Marzolla: aciertos y errores de El Salvador en un mismo cartógrafo italiano

Una regla de oro dentro de los estudios históricos de la cartografía es que “el mapa no es el territorio”. Así, todo mapa es una construcción intelectual, que no está exenta de ideologías, intereses, aciertos y errores propios de su tiempo de creación.

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El mapa de Marzolla de 1842. Para ese año, por decreto, el estado salvadoreño ya había proclamado su separación de la república federal centroamericana y asumido su soberanía republicana independiente. Imagen digitalizada proporcionada por el David Rumsey Map Center, biblioteca de la Universidad de Stanford, California. / Foto Por EDH- Cortesía

Por Carlos Cañas Dinarte

2021-03-20 5:45:13

Benedetto Marzolla They nació con el siglo XIX, en el reino de Nápoles. Vino al mundo en Brindisi, el 14 de marzo de 1801. Fue matemático, topógrafo y cartógrafo real y contribuyó al avance de las técnicas cartográficas europeas vinculadas con las crecientes fases de la revolución industrial. Su muerte se produjo en la ciudad de Nápoles, el 10 de mayo de 1858. En recuerdo de su vida y obra, en la actualidad varios e importantes centros educativos brindisianos y napolitanos ostentan su nombre.

Cuatro años antes de su fallecimiento, Marzolla dio a prensas su obra cumbre, titulada Atlante geografico corredato di notizie relative alla geografia fisica e politica…, publicado en la capital del reino de Nápoles. Ese atlas reunió trabajos cartográficos realizados en distintos años, con evidente influencia de mapas procedentes de otras escuelas europeas.

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Retrato al óleo de Benedetto Marzolla, custodiado en el Regio Liceo Ginnasio que ostenta su nombre, en su localidad natal de Brindisi. Fotos: Cortesía

En especial, los mapas de Marzolla se centraron en no sólo ofrecer visualizaciones proyectadas de los países, imperios y confederaciones del mundo, sino también en proporcionar información estadística lo más detallada posible, con la finalidad de tener evidencia próxima de las extensiones territoriales productividad, los ingresos económicos, las deudas internas y externas, los ejércitos y armadas, etc. En ese sentido, Marzolla aportó mucha información para el desarrollo europeo de la cartografía estadística y demográfica, con fines comparativos y coloniales.

-VLADIMIRO, Valerio y VALENTI, Paola. Bernadetto Marzolla. Brindisino, geografo e cartografo dell’Ottocento europeo (catálogo de exposición, Brindisi, Barbieri Selvaggi, 2008).

-VARIOS AUTORES. Bernardetto Marzolla, disegnatore e cartografo bindisino (actas de la Semana de la Cartografía, Brindisi, Tipografia Abbica, 1999).

En la página 37 de su Atlante…, Marzolla dio a conocer un mapa realizado en 1842, en Nápoles, escala 1:24,000,000, dimensiones de 41 por 51 cm y para cuyo trazado tomó como punto de origen al meridiano de París. Esa Carta general de la América septentrional fue litografiada por la Real Litografía Militar a partir de la piedra tallada aportada por el autor. Las fronteras interiores del mapa fueron coloreadas a mano. Para la parte centroamericana, Marzolla incluyó los territorios de Chiapas y los del antiguo Reino de Guatemala, independizados de España y México entre 1821 y 1823. Dentro de los topónimos salvadoreños escribió los de Sonsonate, San Salvador, San Miguel y el golfo de Fonseca.

En su parte descriptiva y estadística, Marzolla señaló que los Estados Unidos de la América Central (Unión de Provincias del Centro de América o República Federal Centroamericana, 1823-1841) tenían una extensión territorial de 139,000 millas cuadradas (360,008 km2) y que su población absoluta era de 1,650,000 millones, que generaban una renta anual de 10 millones de francos y un gasto de 9.5 millones en la misma divisa al año. Para efectos defensivos, los ejércitos federales y de los estados componentes sumaban 3,500 soldados, oficiales y asesores extranjeros.

Cuatro páginas después, en su mismo libro, Marzolla divulgó otro mapa, trazado en 1854 y dedicado a México y a los Estados de la América Central. Fue otra litografía coloreada a mano, de 50.5 por 67.5 cm, escala 1:8,300,000, realizada a partir del meridiano estadounidense de Washington. Para este nuevo trabajo, su autor retomó mucha información del mapa de J. H. Colton, publicado en 1851 en la urbe neoyorquina. Como hizo en su carta previa, el cartógrafo brindisiano aportó material explicativo y estadístico de la región centroamericana, aunque menos abundante y, en algunos casos, mucho más impreciso.

