Durante medio siglo, esta empresa con sedes en Santa Ana y San Salvador fue uno de los bancos privados autorizados por el gobierno para emitir billetes.
Desde 1889, las exportaciones de café de El Salvador le permitirían gozar al país de una adecuada estabilidad económica. Esto facilitó que el inversionista judío francés León Dreyfus y el médico y caficultor colombiano Dr. Emilio Álvarez Lalinde vieran factible fundar el Banco Occidental el 14 de noviembre de ese año.
En aquel escenario, la presión de los agricultores era cada vez mayor, por lo que muchos esperaban que el Banco Occidental se inspirara en las necesidades del país y en su propia conveniencia para generar un sistema económico que le permitiera proporcionar fondos para la agricultura mediante la garantía de la propiedad raíz, lo mismo que calificara el crédito y la responsabilidad de la gente de negocios, para así otorgar créditos a personas responsables que hicieran uso de él sin necesidad de garantía de segunda firma.
A esa naciente empresa, pronto se uniría la sociedad estadounidense Bloom Brothers, representada en El Salvador por David y Benjamin Bloom.
Benjamin Bloom nació en Healdbury (California), el 27 de septiembre de 1873. Llegó a la salvadoreña Santa Ana, en 1890, con su tío David Bloom. Casado con Aline Debow, aquel matrimonio sin hijos edificó una lujosa mansión sobre la avenida España (ahora en estado de abandono). Amasó una enorme fortuna mediante diversos negocios, que abarcaban desde asuntos bancarios, inversiones con altos intereses y tráfico de armas desde Estados Unidos hasta el puerto de Panamá, destinadas a facciones revolucionarias colombianas (como lo revelara el escritor Juan Gabriel Vásquez, en su novela Historia secreta de Costaguana, 2010). Una revisión de las colecciones digitales de periódicos en la Biblioteca del Congreso estadounidense confirma a plenitud esos movimientos.