América Ferrera, un adiós “agridulce” a “Cómo entrenar a tu dragón”

Tras el estreno de la tercera entrega de esta saga de animación, la actriz de origen hondureño terminó una etapa profesional. Dar su voz al personaje de Astrid le dio muchas satisfacciones, se siente orgullosa del trabajo que realizó y de ser latina.

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Ferrera puso su espíritu en esta interpretación. / Foto Por AFP

Por Antonio Martín Guirado / EFE

2019-02-16 2:05:03

América Ferrera prestó su voz a las películas de “Cómo entrenar a tu dragón” durante 12 años, pero con el estreno de la tercera entrega, “El mundo oculto”, ha llegado el momento del adiós y la actriz aseguró a Efe que lo afronta con tristeza y orgullo al mismo tiempo.

“No sé lo que Universal y DreamWorks tienen planeado para el futuro, pero este es el final de la trilogía y este viaje”, confesó la intérprete, quien desconoce si más adelante el estudio lanzará películas escindidas relacionadas con personajes de ese universo.

“Esta historia se ha acabado y es muy agridulce. Amo a Astrid y lo que significa para muchos jóvenes que crecieron con ella. Se ha convertido en una mujer fuerte, valiente y con un papel decisivo en la historia. Estoy triste pero orgullosa a la vez. Es un final muy satisfactorio que hace que el viaje haya merecido la pena”, declaró.

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En esta última aventura, el joven vikingo Hipo (Jay Baruchel) y su aliada Astrid (Ferrera), acompañados por su inseparable dragón Chimuelo, deben hacer frente a una terrible amenaza para su aldea, y para ello tendrán que dejar atrás el único hogar que han conocido y viajar a un mundo oculto que parecía más mito que realidad.

“Astrid nunca ha tenido remordimientos sobre su forma de ser: sabe quién es, las cosas que se le dan bien y es una líder natural. Eso se ha mantenido a lo largo de la saga. Ahora tal vez sea más vulnerable. Es el gran apoyo de Hipo. Lo apoya en su camino, incluso cuando él no lo ve tan claro”, explicó.

Ferrera era prácticamente una adolescente cuando vivió el éxito de “Las mujeres de verdad tienen curvas” (2002). Poco después llegaron “Un verano en pantalones” (2005) y el posterior lanzamiento de “Ugly Betty” (2006), la serie que la convirtió en una gran estrella.

Con sus compañeros de reparto. Foto AFP

“Mucha gente me ha apoyado a lo largo de mi carrera, pero todo empezó con la fe de mi madre”, confesó la artista de origen hondureño.

“Siempre me inculcó la idea de perseguir tus propios sueños y dedicarme a aquello que realmente me apasionara. Me dejó claro que no había nada que no pudiera conseguir si trabajaba lo suficientemente duro”, apuntó Ferrera, especialmente satisfecha de que los creadores apostaran por una latina como ella para el papel de una vikinga rubia como Astrid.

“Nunca hubo conversaciones sobre su aspecto. Es lo bueno de la animación, que te permite creer en cualquier cosa. Puedes ser un árbol, un panda o un animal mitológico. Puedes poner la voz de alguien que no tiene tu aspecto porque lo importante es el espíritu del personaje. Para mí fue un honor que vieran elementos de Astrid en mí”, declaró la intérprete.

Ferrera admitió que no es habitual que le ofrezcan papeles así, especialmente en el género de películas de acción real.
“Es especialmente alentador cuando me ofrecen oportunidades más allá de los estereotipos. Hay muchos papeles escritos con tu etnicidad en mente. Y yo disfruto especialmente cuando logro salir de esas convenciones”, sostuvo.

La actriz de 34 años cree que Hollywood está dando más oportunidades a los latinos, pero considera que el cambio debe ser más profundo, más allá de ver a ciertos nombres como protagonistas de proyectos puntuales, como ocurre ahora con Gina Rodríguez y Rosa Salazar en “Miss Bala” y “Battle Angel: la última guerrera”, respectivamente.
“La conversación está más presente y el debate es rico en matices”, reconoció.

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“Los latinos queremos contar historias más allá de los tópicos que nos rodean. Lo que nos ofrecen debería ser tan diverso y variado como nuestras realidades. Queremos estar representados de forma proporcional al lugar que tenemos en la sociedad. Hay papeles a los que no tenemos acceso. Queremos ser vistos lejos de los lugares comunes”, añadió la californiana.

Ferrera es, además, una de las impulsoras del movimiento “Me Too”, al que contribuyó confesando que sufrió su primera agresión sexual cuando tenía 9 años.

“Esa conversación ha alcanzado un nuevo nivel. Lo que antes se podía ignorar, ya no lo es. Lo que antes se dejaba pasar, ya no es aceptable. El abuso de poder se acabó. Hay que mantenerla viva esa conversación para ver un cambio aún más radical en la sociedad”, finalizó.