10 claves para conocer lo que el Ministerio de Cultura ha hecho a un año de una nueva gestión
La cartera de estado que encabeza Suecy Callejas también ha lidiado con la pandemia en la recta final de los primerso 365 días de trabajo. Sin embargo, el gremio artístico coincide en la falta de rumbo y de estrategias poco claras por parte de la entidad.
Suecy Callejas fue anunciada como titular del Ministerio de Cultura (Micultura) el 3 de mayo de 2019. Después de un mes, tiempo en el que la cartera de Estado se preparó para la transición, la también abogada asumió como funcionaria de Gobierno y ofreció un discurso conciliador ante algunos trabajadores del ministerio.
“Les pido que, por favor, pongan y me den un voto de confianza”, aseveró Callejas en su primera disertación como ministra.
Otra dosis de ilusión tenían que recargar, una vez más, actores, cantantes, gestores culturales, bailarines, escritores, colectivos, artistas urbanos, músicos y todos los involucrados en estas ramas tan desprotegidas.
El perfil profesional de Callejas dio un atisbo de confianza entre la población artística y cultural, pues al ser también artista y haber estado al frente de la Secretaria de Cultura durante la gestión de Nayib Bukele como alcalde de San Salvador permitía inferir que la titular comprendería de primera mano las carencias del gremio y sabría llevar las riendas desde el horizonte de las políticas públicas.
“Ha sido solo un año. Tengo expectativa de que las cosas pueden mejorar, aún quiero creer eso. Considero que Suecy Callejas, al venir del mundo del arte y la cultura, entiende las necesidades del gremio. Sin embargo, al igual que el Gobierno en general, no hay mucha claridad de los planes o estrategias a seguir”, expresó la directora y actriz de teatro Egly Larreynaga sobre los primeros 365 días de Callejas.
Y, en efecto, uno de los principales señalamientos de artistas e intelectuales salvadoreños, al respecto del primer año de gobierno de la administración de Bukele, ha sido la falta de claridad y transparencia por parte del Ministerio de Cultura.
“Estamos cumpliendo el primer año de una nueva gestión, pero no sabemos cuál es el plan, qué habrá. Muchos no conocemos a la ministra (Callejas), ni nunca la hemos visto. Tuvimos la oportunidad de escucharla y verla en algunos medios, nada más”, manifestó el actor Héctor Estrada, director de La compañía de Ariel Zuria.
Similar percepción posee su colega René Lovo, fundador de La Galera Teatro. “La ministra ha obviado la relación con cada uno de nosotros, de la mayoría. No sabemos nada de su pensar y hacer. No tiene que ver con la pandemia, esto solo lleva tres meses, hablo desde que llegaron al poder. Pasó un año y no ha dado muestras de querer dialogar, discutir, conversar, esclarecer rutas de una posible política teatral”, enfatizó el artista.
El historiador salvadoreño residente en Barcelona, España, Carlos Cañas Dinarte es más tajante al opinar sobre el primer año del actual Gobierno. “¿Cuál es el objetivo?, ¿qué es lo que persigue el Ministerio de Cultura?, ¿cuál es el propósito? Yo a título personal no lo conozco al día de hoy, no sé cuáles son las líneas de trabajo, no tengo idea, y las he buscado”, declaró.
La reconstrucción del tejido social —desde una perspectiva de derechos humanos y no desde el paradigma de la cultura como un objeto con valor artístico— a través del arte urbano impulsado por el Plan Control Territorial, la ampliación y recuperación efectiva del espacio público-cultural, así como la revisión del marco normativo cultural (Ley de Cultura) fueron algunos ejes laborales que se trazó la entidad con Callejas a la cabeza.
Pero gran parte de la mitad de 2020 ha estado marcada por sucesos que han puesto a la gestión estatal en aprietos y estas líneas de trabajo cultural, en realidad, no se han visto reflejadas o se han ido disipando con la emergencia por el COVID-19 y, durante los últimos días, a raíz de la tormenta Amanda.
Las actividades artísticas y los recintos culturales se paralizaron en marzo pasado por la pandemia y la situación solo reconfirmó la precariedad de este sector: la mayoría de artistas no tienen trabajo formal, son la única fuente de trabajo del hogar, no poseen seguros médicos, entre otras complejas situaciones. Frente a ello, distintas ramas se unieron y solicitaron apoyo y diálogo.
Así es como surgió la Mesa de Diálogo de Arte y Cultura (Mediarte), la única iniciativa que logró una cercanía con la ministra en la recta final de su primer año de gestión.
“Nos hemos reunido vía Zoom y han sido sesiones de conversación donde hemos podido exponer, desde cada una de nuestras ramas, propuestas que creemos pueden beneficiar a nuestro sector principalmente en estos momentos de crisis. Las conversaciones se han mantenido bilaterales, pudiendo nosotros proponer y ella exponer lo que ya están haciendo y planificando. Sin embargo, aún no se llega a una resolución oficial respecto a nuestras propuestas que enviamos por escrito el 4 de mayo”, señaló Ricardo Santos, miembro de Mediarte.
Este colectivo hizo sentir su hartazgo por todas las administraciones que no han velado por la cultura, pero reconoció el esfuerzo coordinado para que una ayuda económica llegara a decenas de artistas en crisis debido a la emergencia por Sars-CoV-2.
Y esta acción representa un punto de partida para mantener un diálogo que vuelva a poner sobre la mesa el reglamento para la Ley de Cultura, la recuperación económica del gremio postcuarentena, la difusión de todas las corrientes artísticas y el apoyo a todo lo que implica (de forma intangible y tangible) la cultura.
Conoce un poco de la gestión de Micultura a través de estas 10 áreas:
1. Mesa de diálogo
El la emergencia sanitaria mundial originó una unión significativa entre el gremio artístico, resultando así Mediarte, una mesa de diálogo que logró reunirse con la titular de Micultura. De acuerdo con sus representantes, los temas que se han abordado son la importancia de las artes en momentos de crisis, la necesidad de que el Gobierno financie proyectos de arte, los derechos de los trabajadores del arte, el reglamento de la Ley de Cultura, entre otros. “Si esta mesa de diálogo se mantiene y se da la relevancia que merece, los pasos hacia adelante serán del Ministerio de Cultura de la mano con los artistas”, apuntó Ricardo Santos, uno de los 10 representantes de la iniciativa.
Ley de Cultura
El jueves 11 de agosto de 2016, la Asamblea Legislativa aprobó por unanimidad la Ley de Cultura de El Salvador. Era un día histórico para el país, pues nunca se había tomado en cuenta este rubro como un derecho de todo ciudadano. Con esta legislación se daba facultad para que gobiernos locales crearan unidades de cultura, para establecer un fideicomiso que manejara los fondos que serían destinados para la promoción de la cultura y para crear una editorial del Estado. Tres años después comenzaron las reformas a esta, como la que solicitó Callejas para los artículos 96, 97 y 98 y así beneficiar a los músicos del país. El gremio artístico pide una revisión de su reglamento.