Entre los tutores y secretarios más famosos de la historia, encontramos a Aristóteles, tutor de Alejandro Magno; Thomas Hobbes, secretario de Sir Francis Bacon y tutor del reconocido anfitrión de las artes liberales, William Cavendish, Duque de Devonshire; y William Shakespeare, tutor a los hijos de las familias católicas viviendo en la clandestinidad durante el reinado de Isabel I. ¡Veamos que los tutores y secretarios están en buena compañía! Además, Hobbes, el tutor y secretario par excelence del siglo XVII y de todos los tiempos, fue amigo cercano al rey de Inglaterra, Charles II; el filósofo francés, René Descartes y el famoso astrólogo italiano, Galileo Galilei.
Thomas Hobbes (1588-1679), uno de los teóricos y escritores de la naturaleza humana y de la teoría política más importantes del pensamiento occidental, nació en el mismo día (15 de abril de 1588) que la Armada Invencible enviada por Felipe II de España contra Inglaterra con el objetivo de derrocar a la Reina Elizabeth I y re-establecer el catolicismo en Inglaterra.
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Hobbes nos cuenta que su madre, viendo la flota de cientos de galeones de guerra españolas, acercándose velozmente, se afligió por la idea de una invasión y una guerra sangrienta y, por consecuencia, entró en las labores para dar luz a Thomas Hobbes. “Mi madre no sabía”, comenta Hobbes “que aquel día ella dio luz a gemelos: a mí y al Terror” (Autobiografía, 1672).
Es el terror, que nació con él como gemelo, que guiaba su filosofía política, basada, en cierto sentido, en la búsqueda de un remedio al miedo a la muerte violenta y súbita por medio de la creación de un contrato social.
En la creación del contrato social, la primera premisa es que los seres humanos son todos iguales uno al otro y, a la vez, siempre en guerra constante entre sí.
Su segunda premisa es que los seres humanos podrían escapar de esta condición del estado de guerra si renuncian a sus derechos y los transfieran a un soberano poder en la creación de un contrato social. Bueno, se puede estar de acuerdo que Hobbes tenía razón de que si no fueran leyes, la vida humana sería corta, sangrienta e intolerable: solamente se tiene que leer los diarios o vean las noticias televisadas.
Esta teoría la escribió Hobbes durante la Guerra Civil en Inglaterra, que comenzó en 1643 y la publicó en 1651 bajo el título Leviathan, una resonancia con la traducción por un animal del mar–una ballena gigantesca–en la Biblia según King James I, publicada en 1611. Ahora, Hobbes admitió que el poder del soberano creado por los seres humanos para gobernarse, era revocable.
Después siguió el Interregnum (el tiempo entre el sistema monárquico de reyes cuando no había un rey). Maravillosamente, siguió, históricamente, la Restauración de la monarquía Católica, Charles II quien regresó de su exilio en la corte de Louis XIV de Francia y fue celebrado por todo el país—incluyendo a Hobbes.
Pero continúan los cambios con la Revolución Gloriosa de 1688, un juego de manos en que el Parlamento inglés derrocó su propia monarca e invitó a un “sucesor” Protestante (William de Orange de Holanda) a invadir a Inglaterra y asumir una “monarquía constitucional” en que se garantizó que un Católico nunca subiera al trono de Inglaterra. (Nótese que este estado de asuntos en Inglaterra cambió hasta 2011, cinco años antes del Referéndum en que la población inglesa votó, en un acto de democracia directa, para el Brexit en 2016).
Durante la Guerra Civil, Hobbes mantenía su propuesta filosófica y política a favor de una sociedad en que un monarca absoluto formado por los “ciudadanos/súbditos” que, a la vez, quería reducir la iglesia Cristiana y su clerecía y doctrina a un “brazo del estado”.
Mientras tanto, su contemporáneo, el filósofo Puritano inglés, John Locke, argumentó que deberá ser una separación estricta entre el estado y la iglesia. No podemos omitir comentar que los peregrinos Puritanos quienes salieron, con permiso del rey James, de Inglaterra para formar el Massachusetts Bay Colony al otro lado del Océano Atlántico, crearon un contrato social entre sí en su barco, el Mayflower–“el Mayflower Compact”–en 1611.
¿Cómo explicar los cambios de lealtad de Thomas Hobbes durante todo eso? Es posible. Primero, debemos admitir que es cierto que Hobbes favoreció a los que ostentaban, en el momento político, el poder soberano de facto. (Eso según el reconocido experto sobre Thomas Hobbes en la Universidad de Cambridge, Quentin Skinner.) De hecho, eso, tal vez, provee una explicación de porque Hobbes trasladó su lealtad desde el rey Charles II (monarca absoluta y Católico) al Lord Protector, Oliver Cromwell (Líder virulentemente Puritano (1653-1658) durante el período después de la Guerra Civil (una guerra entre Católicos y Protestantes (1642-165l) cuando el Parlamento ordenó la decapitación del rey, Charles I, en 1649).
¡Imagínense, tutores y secretarios, como era vivir en un tiempo tan tumultuoso en que se puede matar a un ciudadano en su cama en la noche!
El poder de la conversación y la opinión pública, “cuando todo pertenecía al momento”
Las acciones cambiantes y reacciones de Hobbes desde su nacimiento en el año de la Armada Invencible, pasando por la Guerra Civil, pueden ser explicadas por su nacimiento con su gemelo, el Terror. El remedio que inventó, el contrato social y soberano, tal vez fue confeccionado para proteger a los ciudadanos y súbditos de Inglaterra de la muerte súbita en “una guerra de todos contra todos”, como comentaba Hobbes.
Agregamos, aquí, queridos lectores, que Hobbes interpretó a la Guerra Civil como una crisis eclesial y como la culminación de la Reforma Protestante, una lucha para redefinir, dividir y estructurar a Cristiandad políticamente por medio de subjuzgar a la iglesia al poder de los estados modernos emergentes (Véanse J. R. Collins. The Alliegiance of Thomas Hobbes (Oxford, 2005).) Favor tomar nota que el título completo de la obra en que Hobbes expone sus teorías durante esta guerra es: Leviathan, or the Matter, Forme & Power of a Common-Wealth Ecclesiastical and Civil (o sea, de la iglesia y el Estado). “Para Hobbes, la soberanía estable fue la forma más elevada de los logros humanos, entregando su poder individual (cuando otros también tienen la voluntad de hacerlo) para asegurar la protección y paz porque el contrato colectivo crea la soberanía” (Collins (Oxford, 2005).
Para terminar, consideramos unas características personales y humanas de nuestro filósofo con reportar a los comentarios del John Aubrey, quien escribió una biografía de Hobbes en su obra, Vidas Breves (escritas entre 1669 y 1696) en que declara que Hobbes, con su ingenuidad y sentido de humor, comenta que no le molestaba ser calvo porque las moscas no le molestaban. Su ingeniosidad puede ser notada en el hecho de que tradujo al Arte de la Retórica de Aristóteles desde el griego al inglés, porque se deleitaba y se encantaba por la elocuencia. Finalmente, fue notado, dice Aubrey, por su rey, Charles II, de quien Hobbes era un amigo muy cercano que Hobbes tenía una personalidad muy genial y amable:
“Mr. Hobbes gozaba de una cualidad cordial y amable con el rey Charles quien siempre apreciaba—y buscaba a Mr. Hobbes—para gozar de su sofisticada y ingeniosa conversación”. (John Aubrey. Vida de Thomas Hobbes enVidas breves).