Fotos: Así era la moda en El Salvador en la época de la colonia

El historiador Ricardo Castellón analizó documentos que describen la vestimenta que utilizaron indígenas y colonizadores españoles en el Siglo XVI. La tela de algodón fue la fibra estelar de las comunidades nativas del Reino de Guatemala.

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Por Sara Castro

2019-03-16 7:08:52

El concepto de moda está estrechamente relacionado con las prendas de vestir en tendencia, ostentosas pasarelas, marcas de lujo y accesorios indispensables. Pero detrás de esa palabra, que proviene del latín modus (modo o medida), existe una vasta historia marcada por las redes de comercio, los sistemas de trabajo, las técnicas artesanales y los referentes simbólicos sociales.

¿Cómo vestían hace 500 años en El Salvador? Las imágenes alusivas quizá sean escasas o, a lo mejor, nulas; pero la pasión del historiador Ricardo Castellón por la vida cotidiana salvadoreña lo llevó a encontrar en el Archivo General de Centroamérica un documento mortuorio del Siglo XVI, “se trataba del testamento del sacerdote Sancho de Villeda, que falleció en lo que ahora conocemos como Armenia”.

A partir de ese escrito, Castellón inició un estudio exhaustivo sobre qué ropa usaban los indígenas y los españoles que habitaban San Salvador y Sonsonate, ambas provincias pertenecían al Reino de Guatemala, para tener un punto de partida para conocer y definir la moda en la colonia.

“El vestido fue instrumento de poder y fue impuesto por los intereses de personas ricas. La moda estaba liderada por España y tenía mucho de la indumentaria medieval",

Ricardo Castellón, historiador.

En el listado de pertenencias de De Villeda se encontraron camisas, zaragüelles, mantas de la China, pañuelos de manta y lienzo, entre otros, que mostraron no solo su “vida prolija”, sino que además fue una rendija para observar y entender el comercio de telas, la explotación de la mano de obra indígena femenina, a partir del repartimiento de materias primas y mercancías, y el desarrollo textil a finales del Siglo XVIII.

“Para las culturas prehispánicas, así como para los españoles, el vestido no solo tenía poderosas razones funcionales, el vestido fue un excelente referente simbólico de lo social, el oficio y la edad. El vestido fue instrumento de poder y la moda fue impuesta por los personajes con mayores posibilidades. Así, la práctica del vestido colonial en la región estuvo supeditada por lo que marcaba la moda de España”, subrayó Castellón.

Según el historiador, la moda en el Siglo XVI debe analizarse desde tres áreas: la ropa de la tierra, que vestían los indígenas; la ropa de castilla, proveniente de España, y la ropa de China, procedente del gran comercio asiático. Castellón afirmó que el algodón era la fibra estelar fabricada por los indígenas y llegó a ser la más comercializada, incluso, los españoles utilizaban esta tela para crear algunas prendas ante las calurosas temperaturas.

Aunque España marcaba las “tendencias”, muchas prendas no podían utilizarse por las prohibiciones o su elevado valor. Es así que las mujeres indígenas vistieron faldas de tela de algodón fina y lisa e iban desnudas de la cintura hacia arriba, los hombres usaban mastate (pequeño cinturón entre las piernas) y refajos. También se emplearon los huipiles, una especie de camisa, que pudo haber sido introducida por los españoles porque las prendas antes mencionadas “mostraban demasiado las partes pudentas”, según una “especulación desafiante” de Castellón.

Una familia de artesanos de textiles, del siglo XVIII, de la serie “Pinturas de Castas”. Fotos EDH / Cortesía Ricardo Castellón.

Los indígenas con más poder adquisitivo, debido al auge del cacao, tampoco vistieron “a la española”. Sus ropas eran más finas pero fabricadas de algodón.

La indumentaria que correspondía a los españoles y funcionarios de rango superior “tenía mucho de medieval” y se basó en: jubones (vestidura que cubría desde los hombros hasta la cintura y se ponía sobre la camisa), camisas, zaragüelles (pantalón corto abombado), calzas, medias, botas o escarpines.

“Tenemos la idea de un conquistador bien ataviado, pero también tenían algunas dificultades con las que lidiar”, indicó Castellón, refiriéndose al clima, a la posibilidad de conseguir telas o que alguien las confeccionara.

Ilustración del siglo XVI que ejemplifica el vestuario común español y los famosos zapatos “chapines”.

En el caso de las mujeres que vestían ropa de castilla, lucían el vestido tará, que cubría el cuerpo desde el cuello hasta abajo; la saya, una pieza de tejido bastante larga y cerrada y que se considera predecesora de la enagua; el manto y los chapines, que eran sandalias de tacón alto y ancho, hechos de corcho.

Ilustración del siglo XVI que ejemplifica el vestuario común español y los famosos zapatos “chapines”.

Aunque este vestuario salía de los puertos de España, el historiador salvadoreño indicó que se encontraron telas o tejidos provenientes de Francia, Holanda y Siria.

La ropa de China, de acuerdo con Castellón, tuvo mayor auge en el Siglo XVIII y la mayor prueba de sus influencias es el registro de un kimono encontrado en Sonsonate. “El tráfico de Asia pasaba por Manila, Acapulco y llegaba a Acajutla, de esta manera pudo encontrarse esta prenda originaria de Japón”.

A través de estos antecedentes, el investigador espera aportar a lo poco que se conoce sobre la vida cotidiana en la colonia en la región centroamericana. “Creo que el vestuario es tan parte de nosotros. No podemos andar desnudos, es imprescindible, es como la comida”, aseveró Castellón.