Foto: Liseth Alas
Pero, ¿de dónde viene esta peculiar tradición?
Aunque esta práctica es considerada de origen español, según medios internacionales, hay dos teorías al respecto:
La primera se remonta a 1880 cuando la clase burguesa española imitaba a la francesa, esta solía beber vino espumoso y comer uvas durante la cena de Nochevieja.
Poco tiempo después, en tono de burla, la costumbre fue adoptada por un grupo de madrileños quienes acudían a la Puerta del Sol para comer uvas mientras sonaban las campanadas, señala un artículo de la BBC que retoma datos del libro “España”, del periodista estadounidense Jeff Koehler.
La segunda teoría se sitúa en 1909 cuando los productores de Alicante tuvieron una buena cosecha de uvas blancas, llamadas Aledo, y para deshacerse de las excedentes las vendieron como “uvas de la suerte” de temporada, lo cual se relacionó con la llegada del Año Nuevo.
No obstante, sea cual sea la tradición, las uvas son parte de las frutas de temporada que muchos salvadoreños prefieren para esta celebración.