10 claves para conocer lo que el Ministerio de Cultura ha hecho a un año de una nueva gestión

La cartera de estado que encabeza Suecy Callejas también ha lidiado con la pandemia en la recta final de los primerso 365 días de trabajo. Sin embargo, el gremio artístico coincide en la falta de rumbo y de estrategias poco claras por parte de la entidad.

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(Izq.) Ministra de cultura, Suecy Callejas. Las actividades artísticas aumentaron tras la ampliación de horarios en recintos culturales. / Foto Por EDH / Archivo

Por R. Mixco / S. Castro / D. Orantes

2020-06-05 5:45:33

Suecy Callejas fue anunciada como titular del Ministerio de Cultura (Micultura) el 3 de mayo de 2019. Después de un mes, tiempo en el que la cartera de Estado se preparó para la transición, la también abogada asumió como funcionaria de Gobierno y ofreció un discurso conciliador ante algunos trabajadores del ministerio.

“Les pido que, por favor, pongan y me den un voto de confianza”, aseveró Callejas en su primera disertación como ministra.

Otra dosis de ilusión tenían que recargar, una vez más, actores, cantantes, gestores culturales, bailarines, escritores, colectivos, artistas urbanos, músicos y todos los involucrados en estas ramas tan desprotegidas.

El perfil profesional de Callejas dio un atisbo de confianza entre la población artística y cultural, pues al ser también artista y haber estado al frente de la Secretaria de Cultura durante la gestión de Nayib Bukele como alcalde de San Salvador permitía inferir que la titular comprendería de primera mano las carencias del gremio y sabría llevar las riendas desde el horizonte de las políticas públicas.

“Ha sido solo un año. Tengo expectativa de que las cosas pueden mejorar, aún quiero creer eso. Considero que Suecy Callejas, al venir del mundo del arte y la cultura, entiende las necesidades del gremio. Sin embargo, al igual que el Gobierno en general, no hay mucha claridad de los planes o estrategias a seguir”, expresó la directora y actriz de teatro Egly Larreynaga sobre los primeros 365 días de Callejas.

Y, en efecto, uno de los principales señalamientos de artistas e intelectuales salvadoreños, al respecto del primer año de gobierno de la administración de Bukele, ha sido la falta de claridad y transparencia por parte del Ministerio de Cultura.

“Estamos cumpliendo el primer año de una nueva gestión, pero no sabemos cuál es el plan, qué habrá. Muchos no conocemos a la ministra (Callejas), ni nunca la hemos visto. Tuvimos la oportunidad de escucharla y verla en algunos medios, nada más”, manifestó el actor Héctor Estrada, director de La compañía de Ariel Zuria.

Similar percepción posee su colega René Lovo, fundador de La Galera Teatro. “La ministra ha obviado la relación con cada uno de nosotros, de la mayoría. No sabemos nada de su pensar y hacer. No tiene que ver con la pandemia, esto solo lleva tres meses, hablo desde que llegaron al poder. Pasó un año y no ha dado muestras de querer dialogar, discutir, conversar, esclarecer rutas de una posible política teatral”, enfatizó el artista.

El historiador salvadoreño residente en Barcelona, España, Carlos Cañas Dinarte es más tajante al opinar sobre el primer año del actual Gobierno. “¿Cuál es el objetivo?, ¿qué es lo que persigue el Ministerio de Cultura?, ¿cuál es el propósito? Yo a título personal no lo conozco al día de hoy, no sé cuáles son las líneas de trabajo, no tengo idea, y las he buscado”, declaró.

La reconstrucción del tejido social —desde una perspectiva de derechos humanos y no desde el paradigma de la cultura como un objeto con valor artístico— a través del arte urbano impulsado por el Plan Control Territorial, la ampliación y recuperación efectiva del espacio público-cultural, así como la revisión del marco normativo cultural (Ley de Cultura) fueron algunos ejes laborales que se trazó la entidad con Callejas a la cabeza.

Pero gran parte de la mitad de 2020 ha estado marcada por sucesos que han puesto a la gestión estatal en aprietos y estas líneas de trabajo cultural, en realidad, no se han visto reflejadas o se han ido disipando con la emergencia por el COVID-19 y, durante los últimos días, a raíz de la tormenta Amanda.

Las actividades artísticas y los recintos culturales se paralizaron en marzo pasado por la pandemia y la situación solo reconfirmó la precariedad de este sector: la mayoría de artistas no tienen trabajo formal, son la única fuente de trabajo del hogar, no poseen seguros médicos, entre otras complejas situaciones. Frente a ello, distintas ramas se unieron y solicitaron apoyo y diálogo.

Así es como surgió la Mesa de Diálogo de Arte y Cultura (Mediarte), la única iniciativa que logró una cercanía con la ministra en la recta final de su primer año de gestión.

