Don Gilpin, el comerciante residente de El Salvador que murió en el trasatlántico hundido por Alemania en 1915

La muerte del reconocido empresario británico residente en territorio cuscatleco afectó vidas y negocios en la ciudad de San Salvador de inicios del siglo XX.

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Pintura que representa el hundimiento del Lusitania en 1915 por el submarino alemán U 20, perteneciente al Archivo Federal de Alemania.

Por Carlos Cañas Dinarte

2020-09-07 4:30:41

George Arthur Gilpin tuvo una infancia estable, pero una adolescencia difícil e incierta. Sus padres James Gilpin y Eliza Mary Catherine Shaw contrajeron nupcias el 1 de septiembre de 1869 en la iglesia de St. Matthias (Burley, Kirkstall, West Yorkshire). Él nació en Leeds (Yorkshire), el 16 de febrero de 1868 y fue bautizado el 13 de septiembre en el templo de San Juan Bautista, en Holbeck, West Yorkshire.

Su padre James Gilpin falleció en 1881, por lo que su grupo familiar tuvo problemas económicos y se vio forzado a dividirse. El joven George Arthur se fue a vivir con sus abuelos maternos William y Elizabeth Shaw al número 22 de Museum Lane, en Leeds. Su hermano Walter (nacido en 1870) se quedó como integrante de la banda musical del Chatham Hospital de Manchester, mientras que su madre Eliza y sus hermanas gemelas Lily (1872-1960) y Rose se alojaron en el no. 77 de Regent Road, en Salford, con una de sus tías maternas.

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En 1891, casi toda la familia Gilpin-Shaw volvió a reunirse bajo un mismo techo, en el 42 de Wynford Street, en Salford. Allí, George Arthur figuró como empleado y su hermano Walter aparecía registrado como ingeniero tornero. Ambos vivían con Eliza y Lily. De Rose no vuelve a saberse nada, porque se separó para siempre de su núcleo familiar por desavenencias irresolubles. Para ayudarse con otros ingresos, le alquilaban una habitación a Robert Easton, de 35 años.

George Arthur Gilpin tuvo una corta carrera docente en Leeds y Armley Church, ya que fue atraído por el mundo de los negocios en Manchester, donde se posicionó pronto gracias a sus conocimientos de las lenguas castellana y portuguesa. Gracias a ello, en octubre de 1895 se trasladó hacia San Salvador, El Salvador, contratado como cajero del London Bank of Central America o Banco de Centro América y Londres.

Billete de un peso del London Bank of Central America. Fue diseñado e impreso en Londres, por la prestigiosa casa Waterloo & Sons.

Hábil para los negocios, tuvo a su cargo la liquidación del Banco Industrial del Salvador. Además, en la mañana del 19 de mayo de 1899, ante los oficios del abogado y notario Dr. Belisario U. Suárez y en representación del London Bank of Central America, realizó la venta de la presa hidroeléctrica de calicanto y lámina de la Compañía Hidráulica de Juayúa, en el nacimiento del río Ceniza.

Para entonces, don Gilpin -como era conocido en San Salvador- había fundado su propia firma comercial, la Agencia G. A. Gilpin, dedicada a la exportación de materias primas desde El Salvador y a la importación de productos industriales desde el Reino Unido hacia todo el territorio salvadoreño. Además, se desempeñó como agente general de The Yorkshire Insurance Company, una empresa de seguros marítimos y contra incendios originaria de su territorio natal.

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En pocos años de trabajo, Gilpin se convirtió en un hombre solvente, pero decidió no compartir su bienestar con ninguna mujer ni fundar una familia, por lo que aquel cuerpo británico de 1.65 metros, ojos azules y pelo grisáceo permanecería soltero hasta el fin de sus días. Por el contrario, entre 1908 y 1915 fue usuario regular de la primera clase del trasatlántico RMS Lusitania, el barco insignia de la empresa británica Cunard Line, botado al agua el 26 de agosto de 1907.

Esos viajes de Gilpin se centraban en descansar y visitar a su madre Eliza en su casa familiar del número 22 de Museum Lane. En uno de ellos, le llevó una Union Jack (bandera del Reino Unido) agujereada por balazos, por lo que casi es seguro que haya sido una de las que ondeaban sobre propiedades y representaciones oficiales británicas en el puerto de Acajutla y Sonsonate, durante la intentona golpista del martes 11 de junio de 1907, encabezada por el abogado salvadoreño Dr. Prudencio Alfaro y cientos de invasores nicaragüenses.

Postal coloreada de la sede de Slater, Smith & Company, sucesora en San Salvador de la agencia comercial fundada por el británico George Arthur Gilpin.

El 19 de abril de 1915, desde el puerto panameño de Colón se dirigió hacia Nueva York para abordar de nuevo al Lusitania, con destino al puerto de Queenstown y, después, hacia el número 32 de Marshall Street, en Leeds, donde su madre vivía en una casa bautizada Salvador, en honor al país centroamericano que tanta prosperidad y estabilidad les había proporcionado. Jamás se volverían a encontrar.

George Arthur Gilpin fue una de las 1198 víctimas mortales del último torpedo del submarino alemán U-20, que impactó y hundió, en apenas 18 minutos, al Lusitania, a 18 km frente al cabo Kinsale, en las costas de Irlanda, a las 14:12 horas del viernes 7 de mayo de 1915. El recién fundado diario capitalino La Prensa dio la terrible noticia de su desaparición en el mar en su edición del 12 de mayo. Recuperado su cadáver y etiquetado bajo el número 245, fue sepultado el 23 de junio en el cementerio de Eccles (Lancashire).

El hundimiento del Lusitania y sus miles de víctimas mortales fueron portada en muchísimos países del mundo.

Desde la distancia, su madre y hermana vendieron su firma comercial en San Salvador al comerciante Thomas H. Slater. Fue reemplazada por su sucesora, denominada Slater, Smith y Cía., que tenía su sede en un edificio al costado occidental de la Dirección General de Correos (antes Escuela Politécnica), al lado de la sede de la Universidad de El Salvador entre 1879 y 1955, en San Salvador.

En su testamento, Gilpin legó a su madre (nacida en 1845) la nada despreciable suma de 8953 libras esterlinas, que junto con la venta de la agencia comercial en San Salvador le permitieron vivir de forma holgada hasta los 80 años.