La exposición “Whose Vestiges Subsist” fue inaugurada el 25 de enero en la Galería The Clemente de Nueva York, y en ella participan seis artistas residentes en los Estados Unidos.
Óscar Moisés Díaz y Guadalupe Maravilla, quien es parte del dúo Palo Cháán con la artista Patricia Domínguez, son los únicos salvadoreños. Junto a ellos exhiben creativos de Puerto Rico, México, Venezuela, Chile y Cuba.
La muestra hace referencia al libro del filósofo y sociólogo francés Jean Baudrillard “Simulacros y simulación”, y ha sido curada por la mexicana estadounidense Alva Mooses y la argentina Florencia Escudero. Ambas han organizado colaboraciones y son iniciadoras de comunidades artísticas de latinos en los Estados Unidos.
Edgar Allan Poe y el lado oscuro de su literatura
Este 19 de enero recordamos al escritor, poeta y periodista con algunos lúgubres datos de su vida y obra. A pesar de ser uno de los cuentistas más destacados de la historia, tuvo una vida plagada de miseria y tragedias familiares.
En “Whose Vestiges Subsist” está representada la lucha continua entre el orden colonial, neoliberal y las culturas indígenas.
De acuerdo al sitio de The Clemente, “la exposición se basa en una constelación de referencias que trazan patrones de diversos contextos geográficos y culturales, como las razas de palomas en la Habana Vieja, las fuerzas espirituales de una curandera en El Salvador y los caminos de huracanes que se mueven a través del Caribe. Las reliquias como la moneda devaluada, la madera encontrada, el plástico barato, las lámparas de cascada y el huevo de una paloma funcionan como recordatorios de lugares pasados”.
Talento nacional
Díaz es originario de Soyapango, además es escritor y curador independiente.
En la exhibición usa letras de bandas punk salvadoreñas para alejarse de las formas típicas de presentar información. En su arte refleja las historias orales salvadoreñas, las construcciones de El Salvador en el periodo de la posguerra y las prácticas espirituales esotéricas que se llevan a cabo en el país.
Por su parte, Maravilla hace trabajo colaborativo con la chilena Patricia Domínguez y se han dado a conocer como Palo Cháán. Su trabajo está enfocado en el tema de migraciones entre diferentes culturas, plasma las cosmogonías antiguas, el pensamiento mítico y el animismo.