¿Sabes quién diseñó los planos del Hospital Rosales?

El normando francés trazó los planos del centro hospitalario en 1883, pero nunca llegó a verlo construido. Sus restos descansan en un cementerio santaneco.

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Edificio principal del Hospital Rosales, a inicios del siglo XX.

Por Carlos Cañas Dinarte

2019-02-10 8:08:23

A fines de abril o inicios de mayo de 1881, llegó al antiguo convento de San Francisco (ahora Mercado Excuartel, en San Salvador) una misión militar francesa, contratada dos años antes, en París, por el gobierno del doctor Rafael Zaldívar. Estaba compuesta por dos jóvenes capitanes de artillería e ingenieros militares, egresados de la Escuela Politécnica: Jaime Agustín Dambrum y el jefe de la misión, Fernand-Jean-Baptiste-Marie Bernard, conde de Montessus de Ballore (1851-1923).

Con ellos, el régimen del Dr. Zaldívar buscaba asegurar la profesionalización de sus oficiales y artilleros. Sus lugares de residencia, órdenes y sueldos se convirtieron en datos de acceso restringido.

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Durante medio siglo, esta empresa con sedes en Santa Ana y San Salvador fue uno de los bancos privados autorizados por el gobierno para emitir billetes.

En septiembre de 1881, a los 29 años de edad, falleció de fiebres el capitán Dambrum. Para reemplazarlo, se contrató al también capitán de artillería Albert Touflet, nacido en Thiberville (departamento de Eure, Alta Normandía), el 25 de julio de 1850. Graduado de la décima promoción (1871) de la Escuela Politécnica francesa (donde fue compañero del futuro mariscal Ferdinand Foch), desembarcó en el puerto de La Libertad, a las seis horas del 5 de mayo de 1882, del vapor estadounidense Río de Janeiro y su nombre fue registrado en la aduana como Alberto Jeuflet.

En cuanto a la misión militar que les fuera encomendada, ambos capitanes franceses cumplían con impartir sus cátedras teóricas y prácticas de artillería y estrategia militar, en pequeña escala. Más allá de eso, era imposible realizar prácticas militares de envergadura, porque —como bien lo reportara el ministro de Hacienda, Guerra y Marina, general de división Pedro Meléndez, ante el cuerpo legislativo, el 25 de enero de 1883— “el establecimiento definitivo de la Academia de Artillería ha tropezado con inconvenientes insuperables (…). Dos oficiales franceses de reconocidas aptitudes dirigirán el establecimiento. Entre tanto, uno de ellos dirige la construcción de la obra material del edificio, y el otro se ocupa de instruir diariamente a nuestros oficiales y soldados de artillería en ejercicios prácticos de esta arma (…)”.
El capitán francés y constructor aludido era Touflet, un desconocido hasta entonces, pero quien en ese mismo año fue declarado ganador de los mil pesos del concurso del plano para el nuevo hospital general de San Salvador, obra iniciada con la colocación de la primera piedra, el 12 de abril de 1891, e inaugurada el 13 de julio de 1902 como Hospital Rosales.

Fotografía del interior del Hospital Rosales en 1902, año de su inauguración.

Interesado por las piezas arqueológicas pipiles y mayas, así como por hacer mediciones geodésicas del cerro de San Jacinto, Touflet acompañó al Dr. Zaldívar a Atiquizaya, para que el mandatario interrogara a un general rebelde, llamado Francisco Menéndez, de quien Touflet diría: “Ese hombre no es cualquier cosa: hay que temerle. Me gustaría estrecharle la mano”. Pero no tendría ocasión ni de temerle ni de estrecharle la diestra, pues Touflet moriría en batalla contra el ejército guatemalteco, el 1 de abril de ese año, mientras dirigía las baterías artilladas en la loma del Calvario, cerca de Chalchuapa, en el departamento de Santa Ana.

El gobierno salvadoreño emitió acuerdos ejecutivos (14 de abril y 13 de julio de 1885) para que se les entregaran a su madre y a su viuda 200 y 100 francos mensuales como respectivas pensiones vitalicias.

Touflet fue sepultado en una tumba modesta, abierta en el camposanto del antiguo hospital santaneco. Doce años después, fue exhumado e inhumado en el sepulcro 4, fila 13, del tercer cementerio de Santa Ana, puesto en funciones desde el primer día de 1897.

Tumba del capitán Touflet, en el cementerio santaneco de Santa Isabel, agosto de 2009.

Bajo un pequeño obelisco de mármol, se le rinde permanente homenaje mediante los versos esculpidos —con errores ortográficos— sobre una placa de mármol al pie. Esos versos proceden del poema A Touflet, de Calixto Velado, publicado en agosto de 1888, en el primer ejemplar de la revista Repertorio salvadoreño, de la Academia de Ciencias y Bellas Letras de San Salvador:

“Ese que en la tumba ves
Durmiendo el último sueño
Fue más que salvadoreño
Pues lo fue siendo francés”.

En el año 2001, la propiedad de la tumba de Touflet le fue comprada a la municipalidad santaneca por la filial salvadoreña de la telefónica francesa Telecom, cuyo presidente era Dominique Saint-John, también graduado de artillería en la Escuela Politécnica.