La Fundación Pablo Tesak se reinventa para continuar educando

La institución lleva talleres a comunidades vulnerables, así la emergencia por el COVID-19 no interrumpe la formación de los niños y jóvenes.

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Los niños de la comunidad Colinas del Norte junto a los títeres con los que jugaron y aprendieron en una actividad lúdica realizada en octubre del año pasado. Fotos EDH / Francisco Rubio

Por Francisco Rubio

2021-01-25 6:00:16

La Fundación para la Educación Experiencial Pablo Tesak, a través del Centro Cultural Yulkuikat, apoyó durante la pandemia a más de 25 comunidades ubicadas en Ciudad Delgado, Carretera de Oro y Carretera Troncal del Norte, por medio de diferentes programas.

Antes de la crisis sanitaria por coronavirus, los niños y jóvenes residentes en esta zona del país asistían a una área de recreación, ubicada a un costado de la Carretera de Oro, en donde eran parte de uno de cinco proyectos: el Laboratorio de creatividad, el Centro de interpretación, el Teatro Yulkuikat, Eco-Ventura e Imaginarium. Con el confinamiento y las restricciones de movilización, dejaron de asistir. Por esa razón, la Fundación se reinventó para llevar todos sus programas hasta ellos.

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Por más de tres meses, les proveyeron de mascarillas y alcohol gel, además de desarrollar talleres de bioseguridad y el programa “Calle ventura del parque Eco-Ventura”. Con el apoyo de un grupo de profesionales —un psicólogo, un sociólogo, un ingeniero agrónomo, un médico y dos técnicos—, los participantes aprendieron de ciencias, crearon marionetas e hicieron una presentación en la comunidad Colinas del Norte, en el kilómetro 7 1/2 de la Carretera Troncal del Norte, para exponer todo lo que aprendieron.

La sede de la fundación Pablo Tesak brinda espacios de desarrollo creativo para niños y adolescentes en situación vulnerable.

Cada programa ayuda a niños y adolescentes a entretenerse, aprender y echar a andar su imaginación. Entre las actividades que realizan está la elaboración de marionetas y títeres, juegan a ser arqueólogos y encontrar reliquias, potencian sus habilidades de expresión por medio de las artes escénicas y realizan retos como cruzar puentes de lazos. En el proceso aprenden valores, distinguen problemas y reconocen cómo evitarlos o enfrentarlos.

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El Imaginarium, un museo de títeres y otros objetos valiosos para hacer teatro.

Además, los chicos pueden elaborar sus propias herramientas creativas en el museo llamado Imaginarium, de don Antonio Lemus, en donde guarda objetos valiosos que ha utilizado en obras teatrales o en el aprendizaje experiencial desde 2009. Actualmente, la Fundación está a cargo del padre David Blanchard e Ildiko de Tesak.