La sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) albergará, a partir del 18 de marzo, una pieza de arte salvadoreño, que se sumará a cientos de dibujos, esculturas y pinturas que han sido obsequiadas al organismo internacional por parte de sus Estados miembros.
“Mi pueblo” es el título del mural que será develado en New York, por el embajador de El Salvador en Naciones Unidas, Rubén Escalante Hasbún, y la presidenta de la Fundación Camilo Minero, Ana María Minero.
El pintor estuvo influenciado por temas arqueológicos e indígenas y este acrílico sobre madera, creado en 2003, es un reflejo de ello, pues muestra la vida cotidiana de comunidades campesinas salvadoreñas y sus raíces nativas.
De acuerdo con la historiadora de arte Astrid Bahamond, esta obra reafirma el trazo de líneas diagonales o formas prismáticas que el artista salvadoreño utilizó en otras piezas como “eje de expresión artística y equilibrio rítmico”.
Los tonos amarillo, naranja y tierra utilizados muestran la innovación que tenía Minero, pues a diferencia de otros grandes pintores, “él se alejo de los tonos azules, verdes, rosados y celestes”. Con esta gama de colores, Minero representó la energía y el optimismo.
Ha sido la brillante trayectoria de Camilo Minero, quien en 1995 fue galardonado con el “Premio Nacional de Cultura” y en 1998 nombrado “Hijo Meritísimo de El Salvador”, motivo suficiente para que esta pieza muestre desde lo artístico la idiosincracia salvadoreña.
Con este obsequio donado, El Salvador estará representado por primera vez en la Colección de Arte de las Naciones Unidas, la que ya alberga más de 60 piezas de Sudáfrica, 27 de Rusia, 16 de Italia, entre otras.