“Nos hemos reunido vía Zoom y han sido sesiones de conversación donde hemos podido exponer, desde cada una de nuestras ramas, propuestas que creemos pueden beneficiar a nuestro sector principalmente en estos momentos de crisis. Las conversaciones se han mantenido bilaterales, pudiendo nosotros proponer y ella exponer lo que ya están haciendo y planificando. Sin embargo, aún no se llega a una resolución oficial respecto a nuestras propuestas que enviamos por escrito el 4 de mayo”, señaló Ricardo Santos, miembro de Mediarte.

Este colectivo hizo sentir su hartazgo por todas las administraciones que no han velado por la cultura, pero reconoció el esfuerzo coordinado para que una ayuda económica llegara a decenas de artistas en crisis debido a la emergencia por Sars-CoV-2.

Y esta acción representa un punto de partida para mantener un diálogo que vuelva a poner sobre la mesa el reglamento para la Ley de Cultura, la recuperación económica del gremio postcuarentena, la difusión de todas las corrientes artísticas y el apoyo a todo lo que implica (de forma intangible y tangible) la cultura.

Conoce un poco de la gestión de Micultura a través de estas 10 áreas:

1. Mesa de diálogo
El la emergencia sanitaria mundial originó una unión significativa entre el gremio artístico, resultando así Mediarte, una mesa de diálogo que logró reunirse con la titular de Micultura. De acuerdo con sus representantes, los temas que se han abordado son la importancia de las artes en momentos de crisis, la necesidad de que el Gobierno financie proyectos de arte, los derechos de los trabajadores del arte, el reglamento de la Ley de Cultura, entre otros. “Si esta mesa de diálogo se mantiene y se da la relevancia que merece, los pasos hacia adelante serán del Ministerio de Cultura de la mano con los artistas”, apuntó Ricardo Santos, uno de los 10 representantes de la iniciativa.

Ley de Cultura
El jueves 11 de agosto de 2016, la Asamblea Legislativa aprobó por unanimidad la Ley de Cultura de El Salvador. Era un día histórico para el país, pues nunca se había tomado en cuenta este rubro como un derecho de todo ciudadano. Con esta legislación se daba facultad para que gobiernos locales crearan unidades de cultura, para establecer un fideicomiso que manejara los fondos que serían destinados para la promoción de la cultura y para crear una editorial del Estado. Tres años después comenzaron las reformas a esta, como la que solicitó Callejas para los artículos 96, 97 y 98 y así beneficiar a los músicos del país. El gremio artístico pide una revisión de su reglamento.

Plenaria donde se discutía la reforma de tres artículos de la Ley de Cultura. Fotos EDH / Archivo

Arte urbano
A través del proyecto “Arte X”, en el marco del Plan Control Territorial, la titular confirmó su total apertura a expresiones como el hiphop, el break dance, el grafiti y los tatuajes. ¿El objetivo? Desestigmatizar estas ramas, impulsarlas y apoyarlas, sobre todo, en zonas de alto riesgo. Sin embargo esta línea de trabajo ha sido poco clara. Gustavo Poncelas, tatuador salvadoreño, reconoció que nunca una administración ha mostrado su respaldo a la cultura del arte en la piel y que, por el momento, solo ha obtenido una encuesta que Micultura lanzó para conocer el impacto económico potencial por el COVID-19 entre el gremio. “Queremos que nos incluyan en sus programas. Solo deseamos mostrar nuestro arte y aportar ideas para hacer crecer la escena”, comentó el artista.

Foto de referencia. Foto EDH / EFE

Protección a inmuebles
En su informe de trabajo ante la Asamblea Legislativa, Suecy Callejas detalló cómo recibió distintos edificios culturales de la gestión pasada: en ruinas. El Teatro Nacional de San Salvador, el Teatro Presidente, la Biblioteca Nacional, la Escuela Nacional de Danza (END) y el Centro Nacional de Artes (Cenar), y algunos museos y Casas de la cultura presentaban daños considerables. Durante un año no se ha visibilizado algún plan para su restauración y protección. Y es que Micultura posee un presupuesto de $21.5 millones, de los cuales $19.9 millones son destinados al pago de salarios. Un exiguo restante para destinarlo a tantas necesidades.

Inundación dentro de la zona de archivo de la Biblioteca Nacional en 2019. La gestión de Callejas recibió en mal estado muchos inmuebles culturales.

