, la transculturación como producto de la migración a Estados Unidos es que se han adquirido nuevas tradiciones o modificado las ya existentes.

“Recordemos que la transculturación es adoptar tradiciones y costumbres de otras partes del mundo y adaptarlas a nuestra realidad. Antes si los niños querían algo se lo pedían al niño Jesús porque Santa Claus era desconocido. Hasta 1950 esa fue la manera y era un rito religioso ligado a los rituales cristianos católicos”, concluyó.

Este año, los comerciantes consideran que las ventas de aves han bajado debido a que la población aún mantiene temor de acercarse a lugares aglomerados, como el Mercado Central. Foto EDH/ Lissette Lemus

¿Por qué se come pollo o pavo?

“En estas fiestas de carácter familiar no falta el aguardiente, el licor, la comida. (…) esta idea de comer pavo tampoco es originaria de acá. En el período colonial no se comía pavo, porque en las cofradías se comían tamales”, refiere Cortez.

Asegura que en El Salvador los tamales, el aguardiente, el ayote, la chicha y demás comidas típicas son las que se han consumido desde la época colonial, y los alimentos también están ligados a las cosechas de la época.

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Cortez explica que la idea de comer pavo o chompipe es reciente, a pesar que los animales ya existían en la Colonia: “Pero no podemos decir que es lo que se ha comido todo el tiempo para el 24 y 25 de diciembre, esa costumbre también tiene su origen en los préstamos culturales que tenemos”, subrayó.

¿Por qué el salvadoreño se emociona más con el 24 de diciembre? ¿Por qué el estreno?

El salvadoreño es fiestero, “entonces a la Nochebuena, por ser el momento de la fiesta, se le presta más atención porque da la oportunidad de reunirse con familia y amigos, pero también tiene relación con un oficio que desde años se ha instaurado en el país, que es la corta de café.

“… en el pasado, los cortadores para estas fechas regresaban a su casa y se reunían con su familia. Probablemente, de ahí viene la idea del estreno también, porque en la Misa del Gallo se reunían con su familia, con toda la comunidad; y en las posadas, la gente visitaba las casas de los demás durante toda la noche. Este era un momento de encuentro entre vecinos, amigos, familiares que estaban lejos, por eso es muy probable que de ahí venga la idea de estrenar”,
reflexionó el historiador.

En cuanto a los regalos, es más una costumbre impuesta por el comercio.

Los salvadoreños suelen buscar “el estreno” navideño en la víspera de Nochebuena. El centro de San Salvador es uno delos lugares preferidos para comprar a bajo costo. Foto EDH/ Menly Cortez