La aventura de la hija de un expresidente salvadoreño como polizonte en un barco

En 1932, una salvadoreña de 18 años fue noticia en los periódicos de Europa. Era hija del expresidente Arturo Araujo y estudiaba en un internado en Inglaterra, del cual escapó para buscar aventuras que la llevaron a reaparecer en Portugal.

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Puerto de Falmouth en Cornualles en una postal inglesa de los años 30 del siglo pasado. Foto cortesía: Raoul Fernández

Por Raoul Fernández, Cortesía

2021-05-14 6:30:43

En toda la prensa europea circuló en 1932 la noticia de una bella señorita salvadoreña que se había escapado de clases en el Reino Unido y que fue encontrada “vivita y coleando” en Lisboa, Portugal. Las policías de Francia, España, Italia, Portugal y Reino Unido la buscaban infatigablemente. Todos los diarios europeos afirmaban que se trataba de la hija mayor de un expresidente de El Salvador. La ortografía del apellido en algunos diarios la escribieron erróneamente como en este, La Liberté de Francia que hoy les comparto, “Aranzo” por “Araujo”.

Era Elena Araujo, de 18 años de edad, hija mayor del ex-presidente salvadoreño Arturo Araujo, cuyo mandato duro solo nueve meses, desde 1 de marzo de 1931 hasta el 2 de diciembre del mismo año, derrocado por un golpe militar comandado por Maximiliano Hernández Martínez. Por suerte, la adolescente viajaba con pasaporte diplomático. Incluso periódicos españoles, como el ABC, dieron cuenta de la noticia. Esa aventura le dio la vuelta al mundo. Quizás alguno de ustedes sabe algo más de esta viajera, digna de una película de aventuras.

Traduzco este artículo de La Liberté que se publicó el 28 de julio de 1932:

Es por amor a la aventura que la señorita Elena de Araujo se embarcó clandestinamente sin comida ni equipaje

Lisboa, 27 de julio: He aquí nuevos detalles con respecto a la aventura rocambolesca de la srita. Elena de Araujo, hija primogénita del ex-presidente de la República de El Salvador, la cual fue encontrada, como todos ya sabemos, disfrazada de hombre, en el fondo de la bodega de la goleta “Shoal-Fischer”.
Entrevistada por un periodista del “Daily Mail”, está jovencita de grandes ojos color malva, de bellos colochos rubios que sobresalen de una boina azul y vestida con un suéter y pantalón gris, primeramente desmintió todos los hechos que se le atribuyen con buen sentido del humor. Pero toda la información indica que es ella la estudiante que se había fugado de sus clases.

“-Para nada me he escapado de la pensión, dijo ella, por la excelente razón que yo terminé mis estudios el diciembre pasado.”

Recorte original del la publicación del 27 de julio de 1932 en el periódico francés La Liberté, en el que se narra la aventura de la adolescente salvadoreña.

Unas ganas locas de…

“Fue en junio, mientras estaba turisteando en el condado de Cornualles (nota del traductor: península al extremo suroeste del Reino Unido. Cornwall en inglés) cuando de repente descubrí delante de mí una goleta pescando a la que me encaramé de escondidas y en la que me fui navegando como pasajera clandestina hasta Nantes (puerto francés) y de allí me desplacé a Rennes (tierra adentro en la Bretaña francesa).
“En esa ciudad conocí a dos escoceses junto a quienes regresé a Nantes. Y viendo allí de nuevo la goleta Shoah-Fischer, de la que ya todos me habían contado que era la más antigua de Inglaterra, me entraron una ganas locas de embarcarme de nuevo y zarpar.
Pero como el capitán se negaba rotundamente que entrara en su navío, tuve que colarme clandestinamente y me escondí entre dos grandes bultos de velas”.
“Sólo llevaba para comer un pedazo de pan francés y chocolate, pero no me arrepentí de no haber previsto nada de comida para el viaje pues nos sorprendió una enorme tormenta en la bahía de Vizcaya que me quitó todas las ganas de comer”.
“Estaba tan enferma que tuve que salir de mi escondite. Y cuando el capitán de la nave de repente me descubrió a bordo, comenzó a “zarandearme y regañarme tan fuerte” que ordenó a su mujer, que también viajaba con nosotros, para que me vigilara, y ahora pues, como ya lo ven, estoy aquí (en Lisboa).

Puerto Mavavissey en Cornualles, Inglaterra, una pintoresca región turística en la actualidad. Postal de los años 30 del siglo pasado.

Ella quería era “vivir” sus novelas....

La joven y bella buscadora de aventuras es muy probable que sea devuelta a Inglaterra después de que los cónsules de El Salvador y de Gran Bretaña decidan junto a las autoridades portuguesas lo que más convenga a su caso.

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Entrevistada en Inglaterra la tía de la señorita Elena de Araujo declaró que su sobrina, que posee un carácter muy independiente, fue efectivamente a pasearse sola en Cornualles desde donde le había enviado un simple mensaje que decía: “Tía, su próxima carta mándemela a Lisboa. Esta noche me embarco”.
Nadie duda de que todos los editores ingleses se están peleando por obtener la exclusividad de las aventuras y escritos, aún inéditas, de esta jovencita...»

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El puerto de Lisboa en los años 30 del siglo pasado, época en la que Elena llegó como polizonte.

* El autor del texto, Raoul Fernández, es un diseñador de vestuario para teatro que radica en Francia y tiene una afición por buscar fotografías, noticias y documentos sobre El Salvador que se encuentran en archivos europeos. Varios de sus hallazgos los publica en el grupo Imágenes de El Salvador de antaño de Facebook. Él sabía de esa historia desde hace unos años por una amiga inglesa. La nota la buscó mucho tiempo en los diarios ingleses y franceses y un día por casualidad encontró una pista en el diario español ABC.

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