Patrimonio Cultural Prehispánico
A un año de gobierno, se desconocen proyectos puntuales para proteger los sitios arqueológicos que suman más de 600 debidamente registrados. En enero pasado, el área protegida de Tacuscalco —en la jurisdicción de Nahulingo, Sonsonate— volvió a ser noticia. La destrucción de cuatro estructuras del Centro Cívico Ceremonial fue denunciada por habitantes de la zona y por el Sindicato de Trabajadores del Ministerio de Cultura (Sicultura). Asimismo, los empleados sindicados denunciaron y condenaron el despido del arqueólogo Hugo Díaz, quien fungió como jefe de la Dirección de Arqueología hasta principios de 2020. Él fue uno de los principales defensores de Tacuscalco desde 2017. La sorpresiva destitución ocurrió en marzo pasado, en los días que inició la cuarentena domiciliar.

Daños por maquinaria agrícola en la estructura seis, una plataforma alargada que fue parte de un centro ceremonial en el sitio arqueológico Tacuscalco.

Relación con sindicatos
Al igual que los artistas, los miembros agremiados a los diferentes sindicatos de Micultura resienten la falta de comunicación entre ellos y la titular de dicha cartera de Estado. En varias oportunidades, el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores del Ministerio de Cultura (Sitrasec) ha denunciado casos calificados como acoso laboral, a través de su boletín informativo. En el número 349, publicado en diciembre de 2019, Sitrasec lamentó que en los primeros meses de administración de Suecy Callejas se dio prioridad a la imagen y al culto del “Like” e impuso su autoridad de forma coercitiva en detrimento del “patrimonio cultural, las expresiones artísticas y los derechos laborales”.

Música
El 1 de enero sucedió un escándalo en la Banda El Salvador Grande como su Gente, cuando el presidente ordenó por Twitter que el Gobierno de El Salvador retirara su apoyo total por la supuesta mala administración del director Enot Rubio. Al mismo tiempo anunció la creación de la Banda El Salvador, la que contaría con “suficiente presupuesto para funcionar mejor”. Ese mismo día, la ministra de cultura anunció que pondrían manos a la obra al proyecto, poco se ha sabido de ello. Quienes tuvieron una excelente oportunidad de crecer fueron seis integrantes del Sistema de Coros y Orquestas Juveniles de El Salvador y seis miembros del Coro Juvenil Nacional, quienes por su talento y formación fueron seleccionados para conformar la primera Orquesta Virtual Iberoamericana, que nació a raíz de la pandemia.

Jóvenes pertenecientes a la Iberorquestas Juveniles. Foto EDH / Facebook Iberorquestas Juveniles

Equidad, diversidad e inclusión
En materia de políticas de diversidad, inclusión y equidad de género, se han percibido una serie de manifestaciones, exposiciones, talleres y promoción de actividades artístico-culturales dirigidas a visibilizar las comunidades LGBTIQ+, los pueblos indígenas y el rol de la mujer en la sociedad. Pero diversas voces del sector lamentan no conocer los lineamientos concretos que indiquen hacia dónde se dirigirán los esfuerzos del Ministerio de Cultura en los próximos cuatro años. “Recientemente fue el Día de la Diversidad (21 de mayo) y Micultura lo único que hizo fue sacar un tristísimo tuit y nada más, no se pronunció con lo que ocurrió en Costa Rica, con la aprobación del matrimonio igualitario”, expresó Carlos Cañas Dinarte.

Zoológico
La muerte y el deplorable estado de algunos animales del Zoológico Nacional conllevó a que su director, Vladlen Henríquez, fuera destituido. Callejas argumentó que mantener a las especies en constante detrimento y la existencia del tráfico de ellas dentro del recinto fueron razones suficientes para el despido. La titular anunció el cierre temporal del recinto, explicó que trabajarían para convertirlo en un ecoparque y que los animales serían trasladados a un “enclave montañoso” debido al estatus de “cautiverio” de muchos especímenes. El pasado 3 de junio, la ministra recorrió el zoológico para conocer las condiciones tras la tormenta Amanda. A raíz de ello, se reportó la caída de un muro perimetral y de árboles, que afectaron recintos de algunos ejemplares. Callejas aseguró que no hay víctimas ni peligros.

Cultura para todos
Con el propósito de acercar a los salvadoreños a espacios culturales, en julio de 2019, Micultura extendió el horario para visitas en el Museo Nacional de Antropología “Dr. David J. Guzmán” (Muna), el Teatro Nacional de San Salvador y el Palacio Nacional, estos últimos ubicados en el Centro Histórico de San Salvador. Por años, estos recintos estuvieron abiertos en horarios regulares (de 8:00 a.m. a 4:00 p.m.) y la ampliación de ellos conllevó a una masiva asistencia y, por supuesto, a la total aprobación por parte de la población salvadoreña. Durante las pasadas fiestas agostinas, Micultura también prolongó las horas de visita en museos de occidente y oriente y gestionó muchas actividades para hacer en familia.