¿Existió un romance entre Winston Churchill y la tía abuela de Cara Delevingne? Averígualo

Existen muchas pruebas de que el ex ministro inglés sostuvo un affaire con Doris Castlerosse. Esta es la historia de ella, de su parentesco con la modelo de Victoria's Secret, los encuentros clandestinos, un lienzo y la actriz que interpreta a Clementine en la cinta "Darkest Hour".

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Por elsalvador.com

2018-03-02 11:39:01

La actriz Kristin Scott Thomas se equivocó cuando dijo en una entrevista a The New York Times que Clementine y Winston Churchill habían tenido una relación muy estable.

Scott Thomas interpretó a Clementine en la cinta nominada al Oscar “Darkest Hour” y aseguró que admira a la pareja porque a través del filme descubrió su lado más humano.

Pobre actriz, jamás imaginó que los periódicos estadounidenses The Times y The Guardian publicarían una amplia investigación sobre el amorío que el político mantuvo con una mujer de la realeza británica, situación que nadie conocía hasta hoy.

Con titulares escandalosos como “Doris Castlerosse, el amor secreto de Winston Chruchill, un riesgo de chantaje” o “La aventura secreta con una socialité que casi arruina la carrera de Churchill”, la prensa dio a conocer hace a penas unos días los hechos que marcaron el affaire del que poco se ha hablado.

Se trata de Winston Churchill y Doris Castlerosse, tía abuela de Cara Delevigne, y uno de los personajes de la realeza más populares en Londres.

La actriz Cara Delevingne y su tía abuela.

La actriz Cara Delevingne y su tía abuela.

El domingo 4 de marzo, día en que el actor Gary Oldman presuma el premio Óscar, si es que lo gana, en Inglaterra se estrenará el documental “Churchill’s Secret Affair” que demuestra varias pruebas de lo que sucedió en el amorío.

Los encuentros clandestinos

Winston Churchill estuvo casado con Clementine durante 57 años. A la pareja no se le conocía una infidelidad hasta los años 30, cuando apareció en sus vidas la reconocida socialité Doris Castlerosse, vizcondesa de Castlerosse.

El primer encuentro entre el político y la dama tuvo lugar en 1934 en Francia. En los años siguientes continuaron visitándose durante el verano con regularidad porque Churchill vivía momentos difíciles.

Doris Castlerosse al lado del político. La imagen es parte de una recopilación de fotos inéditas.

Doris Castlerosse al lado del político. La imagen es parte de una recopilación de fotos inéditas.

Pero fue durante la Guerra Mundial, y sobre todo por el enfrentamiento contra Hitler, que el affaire se vio seriamente amenazado y hasta 1937 los enamorados no pudieron verse más.

Hay registros que en 1942 Castlerosse y Churchill se encontraron en Washington con motivo de la visita que hizo el primer ministro británico al presidente Roosvelt.

Finalmente se reunieron ese mismo año y para entonces ella estaba en la quiebra.

El sitio que guarda gratos recuerdos del romance fue al Sur de Francia. Churchill la amaba tanto que la retrató con sus óleos.

El retrato de Doris Castlerosse pintado por Churchill y que tuvo en su poder hasta que terminó la Segunda Guerra Mundial.

El retrato de Doris Castlerosse pintado por Churchill y que tuvo en su poder hasta que terminó la Segunda Guerra Mundial.

Temiendo que un lienzo que pintó cayera en las manos de la prensa rosa estadounidense o que al descubrir todo su reputación se viera afectada en Estados Unidos y hasta perjudicara la alianza frente a los nazis, decidió enviar el cuadro a Reino Unido, Castlerosse también se marchó a ese país y murió allá por una sobredosis de pastillas para dormir.

Por un tiempo la obra estuvo en manos del hermano de Castlerosse, pero Churchill se la quitó y devolvió al final de la Segunda Guerra Mundial.

La mujer que lo quiso todo

El apellido de soltera de Castlerosse era Delevingne, ahora es mundialmente conocido gracias a la modelo Cara Delevingne quien heredó de su tía abuela la belleza, el buen porte, malicia y facilidad para desenvolverse ante las cámaras y eventos sociales.

La fama que esta chica tiene hoy en día es similar a la que gozaba Castlerosse en su tiempo. Miembros de la alta sociedad la conocían como la “amante profesional” y por su impresionante aspecto físico siempre destacaron sus piernas. Las describían como “piernas de caballo de carreras”.

Castlerosse era una mujer que apreciaba la atención, adoraba el exhibicionismo y rodearse de hombres ricos para recibir obsequios caros. A cambio ofrecía fugaces conquistas y romances. En conclusión era un alma rebelde.

En esas andanzas de la vida flechó el corazón del vizconde Castlerosse y este se propuso conquistarla. Lo logró pero se sumergió deudas financieras. Su ahora esposa no cooperaba en el ahorro. Al contrario pidió que todas las sábanas, cortinas y almohadas tuvieran bordado su apellido y gastaba cientos de libras cada semana.

A causa de ello y otros problemas maritales se separaron y la vizcondesa encontró alguien más a quien amar y que la quisiera como tal: Winston Churchill. Lo demás de esa historia es conocida.

La cinta vs la realidad

El filme “Darkest Hour” goza de muy buenas críticas y muestra una historia distinta que vale la pena conocer. Probablemente haya lugar para llevar a Castlerosse a la gran pantalla y tener otra versión muy distinta a la que Scott Thomas encontró al investigar de su personaje.

“Ambos (Clementine y Churchill) se llamaban con apodos amorosos (…) Ella le decía Puerquito y él Gatita. Se trataba de una relación muy apasionada en la que no siempre se mostraban cariñosos entre sí. A menudo eran bastante rudos uno con el otro. Al mismo tiempo, siempre había un trasfondo de cariño y apoyo (…) En estos tiempos de agitación Darkest Hour ofrece un mensaje inspirador”, Scott Thomas a The New York Times.