VIDEO: Actor crea formulario para registrar artistas sin apoyo del Gobierno

René Lovo es un actor que, preocupado por la realidad de los artistas salvadoreños durante la emergencia por el COVID-19, decidió buscar la forma de reunir a la mayor cantidad de sus colegas y evidenciar que muchos no han recibido ayuda de ningún tipo.

Por Oscar Portillo

2020-04-17 4:30:45

René Lovo regulaba la luz de los reflectores hechos de lata de la Galera Teatro y se acomodó en una silla que era parte de la obra “El Loco”, pieza teatral que representaba el esfuerzo de aproximadamente 15 personas.

La obra fue pausada temporalmente y hubiera sido retomada el 17 de abril, pero la pandemia truncó esos planes para la Galera Teatro y puso en el limbo el futuro financiero de sus colaboradores.

El 18 de marzo, el Gobierno salvadoreño estableció que entre los favorecidos por el Plan de Respuesta y Alivio Económico ante la pandemia COVID-19 estarían los artistas. Esto resultó ser un alivio para todos aquellos que perciben ingresos a través de temporadas de teatro, presentaciones en plazas públicas, conciertos, etc.

Presentación de “Tierra de cenizas y esperanza” con el Teatro Sol del Río en Cádiz, España, en 1992, celebrando el fin de la guerra civil, con la actuación de Fidel Cortez, René Lovo y Francisco Cabrera. Foto/ Cortesía

A pesar del anuncio, Lovo notó que muchos de sus colegas no estaban siendo beneficiados y, al ver la incertidumbre que el colectivo pasaría durante la cuarentena, decidió hacer una petición de firmas para presionar la atención de las autoridades de Cultura. Lo hizo a través de la plataforma change.org.

Al recolectar más de 1,600 firmas, Lovo fue contactado por el Ministerio de Cultura, quienes compartieron un formulario para que los artistas se inscribieran a una matriz de datos.

“Cuando me enviaron ese correo de parte del Ministerio de Cultura, yo lo que hice fue enviárselo a todo el mundo para que lo llenara. Pero ese formulario estaba destinado para asociaciones, no a artistas independientes”, expresó.

Ese parecía ser un rayo de esperanza para los 256 artistas que Lovo logró contactar pero, según explicó el actor, el formulario solo era una herramienta para colocar los datos en una base y que los casos serían evaluados para saber si aplicaban a la ayuda de $300.

Y para saber si ellos habían sido beneficiados con el bono, el teatrero creó un sondeo en una hoja de cálculo colectiva.

En total, 203 artistas, de diferentes ramas del arte la llenaron, solo cinco personas alegaron recibir el bono directamente y otras siete respondieron que sus familiares fueron los beneficiados. Esas personas representan el 6 % de los artistas registrados en la base de datos recolectada por Lovo.

Según él, tras más de dos semanas de haber enviado todos los datos, autoridades del ministerio no se han comunicado con él u otro colega, dejando con la incertidumbre al proyecto cultural del teatrero y a otros 190 de sus colegas.

“Ni siquiera pienso en mi proyecto familiar, eso lo resuelvo, el problema es ¿cómo hacer para salvar el proyecto cultural que hemos construido a base de esfuerzo durante cinco años?”, concluyó, mientras agregó que ya acumula $2,000 de deuda en alquiler y servicios básicos de dos meses de la Galera.

El tatuador emergente

William Hernández aún recuerda el último tatuaje que hizo el 21 de marzo. Era un diseño tribal que marcó en la piel de un cliente. Ese también fue el último día de trabajo del artista corporal.

“Justo el lunes y martes tenía buenos trabajos pero se echaron a perder. Tenía uno de tamaño regular para cada día”, manifestó el tatuador con cuatro años de experiencia en este rubro; explicó que sus ingresos son a base de trabajo realizado y que no tiene un salario fijo. Debido a ello perdió $70 que ganaría en ambos días.

Cuando se anunció que los artistas serían beneficiados con el bono de $300, Hernández creyó tener un respiro en medio del caos, pero no formó parte de los 1.5 millones de familias beneficiadas.

Él define que su mayor preocupación durante la pandemia es no poder darle de comer a sus tres hijos por la falta de ingresos económicos. “No tengo la posibilidad económica de continuar más, pues fui de las primeras personas que fueron enviadas a descansar por la cuarentena.”

Con el poco efectivo que tenía, tomó la decisión de comprar cosas esenciales para paliar la situación durante las semanas de cuarentena; sin embargo, el tiempo va pasando y para Hernández el dinero y la comida comienzan a escasear.

La última opción para el tatuador es improvisar un estudio en su hogar para generar ingresos y llevarle el sustento a sus tres hijos. “Tendría que arriesgarme a interactuar con otras personas para trabajar y arriesgarme al contagio”, aseguró.