Los tres creadores del Himno Nacional de El Salvador

Este próximo 15 de septiembre, el canto patrio salvadoreño cumplirá 140 años. Por esa efeméride, resulta importante recordar al poeta salvadoreño y a los dos músicos extranjeros que contribuyeron a su creación.

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De izq. a der. el director napolitano Giovanni Enrico Aberle Viscardi; el poeta y coronel migueleño Juan José Cañas Pérez y el director prusiano de orquesta Heinrich Drews. Foto EDH / Cortesía

Por Carlos Cañas Dinarte

2019-08-30 8:30:08

Corren los días iniciales de 1879. El presidente de la República, el médico Dr. Rafael Zaldívar, llama a su despacho en el primer Palacio Nacional al poeta y coronel Juan José Cañas Pérez (San Miguel, 1826-Santa Tecla, 1918) para encomendarle una misión. Debe redactar la letra versificada de un himno nacional salvadoreño, que sustituirá al que el médico, periodista e impresor cubano Lic. Tomás Manuel Muñoz dedicara, en 1866, al mandatario Dr. Francisco Dueñas.

Durante varias semanas, en su pequeña casa en la ciudad tecleña, el coronel Cañas Pérez desarrolla la tarea poética encomendada. Una vez finalizada, remite el escrito a quien va a desarrollar la composición musical de la misma. Es la primera vez que trabajan, pero no lo hacen juntos, sino a la distancia.

El director y compositor italiano Giovanni Enrico Aberle Viscardi (Nápoles, 1846-Santa Ana, 1930) tiene algunos problemas iniciales para desarrollar su labor. No le resulta fácil compaginar aquellos versos y adecuarlos con notas en una partitura. Pese a ello, el coronel Aberle Viscardi busca hacer la tarea encomendada con prontitud y limpieza profesional bajo la sombra que le brindan los árboles de su Quinta Aberle, edificio ahora inexistente y cuyo predio ahora es ocupado por la Embotelladora La Cascada, situada en el antiguo camino hacia Mejicanos.

Tarjeta postal conmemorativa (1871-1913) de Juan Aberle, quien firmó el cartón con su nombre castellanizado, redactado de su puño y letra. Foto EDH / Cortesía

La composición poética y musical resultante fue del pleno agrado del presidente Zaldívar. Con su aprobación, letra y música fueron entregadas al tercer componente creador del Himno Nacional salvadoreño: el maestro Heinrich Drews (Memel, Prusia, 1847-San Salvador, 1916), director de la Banda de los Supremos Poderes, la máxima orquesta del país desde 1842, cuando fue fundada por el músico guatemalteco Escolástico Andrino.
El director Drews elaboró la orquestación del Himno Nacional, en la que combinó y armonizó tonos e instrumentos para lograr un conjunto coherente y agradable, que lograra impactar al público que escucharía aquel nuevo canto nacional, cuya letra era un canto a la paz y su música tenía grandes evocaciones a otras piezas europeas, como la Marcha de la Consagración de la ópera El Profeta (1849), de Giacomo Meyerbeer.

En mayo de 1879, el Himno Nacional de los Juanes entró a las prensas de la Imprenta y Litografía Nacionales, situadas en la parte baja del mismo Palacio Nacional. Era urgente contar con la letra y partitura impresas, porque de junio a septiembre el profesor G. Muny debía enseñarlo a todos los escolares de la capital, como lo reseñó el periódico sansalvadoreño La nación, en su tirada del 10 de septiembre de 1879.

Con las voces estudiantiles de los futuros intelectuales Alberto Masferrer (pensador, funcionario y diplomático), Víctor Jerez (rector magnífico de la Universidad de El Salvador), Manuel Mayora Castillo (poeta y periodista), Salvador Rodríguez González (abogado, creador de la Doctrina Meléndez con la que El Salvador derrotó a Nicaragua y al Tratado Chamorro-Bryan en 1917), Vicente Loucel, Carlos Bonilla h., Rogelio Ruiz, Lucilo Paiz, Ismael Anzora, Salvador Arriza Godoy, Isaac Guevara, José Antonio Delgado, José Antonio Ruiz, Leandro Vásquez Guzmán, Rafael Zaldívar h. y otros, el Himno Nacional de Cañas, Aberle y Drews fue cantado e interpretado, por primera vez, en la explanada o patio interior del anterior Palacio Nacional, la mañana del 15 de septiembre de 1879, con un concierto de la Banda de los Supremos Poderes desarrollado ante los principales dirigentes del Estado, invitados especiales y público sansalvadoreño.

¿Dónde quedaron la letra, partitura y orquestación originales de ese Himno Nacional? En la actualidad, están perdidas, aunque lo más probable es que hayan sido destruidas por las llamas que consumieron a ese Palacio Nacional y Archivo General de la Nación, en la noche del 19 y madrugada del 20 de noviembre de 1889. ¿O estarán resguardadas en algún archivo privado, bajo la contemplación celosa y exclusiva de algún coleccionista?

Esta tarjeta postal muestra los tres juegos de columnas que adornaban la fachada principal del primer Palacio Nacional de San Salvador, en cuyo patio interior fue estrenado el Himno Nacional de El Salvador, el 15 de septiembre de 1879. Foto EDH / Cortesía

En 1894, tras el derrocamiento del gobierno de los generales hermanos Carlos y Antonio Ezeta, el Himno Nacional de Cañas, Aberle y Drews volvió a ser interpretado. Ninguno de ellos recibió pago alguno por sus servicios prestados en 1879. Por esa razón, a iniciativa del presidente legislativo Dr. Dionisio Aráuz y del primer secretario Dr. Justiniano Hidalgo, fue emitido un decreto legislativo el 9 de abril de 1902, por medio del cual se les otorgó una medalla de oro a ese trío de creadores. Esas áureas preseas les fueron entregadas el 15 de septiembre de ese año, en una ceremonia especial encabezada por el presidente de la República, general Tomás Regalado Romero.

En 1944, los versos del coro y las tres largas estrofas del Himno Nacional salvadoreño fueron traducidos al inglés por Mary Elizabeth Shaw y Diccon Shaw. Casi una década más tarde, a instancias de quien entonces era el director del Museo Nacional “David J. Guzmán” -el historiador y profesor Jorge Lardé y Larín- y de la directiva de la Academia Salvadoreña de la Historia, la Asamblea Legislativa emitió un decreto el 13 de noviembre de 1953, por el que se adoptó, de forma oficial, como Himno Nacional de la República de El Salvador al compuesto en 1879 por Juan José Cañas y Giovanni Aberle. En ese documento, el aporte del maestro Drews fue eliminado.

El miércoles 15 de septiembre de 1954, con motivo de los 75 años de la primera interpretación del Himno Nacional creado por Cañas y Aberle, se les rindió a ambos un multitudinario acto, desarrollado por autoridades, intelectuales y escolares en la ciudad de Nueva San Salvador (Santa Tecla desde el primer día de 2004), frente a la casa del coronel Cañas Pérez sobre la avenida José María San Martín, la misma que no resistió al terremoto del 13 de enero de 2001 y tuvo que ser demolida.

En castellano, náhuat, inglés o en sus diversas versiones, el Himno Nacional constituye uno de los símbolos más conocidos de la patria salvadoreña. Quizá algunas personas consideren que su letra del siglo XIX no dice casi nada a las generaciones de dos centurias después, pero es indudable que forma parte de nuestro legado cultural e histórico. Es decir, de nuestro patrimonio común, dentro y fuera de nuestras fronteras patrias.