¿Por qué se protege el Patrimonio Cultural de Santa Tecla y no el de San Salvador?

El inmueble de la Biblioteca Nacional fue declarado patrimonio cultural en 2008 por tener valor histórico e identitario y goza de protección parcial 1, pero, según el Ministerio de Cultura será destruido para construir otro “moderno”.

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El edificio fue inaugurado en 1962 y fue parte del Banco Hipotecario, pero en 1994 pasó a formar parte de la Biblioteca Nacional. Foto EDH/ Archivo.

Por José Serrano

2021-07-19 11:14:24

El histórico edificio que desde 1994 albergó a la Biblioteca Nacional Francisco Gavidia (BINAES) -y que anteriormente fue sede del Banco Hipotecario desde su inauguración en 1962- se encuentra en peligro, luego que, en abril de este año, la Dirección General de Comunicaciones Institucionales del Ministerio de Cultura informara a través de un comunicado el traslado de las colecciones de libros y otros bienes para dar paso a la construcción de un nuevo edificio en el mismo lugar.

Según MiCultura, dicho inmueble será parte de los seis proyectos de cooperación no reembolsables que prometió la República Popular de China al gobierno de Nayib Bukele en diciembre de 2019, el cual costará $44 millones de dólares y cuya construcción se demorará aproximadamente dos años.

Esta noticia causó diversas reacciones en gestores culturales y otros expertos en la materia, ya que el actual inmueble posee valor cultural tras haber sido declarado patrimonio en 2008 junto a otros edificios que conforman el Centro Histórico, razón por la cual debería ser conservado y restaurado.

Además, porque el edificio conserva características invaluables desde el punto de vista arquitectónico, urbanístico e histórico, como lo señala el Decreto Legislativo N° 68 del 18 de julio de 2008, emitido por la Asamblea Legislativa y publicado en el Diario Oficial N° 155, Tomo 380, el 21 de agosto del mismo año.

Resulta irónico que tras suspender trabajos de mantenimiento y pintura en dos de los bienes patrimoniales de Santa Tecla -Palacio Tecleño de la Cultura y las Artes y la Academia de Bellas Artes Toño Salazar- por considerar que el alcalde Henry Flores y su concejo dañaron el tesoro cultural, continúe en marcha la destrucción del antiguo edificio del Banco Hipotecario, que posee igual estatus.

La mudanza comenzó desde abril pasado, las colecciones de libros fueron trasladas a otros inmueble que se desconoce. Foto: Ministerio de Cultura.

El ingeniero José María Durán, quien se encargó de la construcción de dicho edificio hace más de 50 años, habló al respecto en una entrevista realizada el pasado 20 de mayo en el programa Frente a Frente de TCS. En esta, pidió “a las personas que están encargadas de esto que lo piensen dos veces antes de tomar una decisión que pueda ser nefasta para el futuro de nuestro país”.

Además, agregó: “Esta infraestructura (edificio actual) reúne muchas cosas importantes para nuestro país, primero es histórico, tiene más de 50 años de haber sido construido y además dentro de sí, hay obras que hay que salvar, como el mural de (Carlos) Cañas, que vale la pena verlo y que debería de conservarse”.

Según la Resolución interna MP-001/2016, de la Secretaría de Cultura de la Presidencia, publicada en el Diario Oficial del 19 de octubre de 2016, los edificios del Centro Histórico poseen valor histórico, simbólico, cultural y social, lo cual los convierte en un punto de referencia visual e identitario para el país, por lo que destruirlos sería un atentado a la historia que ha gestado por años El Salvador.

De igual manera, establece que la Biblioteca Nacional entra en el listado de los inmuebles que gozan de protección parcial 1, categoría que aplica para “todas aquellas edificaciones de extraordinaria calidad tipológica, que merecen protección no solo de sus fachadas, sino también de su organización   espacial y estructural, pese a que haya sufrido algunas alteraciones puntuales o que su estructura portante presente daños reversibles”.

Al parecer los trabajadores de la Biblioteca habría comenzado a empacar los libros desde marzo pasado.Foto: Ministerio de Cultura

Por lo tanto, la Reforma solo permite “ejecutar intervenciones controladas en funciones de promover su conservación y sostenibilidad, a través de: restauración, conservación, consolidación, rehabilitación, reconstrucción parcial en casos excepcionales para garantizar su integridad física manteniendo y respetando todas sus características originales”.