En sus apuntes manuscritos al pie del mapa, trazados con letra cursiva, clara y elegante, Marzolla asentó que la costa caribeña de Centro América fue registrada por Cristóbal Colón en 1502. Su cadena volcánica y montañosa era vista como una continuación de la cordillera de los Andes y formaba un altiplano interior de entre 4,000 y 5,000 palmos sobre el nivel del mar (914 a 1143 msnm), con un clima sano y una temporada anual de calor que abarca de noviembre a mayo, para luego pasar a otra donde se desatan las tempestades, enfermedades y terremotos. En cuanto a demografía, dejó anotado que Guatemala era la ciudad más poblada de la región con 50 mil habitantes, seguida de San Salvador con 40,000 personas y la costarricense Cartago en tercer lugar, con sus 26,000 moradores.

Para Marzolla, en 1854 la región centroamericana poseía una extensión territorial de 206,512 millas geográficas cuadradas (cada milla cuadrada equivale a 55,0629 km2), a las que debían sumarse 25,700 millas cuadradas de la Mosquitia honduro-nicaragüense. De toda esa extensión, 9,232 millas geográficas cuadradas le correspondían al Estado de San Salvador (sic: desde el 12.junio.1824, el país se llamaba Estado del Salvador, para evitar confusiones con el nombre de su capital. Desde 1915, el nombre oficial es República de El Salvador). La población absoluta de Centro América había crecido desde 1842 hasta 1850, por lo que para entonces ascendía a 2,17 millones de personas, de diversas etnias y procedencias.

El mapa de Marzolla de 1854. Es importante tomar una lupa y observar, con sumo detalle, el contexto geopolítico internacional que rodeaba a los estados y repúblicas centroamericanas a mediados del siglo XIX. Imagen digitalizada suministrada por el David Rumsey Map Center, biblioteca de la Universidad de Stanford, California.

Si se hace una comparación georreferenciada entre este mapa de Marzolla de 1854 y uno satelital suministrado por Google Maps, las similitudes son muy significativas, como bien lo señaló el ingeniero salvadoreño Edgard Santiago Granados, director general de la empresa Alfa Geomatics. La ubicación y trazado de costas, accidentes geográficos y demás puntos de la región centroamericana son casi perfectos.

Uno de los primeros errores detectados en este mapa de 1854 se centra en que las extensiones territoriales fueron registradas en supuestas millas geográficas cuadradas (cada milla de esas es equivalente a 55,0629 km2), aunque en realidad fueron calculadas en millas cuadradas inglesas, equivalentes a 2,589988 kilómetros cuadrados). Así, la extensión territorial total calculada por Marzolla para el Estado salvadoreño debió ser de 23,911 kilómetros cuadrados.

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Contrario al registro de topónimos hecho en 1842, Marzolla introdujo varios errores de bulto en sus anotaciones del territorio salvadoreño, como Zonzonates por Sonsonate o la existencia de una enigmática población bajo el nombre Saco Juan (¿Santiago Juan?), a medio camino entre Choluteca y Tegucigalpa. En la zona cercana al golfo de Conchagua, Fonseca o Amapala (de cuyas tres opciones dejó constancia), escribió de forma errónea el nombre del volcán Cosigüina como Conseubia y el del puerto de El Realejo como Bealeugio. Para el territorio salvadoreño, también anotó la existencia de San Salvador como Estado (sic) y como ciudad, al igual que dejó registro de las ubicaciones de las localidades portuarias de El Triunfo y La Unión, pero no así las de Acajutla y La Libertad.

Es curioso que Marzolla incurriera en ese tipo de errores con tan pocos años de creación entre una y otra carta geográfica. Es muy probable que los problemas surgieran por las fuentes bibliográficas y los demás mapas de otros orígenes (Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos) que consultara para su confección. Como su Atlante… fue publicado apenas cuatro años antes de su muerte, también es probable que tuviera problemas de la vista (algo bastante frecuente en la Europa anterior al uso masivo de la electricidad y en tareas de corte editorial-tipográfico) o que no pudiera revisar en persona las pruebas de imprenta de esa obra científica, tan importante que mereció cinco reediciones entre 1855 y 1858.

Por desgracia, en la actualidad resulta imposible conocer con certeza el origen de esos errores, pero es importante dejarlos consignados para la historia de la cartografía salvadoreña, de cara a posibles usos de los mapas de Marzolla en posibles litigios de fronteras en algún tiempo futuro.

En marzo de 2021, la empresa salvadoreña Alfa Geomatics utilizó sistemas de información geográfica para hacer una superposición del mapa manuscrito de Marzolla con una imagen satelital de Google Maps. Las similitudes encontradas son significativas.