La subasta privada del Museo de Arte de El Salvador (Marte), “Sumarte” dejó como máximo ganador del Premio “Rodolfo Molina” al artista y fotoperiodista de El Diario de Hoy, Ricardo Flores. Con la pieza “No digas eso”, Flores destacó entre 84 artistas participantes y conquistó a un jurado internacional.
Flores envió sus piezas al concurso desde 2015, por insistencia y consejo de un profesor universitario, quien repetía a él y al estudiantado: “apliquen todos los años, aunque no haya nada seguro; solo así verán que son constantes en el medio y que tienen un interés por formar parte de él”. Ha sido en la décimo cuarta edición de la puja que Flores captó la atención de los involucrados y ahora “No digas eso” forma parte del acervo del Marte.
La pieza creada por el artista es una fotografía mate sobre papel de algodón que refleja el tema de violencia en El Salvador, pero de una forma “menos cruda y visceral”, como él lo definió. La imagen expone un abecedario, pero dos letras específicas están ocultas por dos casquillos de balas usadas. Los dos grafemas son la “M” y la “S”.
Para Flores su concepto evoca todo el “secretismo y miedo” que existe en el país entorno a los código de violencia pandilleril. “Me pareció atractivo utilizarlo de forma directa, pero simple (…) Es un icono característico del país, aunque no se puedan mencionar o hacer referencia a ellas libremente, las personas hablan en voz baja para nombrarlas. Están ausentes de su lengua pero muy bien grabadas a punta de pistola en la psique del salvadoreño promedio”, expresó Flores entorno a la descripción de su obra.
De acuerdo con el también pintor y escultor, esta composición fotográfica enmarca la impresión de un abecedario que tuvo que “escalarse” para tener las mismas dimensiones de los casquillos de balas.
“Tuve que cortar las balas y desarmarlas, que es bastante peligroso. Un conocido de mi mamá tenía acceso a municiones de balas y me regaló el cargador completo, pero al final utilicé casquillos ya usados, porque la imagen sería mejor, ya que la impresión que se hace en el percutor de la bala es real. Esas balas fueron disparadas”, comentó Flores.