Además, advierte que se podrá tomar en consideración lo establecido en el artículo 42, inciso tercero de La Ley Especial de Protección al Patrimonio Cultural de El Salvador: “si un bien cultural monumental se destruye o dañare  por caso fortuito o fuerza mayor, se deberá proceder a su restauración  o reconstrucción, de acuerdo a su estructura arquitectónica  original, bajo la supervisión del Ministerio”, a fin de salvaguardar los valores intangibles  representados a través de la edificación, siempre y cuando se considere viable su implementación  y se cuente con la información  y el sustento técnico necesario.

Con respecto a lo anterior, la responsabilidad de MiCultura es proteger y resguardar el patrimonio cultural, tal como lo hizo con el Palacio Municipal y de Bellas Artes de Santa Tecla, ya que todos son parte del interés cultural de El Salvador y marcan una época importante en la historia.

No obstante, la institución gubernamental asegura que el inmueble “ya no cumple con las condiciones para desarrollarse como un espacio cultural digno debido al abandono que ha sufrido por años”, pero no ha hecho pública la información y el sustento técnico que lo compruebe.

“Yo tuve la oportunidad hace dos semanas de ir a dar una vuelta por el edificio, fui a visitarlo nuevamente, recordándome cuando yo estuve en la dirección de la obra y la verdad es que está intacto, tal cual como fue construida”, contrastó en la entrevista Durán.

“La obra es la primera obra de hierro, o sea estructuralmente hablando, que se montaba aquí en El Salvador. Indiscutiblemente es una obra de mucha resistencia, nunca ha tenido daños con tantos terremotos que hemos tenido”, añadió el ingeniero.

El edificio fue el primero de El Salvador en instalar gradas eléctricas. Foto EDH/ Archivo

Asimismo, el arquitecto Juan José Rodríguez, expresidente del Colegio de Arquitectos de El Salvador, que también acompañó al ingeniero en la entrevista, resaltó que el país podría ahorrarse muchos millones con solo remodelar y reactualizar el edificio, “poner todos los sistemas técnicos al día, mejorando los ascensores, las escaleras eléctricas, que dicha sea de paso fueron las primeras que se instalaron en el país”.

Sin embargo, la viceministra de Cultura, Mariemm Pleitez, aseveró que el nuevo edificio reflejará “quienes somos, la identidad salvadoreña y por supuesto, nuestros sueños y la esperanza de un futuro mejor”.

Pero el arquitecto Rodríguez en Frente a Frente alegó que “es ridículo porque no tiene ningún reflejo de ser biblioteca, parecieran dos edificios de apartamentos con un centro comercial en medio”, pues no tiene el estilo característico del país.

El gestor cultural y antropólogo de la Universidad de El Salvador (UES) Julio Zepeda indicó que la conservación del Patrimonio Cultural Material “debería ser una de las preocupaciones no sólo de este gobierno, sino lo debió haber sido en los anteriores”.

Además, resaltó que, si bien el diseño de la nueva biblioteca es alucinante, “no cabe duda que desentonaría bastante con la demás arquitectura del Centro Histórico”.

Según el ingeniero José María Durán, el edificio tiene la capacidad de albergar dos bibliotecas. Foto EDH/ Archivo

Entonces, el edificio donde funcionaba la Biblioteca hasta este año es un Bien Cultural del país, que indiscutiblemente encierra mucha historia y refleja una época valiosa. En resumen, fue el primero en construirse con estructura de hierro y en él se instalaron las primeras gradas eléctricas, posee murales como el de Carlos Cañas y un pequeño teatro que muy pocos sabían de su existencia.

Según el ingeniero Durán “la amplitud del espacio que existe ahí es más que suficiente para albergar no una, sino dos bibliotecas, porque tiene una estructura de cuatro pisos, por lo que aconseja aceptar “la donación que nos van a dar de China para hacer un edificio, pero no destruyamos uno que ya está”, agregando que hay tantos espacios en el Centro Histórico que se han sido señalado inhabitables y ahí podría hacerse.

MiCultura informó que los trabajos de demolición y construcción de la nueva Biblioteca darán inicio en los próximos meses y serán realizados con apoyo de otras carteras de Estado.